El cineasta que vive de los poetas
Las paredes de la casa barcelonesa de Jos¨¦ Luis Guer¨ªn est¨¢n desnudas. Ni un cartel, ni una imagen. Todo blanco. Ning¨²n punto donde posar su mirada cuando le hacen fotograf¨ªas. Todo lo contrario a la bella librer¨ªa de techos altos. Con estanter¨ªas desde el suelo, y con peque?as l¨¢mparas salpicadas a lo largo de todo el panel, una pared est¨¢ dedicada a las im¨¢genes y la pintura, y la otra a los cuentos y la poes¨ªa. Por algo Jos¨¦ Luis Guer¨ªn, el cineasta tranquilo y sosegado, amante de los silencios, asegura que vive de los poetas, que cree en la acci¨®n de leer las im¨¢genes y los sonidos, igual que los libros. "El cine se debe de leer tambi¨¦n", asegura este realizador de 47 a?os, sentado en un mirador rodeado de plantas en el Example de Barcelona.
Dice de s¨ª mismo que es m¨¢s espectador que cineasta y m¨¢s amante del cine mudo que del sonoro
Esta semana ha salido a la venta un lote con tres de las siete pel¨ªculas de Guer¨ªn que nunca hab¨ªan sido editadas en DVD: Innisfree (1990), Tren de sombras (1997) y Unas fotos en la ciudad de Sylvia (2007). El paquete incluye extras realizados en su d¨ªa por Guer¨ªn, entrevistas, adem¨¢s de un libreto de sesenta p¨¢ginas que recoge ensayos, cr¨ªticas y reflexiones sobre las tres pel¨ªculas a cargo de cr¨ªticos, historiadores y colaboradores del cineasta.
La melancol¨ªa le impide ver sus pel¨ªculas antiguas. En esta ocasi¨®n, no ha tenido m¨¢s remedio que repasar dos de sus primeros filmes (Innisfree y Tren de sombras), pero lo ha hecho con una mirada protegida, distante, muy t¨¦cnica. "Creo que un cineasta nunca ve su pel¨ªcula, ve las circunstancias que le rodeaban cuando la hizo, las personas que estaban contigo, el momento vital en el que te encontrabas para hacerla". A Guer¨ªn, los editores de los DVD le pidieron que controlara las nuevas versiones. Y lo ha hecho supervisando el proceso de talonaje, el control de los colores y la imagen y realizando la divisi¨®n de los episodios de las pel¨ªculas para que obedecieran a una l¨®gica.
Confiesa que del reencuentro se ha llevado m¨¢s de una sorpresa. De Innisfree, con el que volvi¨® cuarenta a?os despu¨¦s a los mismos parajes irlandeses en los que John Ford rod¨® El hombre tranquilo, dice que hay demasiado trabajo de montaje, excesiva fragmentaci¨®n de im¨¢genes, que no deja el espacio necesario para la mirada del espectador. "Hay motivos por los que me cuesta m¨¢s aceptarme. Las im¨¢genes est¨¢n trocead¨ªsimas, probablemente porque hab¨ªa un lado exhibicionista m¨ªo con el montaje. He visto que hay un formalismo excesivo en el montaje y eso conduce a un filme que se?ala mucho m¨¢s al espectador. Un motivo muy importante para m¨ª es el de respetar ese espacio del espectador. Es todo lo contrario a lo que hoy algunos cineastas j¨®venes pretenden con su cine, que es enganchar al espectador. Yo no quiero enganchar. Una pel¨ªcula es un viaje entre dos miradas, la del cineasta y la del espectador. La pel¨ªcula, el acto de ver cine, para que de verdad sea un medio de comunicaci¨®n y no una forma de alienaci¨®n, precisa de ese intercambio de dos miradas. ?Cu¨¢l es el tono, la distancia adecuada para que se establezca ese intercambio? Si no existe ese espacio, el cine se deval¨²a y, lo que es peor, deja de ser comunicaci¨®n. Eso es lo que hace la televisi¨®n, invadir el terreno del espectador, tratar al espectador como consumidor, engancharle".
