Medio siglo en el Liceo
Carreras ofrece en el teatro en el que debut¨® hace 50 a?os un recital que se retransmiti¨® en la playa de la Barceloneta
El d¨ªa dubitativo dio paso al fin a una puesta de sol radiante y a una de esas noches napoletanas de la Barceloneta que no pod¨ªa venirle mejor al repertorio que Jos¨¦ Carreras ten¨ªa preparado para celebrar sus bodas de oro con el Liceo. Nada de viento, tan solo un soave zeffiretto refrescante. La luna llena se reflejaba sobre el mar en calma y en el horizonte las luces de las barcas de pesca formaban una guirnalda verbenera. Hablaba el presentador de TV-3 -que retransmit¨ªa el concierto por la tele y a trav¨¦s de una gran pantalla instalada en la playa- de 2.000 personas concentradas en la plaza del Mar. Puede. Las sillas dispuestas en la explanada estaban ocupadas casi en su totalidad, y en la playa numerosas personas se hallaban tumbadas sobre toallas, siguiendo relajadamente el recital. La voz de Carreras se escuchaba vibrante y limpia y el p¨²blico la segu¨ªa con un silencio reverencial, m¨¢s propio del teatro que de la playa.
Hac¨ªa ya casi dos horas que el recital hab¨ªa comenzado cuando se inici¨® la retransmisi¨®n. Antes, un Liceo lleno hasta la bandera hab¨ªa aplaudido a rabiar al tenor, que se entreg¨® a fondo en una larga velada coronada nada m¨¢s y nada menos que por ocho propinas. En su reencuentro con el p¨²blico del Liceo -teatro donde, con 11 a?os, en 1958, debut¨® como ni?o soprano cantando el papel de Trujam¨¢n de El retablo de maese Pedro, de Falla- Carreras correspondi¨® al cari?o haciendo lo que mejor sabe hacer encima de un escenario: transmitir emociones a trav¨¦s de su voz. Arropado en todo momento por el acompa?amiento c¨®mplice del pianista italiano Lorenzo Bavaj, la efusividad l¨ªrica de Carreras brill¨® de forma intensa en las canciones napolitanas, columna vertebral de un recital seleccionado para complacer al gran p¨²blico.
La velada fue larga y cuando el Liceo ya estaba silencioso, al filo de la medianoche, apareci¨® por la Barceloneta el cantante, acompa?ado de Bavaj, para interpretar una pieza en directo. Y la canci¨®n no pod¨ªa ser otra: Rosor. As¨ª se lo reclamaba el p¨²blico en pie y el cantante no iba a regate¨¢rsela. "Rosor, no desfassis la il.lusi¨®". El p¨²blico se part¨ªa las manos y ped¨ªa otra pieza. No la hubo. Hac¨ªa fresco a esa hora y la "ilusi¨®n", Carreras ya se la hab¨ªa dado.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.