Un disparate de verano
Shakespeare andaba m¨¢s que sobrado de recursos y artima?as teatrales, de manera que si la cosa se le pon¨ªa de u?as, se sacaba un espectro de la manga y se lo azuzaba a Hamlet, para que declamara frases lapidarias. A Jos¨¦ Joaqu¨ªn Ripoll, que tambi¨¦n va servido de artima?as institucionales, cuando le incomoda alguna moci¨®n de los socialistas o de cualquier grupo de la oposici¨®n, echa mano de alguna diputada de su cuerda, para que escenifique a Arias Navarro, cuando solloz¨®: Franco ha muerto. En una ocasi¨®n as¨ª, la diputada ha improvisado un desastre en tres desatinos, pero sin ninguna originalidad, confundiendo el culo con las t¨¦mporas o la subida del agua y de la luz, con el imperativo de la ley, en este caso de la llamada ley de la Memoria Hist¨®rica, que, aunque t¨ªmida, est¨¢ por encima de los socorridos reglamentos, con los que se calzan las zapatillas, cuando toman lo que es de toda la ciudadan¨ªa, por pisito de acomodo y privilegio. ?Tiene fecha de caducidad esta pr¨¢ctica que atenta contra los m¨¢s elementales principios democr¨¢ticos o estamos en los tiempos del a¨²n vale todo? Y eso que s¨®lo son okupas de cuatrienio, que olvidan demasiadas cosas, como el hecho de que las urnas no expiden t¨ªtulos de propiedad, ni planos dise?ados para la especulaci¨®n, y s¨ª, adem¨¢s del transitorio empleo, con la abultada n¨®mina a cargo de los contribuyentes, el escrupuloso cumplimiento de la legalidad, a la luz del vecindario, y sin tirar de trucos, evasivas y patra?as, que luego todo se sabe.
En la Diputaci¨®n Provincial, en el Ayuntamiento de Alicante y otros municipios bajo la vara de la derecha, tienen el mismo manual de defensa, contra la dichosa ley: bien con la ret¨®rica rancia propia de su condici¨®n, bien echando los pies por alto y exigiendo peajes delirantes. Roque Moreno, portavoz adjunto del Grupo Socialista que present¨® la moci¨®n el jueves ¨²ltimo, no tiene por qu¨¦ cogerse berrinches y como lo sabe, no se los coge. Son los trasnochados conservadores quienes m¨¢s tarde o temprano, pasar¨¢n por el aro. Si persisten en su obcecada vulneraci¨®n de la ley, pueden dar en presuntos delincuentes. Si por robar una cabra, te vas de cabeza al trullo, ?qu¨¦ pasar¨¢ si ocultas un fiambre -aunque sea en efigie- en el s¨®tano y lo pones de alcalde perpetuo o de flor de almendro? Aqu¨ª s¨ª que est¨¢ el partido de Rajoy y que no es otro m¨¢s que el desvencijado PP, pero reci¨¦n vestido en las rebajas.
Y no hay que darle vueltas; ah¨ª, el se?or D¨ªaz, campista, y all¨ª, el se?or Ripoll, zaplanista, coincidiendo en un adagio doctrinal del segundo de los dichos mendas: "Ni yo ni nadie de mi partido somos deudores del franquismo". Entonces, ?d¨®nde metemos a Fraga?, ?d¨®nde, a Mayor Oreja en su a?oranza de aquel ed¨¦n dictatorial?, ?d¨®nde, a un Aznar que se negaba p¨²blicamente a aceptar la Constituci¨®n? Hombre, seriedad, responsabilidad y a apencar con su propia y a?eja historia, no a disfrazarla, ni a meterla en el cubo de la basura. ?Se dan cuenta? Tambi¨¦n tienen que hacer memoria o se ir¨¢n perdiendo m¨¢s y m¨¢s. Y ya saben: si al que recuerda, hay que sacarle un ojo, al que olvida hay que sacarle los dos. Pobretes m¨ªos.
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