Licencia para emular
Faulks contin¨²a, con permiso de la familia de Ian Fleming, la saga de 007
En clara profanaci¨®n de la f¨®rmula ideal del martini seco, seg¨²n la sabia receta de James Bond, el autor ingl¨¦s Sebastian Faulks acometi¨® el reto de escribir una nueva novela de la saga de 007 "m¨¢s revuelto que agitado". El libro La esencia del mal (Devil may care) se publica hoy en diversos pa¨ªses, incluida Espa?a, coincidiendo con el centenario del nacimiento de Ian Fleming, el creador del agente secreto m¨¢s famoso del planeta que ha generado un inagotable fil¨®n en el mundo editorial y, sobre todo, en el cinematogr¨¢fico.
Faulks obtuvo esa "licencia para emular" de los herederos de Fleming, decididos a seguir explotando la franquicia de su ilustre familiar, fallecido en 1964 con un legado tras de s¨ª de 14 obras sobre el esp¨ªa, que han vendido hasta la fecha cien millones de ejemplares. Una apabullante campa?a publicitaria ha arropado la salida del libro, cuyas primeras copias fueron transportadas ayer en un antiguo barco de guerra, el HMS Exeter, por el r¨ªo T¨¢mesis para culminar su entrega en una famosa librer¨ªa de Piccadilly, que hoy abr¨ªa sus puertas a la inusual hora de las 8.00. La operaci¨®n promocional, que recuerda a los lanzamientos de las sucesivas entregas de Harry Potter, pretende exprimir al m¨¢ximo el llamado a?o Fleming, una sucesi¨®n de homenajes al art¨ªfice de las aventuras de 007 en forma de exposiciones (Museo Imperial de la Guerra de Londres), concursos digitales (MySpace elegir¨¢ la sinton¨ªa para el audiobook de La esencia del mal) y la emisi¨®n por el servicio postal brit¨¢nico de una serie de sellos consagrados a la iconograf¨ªa bondiana.
"Mi Bond es el literario, no el de Sean Connery", explica el escritor
Si bien el universo del celuloide ha sido decisivo a la hora de perpetuar el fen¨®meno (la pel¨ªcula n¨²mero 22 de 007, Quantum of solace, se estrena a finales de a?o), Faulks deja claro que su Bond es "el Bond de Fleming, no Sean Connery, ni Roger Moore, ni Daniel Craig", en alusi¨®n a la n¨®mina de actores que le han prestado su rostro en el cine.
A diferencia de la singladura cinematogr¨¢fica del personaje, el escritor no ha querido adaptarlo al siglo XXI, sino retomar la historia all¨ª donde Fleming la dej¨®. La esencia del mal se retrotrae al a?o 1967, cuando los emergentes Beatles y los Rolling Stones relajan el contexto de la guerra fr¨ªa, y el comercio ilegal de drogas se anuncia como la nueva guerra a combatir. Bond sigue fumando y bebiendo a placer, conduce un Bentley Continental por las calles de Londres -que s¨®lo sustituye por el Aston Martin en sus misiones-, y coquetea con la secretaria Moneypenny antes de reunirse con su jefe del servicio secreto, M. Tampoco defrauda el malvado de la funci¨®n, el siniestro traficante Julius Gorner, cuya persecuci¨®n conduce a 007 por ex¨®ticos escenarios de Oriente Pr¨®ximo. Pero emocionalmente el protagonista se presenta m¨¢s vulnerable (acaba de enviudar), lo que tiene su contrapartida en su oponente femenina, una personalidad "m¨¢s profunda" que las chicas Bond de turno, cortes¨ªa de Sebastian Faulks, conocido en Espa?a por su recreaci¨®n de una hero¨ªna de la II Guerra Mundial en el libro Charlotte Gray.
"Mi novela rezuma Fleming en un 80%", sostiene Faulks, quien perpetr¨® La esencia del mal en seis semanas, siguiendo casi el mismo ritual que el padre de Bond ejecutaba en su casa de Jamaica: "?l escrib¨ªa unas mil palabras por la ma?ana, lo dejaba para practicar submarinismo, tomarse luego un c¨®ctel y almorzar, antes de concluir otras mil palabras por la tarde. Yo he seguido exactamente esa rutina, dejando de lado los martinis y el buceo".
El ¨¦mulo de Fleming no cree probable una repetici¨®n de la experiencia, aunque anima a los herederos a encomendar esa misi¨®n a otros autores. ?l mismo ha tomado el testigo de escritores que, como hiciera Kingsley Amis (padre de Martin) bajo seud¨®nimo en 1968, se animaron a recuperar el personaje tras la muerte de su creador. El ¨²ltimo de la lista, Raymond Benson, cerr¨® ese cap¨ªtulo hace seis a?os al vender tan s¨®lo 5.000 ejemplares de su libro sobre Bond en el Reino Unido. La salida de La esencia del mal busca un resurgir editorial de ese patrimonio que el cine ha logrado rentabilizar como nadie.
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