El m¨®vil se chiva: somos animales de costumbres

La mayor¨ªa de las personas hacen desplazamientos regulares entre unos pocos lugares, con alg¨²n recorrido m¨¢s largo de vez en cuando: los humanos, al parecer, somos animales de costumbres en esto. Es el patr¨®n que surge de un estudio realizado en Estados Unidos sobre la movilidad de la gente, bas¨¢ndose en las posiciones de sus telefonos m¨®viles. Las trayectorias que sigue la gente muestran "un alto grado de regularidad temporal y espacial", afirman los autores de la investigaci¨®n.

Este tipo de estudios, hasta ahora demasiado vagos por la dificultad de registrar los recorridos de las personas, son ¨²tiles para la planificaci¨®n urbana o las previsiones de tr¨¢fico, pero tambi¨¦n para aplicaciones sanitarias, como conocer la difusi¨®n probable de enfermedades infecciosas. El estudio, dirigido por Albert-Laszlo Barabasi (Universidad Northeastern, en Boston, EE UU), se presenta hoy en la revista Nature.

Los investigadores han podido seguir el rastro a miles de personas gracias a las redes de telefon¨ªa m¨®vil, que tienen localizada la se?al de cada aparato (si no, la red no sabr¨ªa a qu¨¦ antena o antenas debe enviar las llamadas o mensajes de un usuario en cada momento). El estudio no supone acceso a los contenidos de las comunicaciones. La informaci¨®n corresponde a los desplazamientos de 100.000 m¨®viles elegidos al azar en una muestra de m¨¢s de seis millones de usuarios an¨®nimos. "Los datos que hemos manejado indican s¨®lo la identidad de la antena m¨¢s pr¨®xima a un usuario de m¨®vil", advierten Barabasi y sus colegas.

Hasta ahora se hab¨ªan hecho modelos de movilidad humana basados, por ejemplo, en billetes de banco, pero son muy imprecisos, porque ese indicador puede no dejar huella de desplazamientos cotidianos como la ida y vuelta al trabajo.