Este equipo no tiene futuro
El viento no sabe leer, dicen. Y el tiempo no hace descuentos. Buffon, 30 a?os; Panucci, 35; Materazzi, 35; Barzagli, 27; Zambrotta, 31; Camoranesi, 32; Gattuso, 30; Pirlo, 29; Ambrosini, 31; Di Natale, 31; Toni, 31. En la segunda parte entraron Grosso (31), Del Piero (34) y Cassano (26). Italia es el equipo con la media de edad m¨¢s alta del torneo. Ahora la cr¨ªtica invoca a Lippi y pone en la encrucijada a Donadoni. Que, como la Magdalena, ha pecado por amor. Materazzi, guste o no, se ha convertido despu¨¦s de Berl¨ªn en un icono. El seleccionador no ha querido hundirlo recurriendo a Panucci o Chiellini. Resultado: Van Nistelrooy parec¨ªa un cohete. De nuevo, Donadoni ha dado confianza al centro del campo del Milan, que no ha entusiasmado a lo largo del campeonato, prefiri¨¦ndolo al romanista. De Rossi, al menos, habr¨ªa echado una mano en la cobertura, pero tambi¨¦n como regista [organizador del juego] alternativo, ya que ahora todos los rivales marcan a Pirlo como si fuera un delantero. Adem¨¢s, Donadoni no ha tenido en cuenta que en el Milan los trescuartistas son Seedorf y Kak¨¢, otra cosa respecto al voluntarioso Di Natale y al confuso Camoranesi.
La bofetada ha sido fort¨ªsima por otro detalle: el pa¨ªs que invent¨® la contra recibi¨® as¨ª dos goles
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As¨ª, ahora hay quien a?ora a Cannavaro (35 a?os) e Inzaghi (35). La bofetada ha sido fort¨ªsima y recargada por un detalle: el pa¨ªs que ha inventado la contra y ha vivido de ella durante tiempo ha recibido dos goles de ese modo de las presuntas cigarras holandesas. Tambi¨¦n ha sufrido una lecci¨®n t¨¢ctica. Se puede jugar con un delantero-boya con tal de tener unos trescuartistas que lo apoyen desde cerca. Holanda los ten¨ªa: Kuyt, Sneijder, Van der Vaart. Italia, no tanto. Di Natale estaba siempre a m¨¢s de 20 metros de distancia de Toni. De la escuadra azzurra, Gattuso siempre ha sido el alma luchadora. En Berna parec¨ªa un conductor de ricksaw en medio de una circulaci¨®n motorizada. Para encontrar una derrota italiana con tres goles en contra en el marcador en un escaparate importante hay que remontarse a octubre de 1983: Italia-Suecia, en N¨¢poles, 0-3. Era un partido de clasificaci¨®n para la Eurocopa de Francia. La Italia de Bearzot, campeona del mundo en Madrid, fall¨® la cita. Y otra Italia, la de Sacchi subcampeona del mundo en 1994, fue eliminada en la primera fase en la Eurocopa de 1996. A menudo, una Eurocopa trastorna los valores. Basta con pensar en Grecia, actual campeona, pero para esta Italia eso no sirve de consuelo. Muchos aficionados piensan que Italia consigue dar el m¨¢ximo s¨®lo cuando est¨¢ contra las cuerdas, sumergida en esc¨¢ndalos, como ocurri¨® en 1982 y 2006. Puede que sea as¨ª, y lo veremos mejor el pr¨®ximo viernes contra Rumania. Los supersticiosos y rom¨¢nticos que miren hacia otro lado. Ya ahora hay algo que parece claro: Italia tiene miedo a la juventud -no ocurre s¨®lo en el calcio- y demasiado respeto al poder establecido de los resultados.
Este equipo ha dado el m¨¢ximo hace dos a?os sin encantar nunca a los estetas, sufriendo siempre contra cualquiera. Ahora se encuentra luchando en un presente lleno de baches, nubes y espinas. Todav¨ªa puede conseguirlo. Francia no est¨¢ mucho mejor que nosotros, pero un ciclo ha terminado, dig¨¢moslo con la m¨¢xima serenidad y la m¨ªnima amargura. Este equipo no tiene futuro. Falta s¨®lo, en un horizonte de lagos, el canto del cisne.
Gianni Mura es escritor y periodista del diario La Repubblica.
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