Contra el hambre
La grave crisis alimentaria exige un mayor compromiso de los pa¨ªses m¨¢s ricos
La mayor¨ªa de las veces las cumbres mundiales contra el hambre quedan en agua de borrajas, donde Gobiernos y organizaciones internacionales tratan de lavar la mala conciencia por los 862 millones de personas que la sufren actualmente. La Organizaci¨®n de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentaci¨®n (FAO) re¨²ne hoy en Roma hasta el jueves a gobernantes de todo el mundo para discutir sobre la alarmante situaci¨®n de la seguridad alimentaria, agravada por el encarecimiento de los cereales y de la fuerte subida del petr¨®leo. Ojal¨¢ que el encuentro no termine en una exhibici¨®n de verborrea y que los pa¨ªses m¨¢s ricos comprometan esos 1.700 millones de d¨®lares (1.100 millones de euros) en donaciones a los m¨¢s pobres para paliar a corto plazo la crisis que solicita el organismo de Naciones Unidas. M¨¢s importante, sin embargo, es la reducci¨®n de impuestos a los productos agrarios destinados a la alimentaci¨®n y el abatimiento de barreras proteccionistas y subsidios a la agricultura de los pa¨ªses m¨¢s ricos.
El informe que la semana pasada han presentado conjuntamente la FAO y la Organizaci¨®n para la Cooperaci¨®n y el Desarrollo Econ¨®mico (OCDE) no deja lugar a dudas sobre la gravedad del momento. Los precios agr¨ªcolas, que se han duplicado en los dos ¨²ltimos a?os, se mantendr¨¢n en la pr¨®xima d¨¦cada entre un 20% y un 80% m¨¢s caros que en el periodo 1998-2007. S¨®lo en los ¨²ltimos nueve meses, el trigo, el arroz, el ma¨ªz y la soja han aumentado un 45%. Y los m¨¢s perjudicados ser¨¢n una vez m¨¢s los pa¨ªses m¨¢s pobres a menos que reciban ayudas para aumentar la producci¨®n y mejorar sus m¨¦todos. Ser¨¢n ellos quienes m¨¢s contribuir¨¢n a pagar la onerosa factura que supone el proteccionismo y las especulaciones financieras sobre las materias primas en el Primer Mundo.
Las malas cosechas de los ¨²ltimos a?os, las escasas reservas de cereales, la subida del precio del crudo por encima de los 120 d¨®lares, as¨ª como la fuerte demanda de los biocarburantes son los causantes de que se hayan disparado todas las alarmas. En el punto de mira est¨¢ precisamente esta fuente alternativa de energ¨ªa utilizada sobre todo en los pa¨ªses m¨¢s desarrollados, que ha sido en buena parte causante de la subida de precios al servirse de cereales, semillas oleaginosas y az¨²car. No se trata ni mucho menos de eliminarla, pero s¨ª, como observa la FAO, de poner coto a los subsidios que reciben quienes la producen y a liberalizar por completo su comercio.
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