Las zonas ricas de Bolivia boicotean la consulta sobre la gesti¨®n de Morales

Los gobernadores de la media luna boliviana -las cuatro regiones que han aprobado de forma unilateral sus autonom¨ªas- no est¨¢n dispuestos a aceptar el ¨®rdago convocado por Evo Morales para el pr¨®ximo 10 de agosto en forma de refer¨¦ndum revocatorio. Reunidos ayer en Tarija, junto al prefecto de Cochabamba, los l¨ªderes de Santa Cruz, Beni, Pando y Tarija han puesto en duda la participaci¨®n de sus territorios en una consulta en la que se ampara Morales para demostrar que sigue teniendo el respaldo de las urnas y est¨¢ legitimado para llevar a cabo la profunda reforma institucional que propone en la nueva Constituci¨®n, todav¨ªa no ratificada.

El refer¨¦ndum trata de legitimar la Carta Magna aprobada en un cuartel

Morales ha respondido haciendo un llamamiento a las bases del Movimiento Al Socialismo (MAS) para que garanticen la celebraci¨®n de la votaci¨®n en todo el territorio nacional. El presidente boliviano hasta ahora ha optado por asumir lo inevitable y no oponerse en la pr¨¢ctica a la celebraci¨®n de cuatro referendos auton¨®micos consecutivos, a pesar de considerarlos ilegales y separatistas, ya que el Gobierno central es el ¨²nico legitimado para llamar a las urnas a los ciudadanos. Pero no puede permitirse que la consulta crucial de agosto no se lleve a cabo en m¨¢s de la mitad del territorio boliviano. En la pr¨¢ctica, el nuevo desaf¨ªo autonomista y la respuesta gubernamental aumentan en un pelda?o m¨¢s la tensi¨®n entre dos visiones del pa¨ªs completamente enfrentadas y sin visos hasta el momento de llegar a un acuerdo.

Las provincias rebeldes han creado un nuevo ¨®rgano, el Consejo Nacional de Defensa de la Democracia, y quieren que Morales se olvide de la consulta para firmar en cambio un acuerdo de reconciliaci¨®n nacional que reconozca los textos aprobados unilateralmente en sus respectivos territorios. El Consejo se reuni¨® ayer en Tarija, donde menos de 24 horas antes se aprob¨® con el 80% un estatuto de autonom¨ªa, aunque con una alta abstenci¨®n, que oscila entre el 30%, seg¨²n las autoridades locales, y el 60% defendido por el Gobierno central. El presidente boliviano considera que los gobernadores que forman el Consejo representan a las oligarqu¨ªas locales y les ha amenazado con recurrir a la "presi¨®n social".

Por primera vez desde que se desencaden¨® el conflicto auton¨®mico que ha marcado su mandato, Morales juega con ventaja. Para ser revocado, el presidente debe tener en contra m¨¢s votos de aquellos con los que fue elegido presidente. Dado que alcanza el 54% -uno de los mayores porcentajes jam¨¢s registrados-, es muy improbable que pierda la consulta. Adem¨¢s, ha obligado a entrar en el juego a los gobernadores de las nueve provincias del pa¨ªs, que deber¨¢n someterse al veredicto popular en un refer¨¦ndum que promete ser masivo.

"La votaci¨®n ha sido pedida por gente que no tiene nada que ver con mi gesti¨®n", explicaba el gobernador de Tarija, Mario Coss¨ªo, quien no obstante asegur¨® "no tenerle miedo" a la convocatoria. Por su parte, Leopoldo Fern¨¢ndez, gobernador de Pando, destac¨® que el refer¨¦ndum revocatorio "no le conviene a nadie porque no soluciona nada". Estos razonamientos son para el Gobierno se?ales inequ¨ªvocas del miedo a la derrota por parte de los gobernadores d¨ªscolos. "Ya saben que perder¨¢n el 10 de agosto", subray¨® el viceministro de Justicia, Wilfredo Ch¨¢vez.

Con una victoria en la mano, Morales tendr¨¢ luz verde para retomar la aprobaci¨®n de la pol¨¦mica Constituci¨®n adoptada el pasado diciembre en el interior de un cuartel y con la ¨²nica presencia de los diputados del Movimiento Al Socialismo (MAS), la formaci¨®n del presidente. Para que entre en vigor, el texto -que consagra la revoluci¨®n indigenista proyectada por Morales- todav¨ªa tiene que ser respaldado en un refer¨¦ndum popular, y a esa consulta el mandatario quiere llegar tras un triunfo y no tras una cadena de votaciones desafiantes.