Todo lo contrario a Tren de sombras, con la que Guer¨ªn se siente plenamente representado. La indagaci¨®n po¨¦tica y detectivesca en torno a las filmaciones estivales registradas en Normand¨ªa por un singular pionero del cine amateur -el abogado parisiense Mr. G¨¦rard Fleury (1877-1930)- centra el filme realizado en 1997.
Pero con la pel¨ªcula que m¨¢s se entusiasma ahora este cineasta es con Unas fotos en la ciudad de Sylvia, una hora y cinco minutos de fotos de mujeres rodada en absoluto silencio. "Es una pel¨ªcula y no lo es, al mismo tiempo. Est¨¢ construida con fotograf¨ªas y es el espectador quien va inventando su propia pel¨ªcula, el que va cubriendo los espacios de tiempo entre una foto y otra. Creo que el formato ideal para esta pel¨ªcula no es la pantalla del cine, sino el v¨ªdeo, porque es un filme que yo he pensado en silencio, como el silencio de la literatura cuando lees un libro solo en tu casa".
La recuperaci¨®n de Innisfree ha sido altamente complicada. Gracias a Chema Prado, director de la Filmoteca Espa?ola, este negativo ha podido ser rescatado de una serie de aventuras incre¨ªbles de las que se ha resentido. "Estaba, como tantos otros negativos, secuestrado en el marasmo de Fotofilms, que present¨® suspensi¨®n de pagos. Est¨¢ en muy mal estado y los empalmes se han ido separando. Gracias a su edici¨®n ahora en DVD, hemos podido digitalizarla y realizar una primera limpieza". Mejor suerte ha corrido Tren de sombras, que se ha conservado bien gracias a Pere Portabella, su productor.
"Otros se jactar¨¢n de lo que han escrito, yo me jactar¨¦ de lo que he visto". Esta frase de Borges la hace suya Guer¨ªn cuando dice de s¨ª mismo que es m¨¢s espectador que cineasta y m¨¢s amante del cine mudo que del sonoro. "Tengo comprobado que mis experiencias m¨¢s intensas como espectador las he tenido con el cine mudo, visto en colectividad y sin m¨²sica. Es donde de pronto el cine se me hace m¨¢s intenso, se parece m¨¢s a un sue?o, esa fraternidad del p¨²blico frente a la emoci¨®n de las im¨¢genes mudas. Pero tambi¨¦n constato que hay gente que no sabe c¨®mo sentarse, que cuando hay silencio ya no sabe c¨®mo acomodarse en la butaca".
Ni el ruido, ni el confort. Y mucho menos la ornamentaci¨®n. No es un hombre Guer¨ªn al que le guste la comodidad. Convencido como est¨¢ de que la creaci¨®n es incompatible con el confort, de que la ¨²nica manera de crear es buscando un espacio de pugna y la dificultad, el realizador intenta, en medio de las facilidades y los avances t¨¦cnicos, imponerse d¨ªa a d¨ªa mayor disciplina y rigor. "Tengo el conocimiento artesanal de la fotoqu¨ªmica, pero me van muy bien las novedades t¨¦cnicas y las utilizo. Con el digital o los ordenadores parece que nada cuesta nada, se hace un fundido y un encadenado y no cuesta dinero. Antes ten¨ªas que pensar si lo pod¨ªas hacer y s¨®lo lo hac¨ªas si era realmente importante. Esa disciplina te preserva de la gratuidad ornamental". Ahora lo hace rumiando dos pel¨ªculas al mismo tiempo. Si lo que dice un amigo suyo es verdad -"las pel¨ªculas impares te salen ¨ªntimas y silenciosas y las pares corales y abiertas"-, ahora va camino de la octava, una par. Parece que s¨ª, que se alejar¨¢ algo del silencio de su ¨²ltimo filme, Unas fotos en la ciudad de Sylvia. "No quiero decir nada, estoy en un momento en el que las explicaciones te las debes a ti mismo". -
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