Obama renuncia a la financiaci¨®n p¨²blica de su campa?a electoral
McCain critica a su rival por incumplir un compromiso asumido hace meses
Incumpliendo un compromiso asumido hace meses, cuando su nombre sonaba menos y su cuenta corriente ten¨ªa menos ceros, Barack Obama anunci¨® ayer que renuncia a la financiaci¨®n p¨²blica de su campa?a electoral y que cubrir¨¢ el 100% de los gastos con el dinero que recaude entre los donantes privados. Sin duda, es una prueba de la enorme confianza que el candidato dem¨®crata a la presidencia de EE UU tiene en sus propias posibilidades. Pero, desde la perspectiva de John McCain, es tambi¨¦n una demostraci¨®n de que no se puede confiar en la palabra de su contrincante.
El senador de Illinois puede recaudar mucho m¨¢s por su cuenta
Obama es el primer candidato presidencial que renuncia al dinero del Estado desde que el actual sistema de financiaci¨®n p¨²blica fue impuesto, en 1976, al calor del esc¨¢ndalo del Watergate. "No ha sido una decisi¨®n f¨¢cil", declar¨® ayer Obama en su p¨¢gina web, "pero el sistema, tal como existe actualmente, no sirve y nos enfrentamos a candidatos que se han convertido en maestros a la hora de jugar con esas reglas".
"Esta decisi¨®n", contest¨® McCain, "tendr¨¢ graves consecuencias que debilitar¨¢n el sistema de financiaci¨®n p¨²blica de las campa?as". Ese sistema, que se subvenciona con los tres d¨®lares (unos dos euros) que, de forma voluntaria, donan los ciudadanos al presentar su declaraci¨®n anual de la renta, se hab¨ªa quedado peque?o para la enorme capacidad recaudatoria demostrada por Obama.
La financiaci¨®n p¨²blica de las campa?as marca unas reglas muy estrictas sobre las condiciones en que los candidatos pueden recolectar adem¨¢s dinero privado. Una de ellas es la de no poder aceptar contribuciones de particulares despu¨¦s de las Convenciones de cada partido.
Calculando las cifras actuales, Obama podr¨ªa recibir del Estado algo m¨¢s de 80 millones de d¨®lares (51,5 millones de euros), menos de lo que ¨¦l espera recaudar por su cuenta. Durante las primarias, por ejemplo, las arcas del candidato dem¨®crata presentaban a finales de abril un saldo positivo de 265 millones de d¨®lares. No todo ese dinero se puede emplear ahora en las elecciones presidenciales. La ley separa el dinero que se dona en las primarias del que se entrega para las presidenciales. Cada donante privado no puede entregar m¨¢s de 2.100 d¨®lares (1.350 euros) para cada fase electoral.
Con todo eso, Obama ya tiene 10 millones de d¨®lares para su campa?a presidencial y una red de donantes lo suficientemente amplia como para asegurarse de que cuenta con una suma muy superior a lo que el Estado le dar¨ªa. Esto representa, no obstante, una clara contradicci¨®n con la filosof¨ªa que Obama defiende. Ayer mismo, al anunciar su decisi¨®n, dijo que sigue apoyando "un sistema fuerte de financiaci¨®n p¨²blica". En noviembre del a?o pasado prometi¨® que, si era candidato, retar¨ªa a su oponente a financiar la campa?a con dinero del contribuyente.
Obviamente, McCain se lo record¨® ayer. "Obama ha demostrado ser otro t¨ªpico pol¨ªtico que har¨¢ siempre lo que sea m¨¢s conveniente para Obama", manifest¨® el candidato republicano.
Es probable que McCain se quede en el sistema p¨²blico. Entre otras cosas porque su poder de recaudaci¨®n es muy inferior al de su rival. A finales de mayo hab¨ªa juntado 115 millones de d¨®lares para las primarias. Nada a¨²n para las presidenciales.
Un portavoz de la campa?a de Obama explic¨® ayer que McCain est¨¢ desde hace tiempo recurriendo a subterfugios legales para gastar m¨¢s dinero del que dice recaudar. Las leyes estadounidenses autorizan otras dos v¨ªas de financiaci¨®n, adem¨¢s de las donaciones individuales: los actos de recaudaci¨®n de fondos y las aportaciones de los respectivos partidos pol¨ªticos. Es decir, que con varias limitaciones y condiciones, el Partido Dem¨®crata contribuye a la campa?a de Obama y el Republicano, a la de McCain.
?ste es un terreno en el que, seg¨²n los asesores de Obama, McCain tiene ventaja porque los republicanos tienen m¨¢s dinero. Eso ha sido cierto en los ¨²ltimos a?os, cuando el Partido Republicano, como formaci¨®n en el poder durante la mayor parte del tiempo, era el principal receptor de las aportaciones de las grandes industrias con intereses en Washington. Pero no parece tan cierto hoy. M¨¢s bien se est¨¢ detectando una actitud muy perezosa de parte de los habituales grupos republicanos a rascarse el bolsillo por McCain, mientras que los grupos de inter¨¦s dem¨®cratas est¨¢n volcados con Obama. Internet es el medio en el que esto se hace m¨¢s patente y el que m¨¢s rica ha hecho a la campa?a de Obama desde su lanzamiento.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.