"Toque, pero sin riesgos"

El gol de Rengifo tiene preocupado a Jaime Lissavetzky y, por extensi¨®n administrativa, al Gobierno. El presidente del Consejo Superior de Deportes, que ayer visit¨® la concentraci¨®n de la selecci¨®n espa?ola en compa?¨ªa de la ministra de Cultura y Deportes, Mercedes Cabrera, abandon¨® el hotel de Las Rozas reflexionando en voz alta sobre si procede o no procede el f¨²tbol de toque y, en su caso, c¨®mo y d¨®nde a la vista del inquietante resultado (2-1) del partido amistoso jugado contra Per¨² el pasado s¨¢bado.

"No me voy a meter a t¨¦cnico", aclar¨® Lissavetzky, "pero hay una caracter¨ªstica que distingue a Espa?a: el manejo del bal¨®n. Y lo debe hacer, pero sin cometer errores en sitios ¨¢lgidos. El tiki-taka hay que reservarlo para las zonas sin riesgos y entrar a matar en otras".

"No hay que cometer errores en sitios ¨¢lgidos", insiste Lissavetzky

Nadie da por sentado que Puyol y Marchena formen pareja contra Rusia

El gol de Rengifo, que empat¨® moment¨¢neamente el encuentro para Per¨², inspir¨® todo tipo de especulaciones sobre el estado quebradizo de la zaga espa?ola a pocos d¨ªas del comienzo de la Eurocopa de Austria y Suiza. En primer lugar, las palabras del seleccionador, Luis Aragon¨¦s, resultaron sorprendentes. El t¨¦cnico explic¨® el tanto por la presunta obsesi¨®n de sus futbolistas por jugar al toque. "Tocamos hasta dentro del ¨¢rea y eso no puede ser", dijo, tras el encuentro de Huelva, para explicar un error defensivo que ni ocurri¨® en el ¨¢rea -el origen de la jugada fue una p¨¦rdida en el c¨ªrculo central- ni implic¨® a los defensas, a excepci¨®n de Marchena, que no quiso tocarla, sino despejarla de cabeza. El despeje a un costado, eso s¨ª, tuvo un destinatario tan fortuito como fatal: Rengifo.

Pero no importa. Luis dijo que Espa?a la tocaba hasta en su ¨¢rea y Lissavetzky lo dio por hecho. Lo que nadie da por sentado en el grupo es que la defensa titular ante Rusia, el d¨ªa 10, en el debut en la Eurocopa, est¨¦ integrada por Marchena y Puyol. Ma?ana, en El Sardinero, la selecci¨®n jugar¨¢ otro amistoso contra Estados Unidos y hoy, en el entrenamiento, el seleccionador pondr¨¢ sus cartas sobre la mesa.

A Luis no le desagrada la idea de probar a Albiol con Marchena. Se trata de una pareja de centrales que, a su juicio, respondi¨® con solvencia frente a Dinamarca el d¨ªa en que la selecci¨®n se sac¨® el billete. El t¨¦cnico tambi¨¦n se qued¨® conforme con el rendimiento de estos dos jugadores en el amistoso contra Italia del 26 de marzo en Elche. En ese partido, Albiol sustituy¨® a Puyol, que se retir¨® lesionado en el minuto 16.

En el entrenamiento de ayer no hubo simulacros. S¨®lo partidillos, rondos y ejercicios f¨ªsicos. Torres, que sufri¨® un golpe, no salt¨® al campo. Los t¨¦cnicos decidieron organizar dos sesiones a puerta cerrada con el ¨²nico fin de trabajar en paz. A los jugadores y al seleccionador les result¨® cargante que durante la semana pasada se citaran en Las Rozas algunas personas que mezclaron insultos a los presentes con los v¨ªtores a Ra¨²l. Por lo dem¨¢s, no hubo bronca de Luis a la plantilla por el presunto error que propici¨® el gol de Rengifo. S¨®lo una charla rutinaria dedicada a analizar el partido y corregir conceptos.

La visita oficial se produjo antes del entrenamiento vespertino, despu¨¦s de la media tarde. Justo cuando la plantilla terminaba de tomar un yogur. Despu¨¦s llegaron los emisarios del Gobierno. Lissavetzky y Cabrera fueron presentados por el capit¨¢n, Casillas, que ejerci¨® de cicerone. La ceremonia cont¨® con la presencia de ?ngel Mar¨ªa Villar, el presidente de la federaci¨®n, que acudi¨® a la cita con dos camisetas de la selecci¨®n. Una, para d¨¢rsela a Lissavetzky. Otra, para d¨¢rsela a Cabrera. Ambas, con el dorsal n¨²mero 10.

Fue un acto un poco seco. Lissavetzky, que se lleva mal con Luis y con Villar, no se quiso poner la camiseta. Cabrera s¨ª se la enfund¨® y Luis le dedic¨® un piropo: "Est¨¢ bien guapa". Luego hubo un corrillo en el que, seg¨²n las declaraciones de los pol¨ªticos, el tema de la conversaci¨®n fueron "los cuartos". Esa instancia de los torneos a partir de la cual el destino de Espa?a, desde la Eurocopa de 1984, en la que fue finalista, se resume en hacer las maletas y embarcarse en el primer avi¨®n para Madrid.

"Se habla mucho de los cuartos", dijo Lissavetzky con aire prudente, "pero lo importante es que los jugadores no sientan la presi¨®n porque es una competici¨®n en la que no caben los errores". Por su parte, la ministra se lanz¨® a la piscina: "Ya toca pasar de los cuartos. Estoy convencida".