?Qui¨¦n da m¨¢s?

Por 8.000 euros podr¨ªa haber conseguido 12 botellas de Ch?teau Latour del 96, y si dispusiese de algo m¨¢s, unos 17.300 euros, se hubiese llevado seis botellas del m¨ªtico vino franc¨¦s Petrus del 2000. ?Una ganga? No, son los precios pagados recientemente en una subasta de Par¨ªs. En total, 30.000 botellas por m¨¢s de un mill¨®n de euros.

Parece que son buenos tiempos para las casas de subastas y para los que disponen de joyas en forma de botella de vino. Durante 2007 este negocio gener¨® unos 204 millones de euros (25% m¨¢s que en 2006). Estados Unidos obtuvo el 70% de las ventas, la debilidad de d¨®lar ha atra¨ªdo a clientes extranjeros. Como ejemplo, la casa de subastas neoyorquina Acker Merrall & Condit (www. ackerwines.com), que en una sola puja logr¨® 10,5 millones de euros. Esta empresa, l¨ªder en Estados Unidos, ha celebrado en Hong Kong la que se considera mayor subasta de Asia, con una venta r¨¦cord de 8,2 millones de d¨®lares y con un abrumador ¨¦xito del champ¨¢n. En Asia tambi¨¦n ve negocio Christie's; 2007 fue su mejor a?o de facturaci¨®n. Adem¨¢s, Internet irrumpe con fuerza en este mercado del lujo: winebid.com factur¨® m¨¢s de 1,7 millones de euros.

?Qui¨¦n compra? Pujan nuevos ricos de China y Rusia, j¨®venes potentados europeos, comerciantes y financieros an¨®nimos, capaces de pagar 250.000 euros por una botella de Hermitage La Chapelle de 1961. El vino como inversi¨®n y s¨ªmbolo de status social. Y ?qui¨¦n vende? Suelen ser hombres de negocios que por "apuros econ¨®micos" o motivos personales hacen p¨²blicas sus colecciones privadas, restauradores en quiebra, coleccionistas con demasiado vino o herederos abstemios que no saben qu¨¦ hacer con ¨¦l. ?Quieren pujar? Mediante un sencillo software, la afamada Christie's Live (www.christies.com) convierte el ordenador en una sala de subastas.