Tradici¨®n y contemporaneidad flamenca

El rojo pasi¨®n, el verde esmeralda y el negro crep¨²sculo brillaron en las batas de cola de las magn¨ªficas bailaoras Merche Esmeralda, Bel¨¦n Maya y Roc¨ªo Molina, las protagonistas de Mujeres. El espect¨¢culo que ilumin¨® el anfiteatro del Teatre Grec de Montju?c la noche del domingo -un brillo que comparti¨® con el de los fuegos artificiales tras ganar Espa?a la Eurocopa- logr¨® que este incomparable marco se inundar¨¢ de magia. Curiosamente, hubo muchos varones entre el numeroso p¨²blico que acudi¨® a esta cita flamenca, aunque el sonido de alg¨²n transistor delataba la doble afici¨®n de algunos de los espectadores.

En 1996, Merche Esmeralda ofreci¨® este espect¨¢culo en el teatro Victoria de Barcelona; entonces lo bail¨® con Raquel Gin¨¦s y una desconocida Sara Baras. Ahora, sus compa?eras son las soberbias bailaoras Bel¨¦n Maya y Roc¨ªo Molina. Son m¨¢s j¨®venes que Merche y su flamenco m¨¢s contempor¨¢neo, pero las tres personalidades interpretativas no se estorban, lucen por s¨ª solas, en d¨²os o en el tr¨ªo. La majestuosidad de la Esmeralda contrasta con la viveza de la Molina y con la contemporaneidad de la Maya, creando un espect¨¢culo sugestivo y rico. Si bien los cantaores y m¨²sicos del espect¨¢culo arropan eficazmente a estas mujeres, hay que hacer menci¨®n especial a la cantante malague?a Diana Navarro. Su extraordinaria voz unida a su impresionante f¨ªsico emocion¨® hasta derretir al p¨²blico.

El espect¨¢culo, de 90 minutos de duraci¨®n, es un intenso recorrido por los diferentes palos del flamenco. Se inicia con unas ronde?as a cargo de las tres int¨¦rpretes. Despu¨¦s, cada una de las artistas tiene su momento de gloria. Merche Esmeralda brill¨® en la sole¨¢; elegante y avanzando por la escena como una diosa exhibi¨® su quiebro de cintura casi sobrenatural mientras sus brazos se dibujaban en el espacio con gran expresividad.

Bel¨¦n Maya, por su parte, estuvo espl¨¦ndida en los tangos, y mostr¨® su en¨¦rgico zapateado y sus elocuentes brazos torneados por la contemporaneidad. Junto a Roc¨ªo Molina bail¨® un interesante paso a dos titulado Romance de Zaiede en la que ambas parec¨ªan dos bailarinas de Graham.

La joven Roc¨ªo Molina fue realmente una revelaci¨®n. Su insolente baile y su sensual movimiento de brazos, adem¨¢s de su sensual cimbreo de cintura, la convierten en una int¨¦rprete que hay que tener en cuenta en el futuro. Espl¨¦ndida en la seguiriya. Al final todos los miembros del espect¨¢culo bailaron por buler¨ªas para agradecer los aplausos de un entusiasta p¨²blico puesto en pie.