"Somos un monstruo de dos cabezas"
Al m¨¢s peque?o, Jos¨¦, le gusta la carne menos hecha, con su punto rojito. David, el mayor, la prefiere m¨¢s asada. Es de las pocas cosas que diferencia a los hermanos Mu?oz, dos j¨®venes de Cornell¨¤ (Barcelona) que desde hace casi una d¨¦cada son famosos en toda Espa?a, y parte de Latinoam¨¦rica, con el nombre art¨ªstico de Estopa. El punto que le dieron a su m¨²sica, mezclando el sonido del rock callejero de un Rosendo o un Extremoduro con el eco y gracejo rumbero de unos Chichos o unos Chunguitos, les convirti¨® en estrellas en muy poco tiempo. Y con ese sonido de rock and roll por rumbitas han creado una escuela de artistas imitadores.
David y Jos¨¦, sin embargo, no han perdido el punto inocente y candoroso que impact¨® cuando empezaron. Siguen siendo como eran. Hablan casi al un¨ªsono, como si pensaran en una misma direcci¨®n. Acaso David sea m¨¢s hablador, pero cuando su conversaci¨®n queda suspendida mientras piensa qu¨¦ decir, Jos¨¦ le termina las frases.
El d¨²o acaba de editar 'Allenrok', que "es a Cornell¨¤ lo que Dridam a Madrid"
"Somos un monstruo de dos cabezas", dice Jos¨¦ (Jose, para los amigos), mientras su hermano ojea la carta antes de pedir qu¨¦ comer. "?Tienes patatas fritas?", pregunta David al camarero. "Nos gustan las patatas fritas m¨¢s que otra cosa", confiesan casi a la vez, "y no nos gusta ir a restaurantes pijos que si se las pides te miran con mala cara". Reconocen que no saben hacer casi nada el uno sin el otro. Est¨¢n tan unidos, que cuando hablan de la reciente paternidad de David, uno dice "tengo un hijo"; el otro, "y yo un sobrino", como si fuera la misma cosa. Para m¨¢s inri, las compa?eras sentimentales de ambos son ¨ªntimas amigas entre s¨ª desde la infancia: "Las conocimos a la vez, en unas vacaciones en Zarzacapilla, el pueblo de nuestros padres". Y en esos largos viajes en coche al pueblo desde Cornell¨¤, recuerda Jose, no lo pasaban muy bien: "En un kil¨®metro vomitaba yo, y en el siguiente, David".
Dejaron Cornell¨¤ cuando su primer disco, publicado a finales de 1999, empez¨® a tener ¨¦xito y su discogr¨¢fica les requer¨ªa en Madrid a menudo para actos promocionales. "El disco se public¨® en octubre, despu¨¦s de que en el verano la compa?¨ªa hab¨ªa hecho sonar alguna canci¨®n por la radio", recuerda Jose. "Pero seguimos trabajando en la f¨¢brica [una cadena de montaje de autom¨®viles], hasta la Navidad, para no perder la paga extra", le ataja David.
Piden carne en el restaurante. El camarero les sugiere que ese d¨ªa tiene un buen lomo de buey. Como un resorte, ambos se ponen a tararear "lomo de buey, lomo de buey, lomo de buey" sobre el estribillo de Give it away, una de las primeras canciones conocidas del grupo californiano Red Hot Chili Peppers, que a ambos les encanta. Y se r¨ªen el uno con el otro.
Acaban de publicar Allenrok, quinto disco de su carrera, una extra?a palabra que "es a Cornell¨¤ lo que Dridam ser¨ªa a Madrid", explica David riendo. Los Estopa han pasado 10 d¨ªas en la plaza de toros de Valdemorillo ensayando el montaje de la gira de la presentaci¨®n del disco, en la que ya est¨¢n inmersos. Como un solo hombre que parece que son, ambos concluyen: "Tenemos la suerte de vivir de nuestro hobby".
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