La crispaci¨®n "territorializ¨®" los resultados electorales
La estrategia de la crispaci¨®n, llevada a cabo por el PP tras las elecciones generales de 2004, ha cumplido con su cometido: evit¨® que el PSOE consiguiera la mayor¨ªa absoluta el pasado 9-M y sirvi¨® para "territorializar" los resultados de esos comicios, puesto que el PP gan¨® m¨¢s votos en Madrid, Comunidad Valenciana y Murcia, mientras el PSOE consigui¨® crecer en Catalu?a y Pa¨ªs Vasco. As¨ª lo recoge el informe La Democracia en Espa?a. La estrategia de la crispaci¨®n. Derrota, pero no fracaso, elaborado por la Fundaci¨®n Alternativas y presentado ayer en Valencia por Juan Manuel Eguiagaray, director del laboratorio de la fundaci¨®n.
Para la socialista Carmen Alborch, la estrategia de la crispaci¨®n no solo se ha utilizado para llegar al poder, sino que el PP valenciano ha creado del "victimismo una fuerza" que ha llevado a los valencianos a identificar al PP con el partido que defiende los intereses de los valencianos "frente a Zapatero, que no les quiere. Y esto no se combate solo con cifras", dijo Alborch, quien constat¨® que ni la divisi¨®n del PP valenciano ni casos como el de Fabra han tenido consecuencias electorales.
Ignacio Urquizu, uno de los investigadores del informe de 2008, a?adi¨® que los lugares donde el PP ha sumado m¨¢s votos (Madrid, Valencia y Murcia) tienen en com¨²n que all¨ª gobierna el PP, que los socialistas tienen problemas internos, lo que debilita su labor de oposici¨®n y que han sido -sobre todo Madrid- los escenarios donde se ha puesto en pr¨¢ctica esta estrategia de crispaci¨®n.
Seg¨²n Carmen Aranegui, catedr¨¢tica de la Universitat de Val¨¨ncia, hace m¨¢s de 10 a?os que el PP tiene un plan de ataque. La crispaci¨®n ha irradiado sobre la sociedad civil espa?ola, defendi¨® la acad¨¦mica, y ha acabado por romper el discernimiento de la ciudadan¨ªa. "Esto es visible en los medios de comunicaci¨®n. Nadie puede negar hoy que las palabras han sacado ventaja a los argumentos", apostill¨®. Para Aranegui, la apuesta por el talante de Zapatero fue uno de los grandes ant¨ªdotos contra la crispaci¨®n y defendi¨® la democracia participativa como el instrumento m¨¢s adecuado para construir una cultura democr¨¢tica y sanear la lucha entre partidos. El catedr¨¢tico Ramon Lapiedra insisti¨® en la necesidad de fomentar una cultura que valore la democracia, esencial para afrontar problemas como el cambio clim¨¢tico, la inmigraci¨®n incontenible o la proliferaci¨®n del racismo y la xenofobia.
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