Dos siglos de placeres

Vicente Garc¨ªa, propietario de los vi?edos y bodega de Requena Pago de Tharsys, se desliza como el vino entre dos mundos. Uno f¨¦rreo y tenaz, otro epic¨²reo. El primero le viene de lejos, de cuando trabajaba la tierra como agricultor. Tras quejarse a su padre de que hab¨ªa dado con una zona demasiado dura y de que no pod¨ªa con ella, ¨¦ste le contest¨®: "si va duro, le das m¨¢s fuerte". Y as¨ª ha hecho con la vida, sin dejar de disfrutar hasta el ¨²ltimo trago de ella. El hecho del disfrute -de gozar con eso- es lo que define su otro lado, el bohemio. Hay dentro suyo un algo que le hace llevar coleta y mostrarse joven con 66 a?os. El equilibro entre ambos tonos lo ha transmitido a las miles de botellas -12.000 de albari?o, 40.000 de tinto, y unas 250.000 de cava- que produce cada a?o. Es tambi¨¦n lo que le lleva a montar una fiesta cada vez que, para el vino blanco, lleva a cabo una vendimia nocturna en la que participan voluntarios.

"Hemos de volver a situarnos en el lugar vin¨ªcola que nos corresponde"

"Para que se entienda, la bodega es como una querida", opina, "no da dinero, pero s¨ª placer". "Es verdad que si un d¨ªa lo vendes todo, puedes ganar dinero, pero si lo que tienes te gusta, ?para qu¨¦ lo vas a vender?".

Se explica claro como los tonos diamantinos de cava que han situado en el mapa a Pago de Tharsys. En 2005, su Brut Nature fue considerado como el mejor de Espa?a en el concurso de catas Enoforum. El cava Carlota Suria -que lleva el segundo nombre y el apellido de su mujer Ana, de 42 a?os, con quien lleva casado 16- abri¨® los ojos a mucha gente sobre la capacidad de exploraci¨®n de la bodega.

Con el Tharsys ?nico, hecho a partir de uva negra Bobal, conquist¨® paladares en la misma regi¨®n de Champagne. "En esa zona hay 50.000 hect¨¢reas y 10.000 bodegas", dice Vicente. "Aqu¨ª mismo en cambio, tenemos 44.000 hect¨¢reas y s¨®lo 160 bodegas". "Es absurdo, porque nuestras condiciones clim¨¢ticas son superiores, nuestra uva madura mejor y poseemos la misma tecnolog¨ªa: hemos de volver a situar la Comunidad Valenciana en el lugar vin¨ªcola que le corresponde".

"Ahora hace 200 a?os que la vieja bodega fue construida", a?ade. "La restaur¨¦ todo lo que pude, conservando su esencia hist¨®rica", recuerda. Reciben la visita de unos aficionados ingleses, que acceden al tour guiado para clientes. Las barricas de roble franc¨¦s permiten la crianza de los vinos y los gruesos muros originales de la bodega se utilizan para el envejecimiento de los mismos. "Esta bodega fue muy moderna para la ¨¦poca", explica su due?o, quien tiempo atr¨¢s ya impuls¨® el cava en la zona a trav¨¦s de la marca Torre Oria. "Ten¨ªa construido un pasillo que favorec¨ªa la evacuaci¨®n del CO2 resultante de la fermentaci¨®n y que ha causado muchas muertes accidentales en bodegas", relata.

Los productos de Pago de Tharsys destilan diferencia, buscan el mito. Por ello, algunas de sus etiquetas de cer¨¢mica llevan dibujadas a cada una de las tres Gorgonas, idea de una hija de Vicente. Por ello tambi¨¦n nace el uso del nombre Tharsys: "Relaciona Requena con la antigua ¨¦poca de los tartesios", explica Ana.

"La crisis no afecta a nuestro consumidor, que sigue bebiendo sin padecer". Especialmente la parte de ese sector que puede permitirse pagar su ¨²ltimo producto, un vino de casi 400 euros del que habr¨¢ menos de 900 botellas. "Es el de la m¨¢s alta gama, un vino exquisito que creemos que es bueno para Valencia porque demuestra que en esta tierra, en cuesti¨®n de vino, nadie nos tiene que dar lecciones", explica Vicente. Junto con un cava conmemorativo de 18 euros la botella, este caldo se ha convertido en la se?a del 200 aniversario de una bodega en crecimiento que env¨ªa productos a diferentes pa¨ªses de Europa.