El Consejo de Universidades deja sin facultad de Medicina a la Cat¨®lica

Se cumpli¨® el gui¨®n y el Consejo de Universidades ratific¨® ayer los informes de la Agencia Nacional de Evaluaci¨®n de la Calidad y Acreditaci¨®n (Aneca) contrarios a la creaci¨®n de 57 nuevas carreras. Resultado: la Universidad Cat¨®lica San Vicente M¨¢rtir de Valencia no puede implantar Medicina, ni las otras tres titulaciones sanitarias que hab¨ªa previsto. El consejo (un ¨®rgano que re¨²ne al Gobierno y a los 71 rectores espa?oles) dej¨® abierta la puerta a una revisi¨®n ultrarr¨¢pida de sus decisiones (dos d¨ªas para presentar el recurso y siete m¨¢s para formular alegaciones) antes de que la cercan¨ªa de la Selectividad impida cualquier cambio. Por escasas que sean sus posibilidades, la Cat¨®lica volvi¨® a manifestar su esperanza en darle la vuelta al veredicto.

?Y la Generalitat? El Gobierno valenciano rompi¨® su sepulcral silencio con una escueta nota de apoyo a la facultad cat¨®lica de Medicina. Que contrast¨®, de un lado, con el en¨¦rgico respaldo exhibido hace un a?o, cuando la universidad intent¨® implantar Medicina con menos argumentos de los que tiene ahora. Y del otro, con el ruido generado por la Comunidad de Madrid, presidida por Esperanza Aguirre, que ha acusado al Gobierno socialista de discriminar a unas autonom¨ªas (en concreto, a la suya y a la valenciana) frente a otras (Catalu?a) a cuenta de los dict¨¢menes t¨¦cnicos desfavorables de la Aneca.

La resoluci¨®n del Consejo de Universidades tumb¨® cuatro de las solicitudes de la Cat¨®lica. Lo que significa que el centro privado, cuyo dirigente supremo es el cardenal y arzobispo de Valencia, Agust¨ªn Garc¨ªa-Gasco, ha perdido, salvo que los recursos lo remedien, el 50% de los nuevos t¨ªtulos de grado (que sustituyen a licenciaturas y diplomaturas en el nuevo esquema adaptado a Europa) que aspiraba a poner en marcha en septiembre. Y que tendr¨¢n que esperar probablemente, al menos, un a?o.

La Aneca inform¨® en contra de la petici¨®n de Medicina por la falta de recursos humanos y materiales que detect¨® en la facultad privada.La Generalitat tard¨® menos de un mes, el a?o pasado, en crear la facultad de Medicina de la Universidad Cat¨®lica desde que recibi¨® la solicitud oficial. Pero tener la facultad no significaba tener la carrera. Para conseguirla, la privada necesitaba el visto bueno de los ¨®rganos estatales. Que no obtuvo porque un decreto del Gobierno hab¨ªa suspendido la creaci¨®n de nuevos t¨ªtulos en tanto no acabara la reforma del sistema.

Hasta que acept¨® que era imposible, el Gobierno valenciano puso todo su empe?o en que el Ministerio de Educaci¨®n hiciera una excepci¨®n con la universidad del arzobispo. Justo Nieto, entonces consejero de Universidad, calific¨® la iniciativa de "apuesta del presidente Francisco Camps y de toda la Generalitat por la salud". Los mandos intermedios de su departamento; Vicente Rambla, portavoz del Consell, y Alejandro Font de Mora, que sustituy¨® a Nieto, defendieron la necesidad de la carrera por razones sanitarias, econ¨®micas y sociales.

Aquel despliegue contrasta con la muy discreta actitud que ha mantenido estos d¨ªas. La noticia de que la Cat¨®lica ten¨ªa negro implantar Medicina salt¨® a los medios valencianos porque Luc¨ªa Figar, la consejera de Educaci¨®n de Madrid, comunidad presidida por Esperanza Aguirre, calific¨® de "discriminaci¨®n intolerable" la decisi¨®n de la Aneca. Y acus¨® al Gobierno de Zapatero de maltratar a Madrid, Murcia y Valencia mientras beneficiaba a Catalu?a. El presidente de la Generalitat, Francisco Camps y el consejero Font de Mora participaron esa tarde en un acto universitario, pero no dijeron palabra.

S¨®lo ayer, a preguntas de este peri¨®dico, Educaci¨®n difundi¨® una nota en la que reafirmaba su respaldo a la implantaci¨®n de los estudios, recordaba que el proceso segu¨ªa "abierto", y expresaba su "esperanza" de que se resolver¨ªa si hab¨ªa "buena voluntad por parte de todos".