El Supremo respalda el Alarde tradicional de Ir¨²n

La celebraci¨®n del Alarde tradicional de Ir¨²n, en el que las mujeres s¨®lo pueden participar como cantineras, no supone una discriminaci¨®n por raz¨®n de sexo, ya que se trata de un desfile privado que no impide que se celebre otro en el que hombres y mujeres puedan intervenir en igualdad de condiciones. Eso es, al menos, lo que entiende el Tribunal Supremo, que ratifica as¨ª la sentencia dictada hace seis a?os por el Superior vasco y rechaza el recurso presentado por Bidasoaldeko Emakumeak.

Este ¨²ltimo grupo, partidario del Alarde mixto, en el que las f¨¦minas puedan desfilar tambi¨¦n como soldados, present¨® en su d¨ªa una denuncia contra el Ayuntamiento de Ir¨²n por autorizar un desfile que entend¨ªan discriminatorio para las mujeres. El Superior vasco no lo entendi¨® as¨ª y el Supremo ahora tampoco.

El Alto Tribunal apunta en su resoluci¨®n que "no hay exclusividad en la promoci¨®n de iniciativas de este tipo ni impedimento para que se celebren otros actos de caracter¨ªsticas semejantes". Por eso resalta que "quienes sostienen el entendimiento tradicional de esta manifestaci¨®n popular tampoco pueden impedir que quienes la conciben como las recurrentes participen en la fiesta seg¨²n sus ideas".

El Supremo a?ade que el car¨¢cter popular y participativo del desfile y la importancia que tiene en el marco de las fiestas exige que el Ayuntamiento no se desatienda de su celebraci¨®n, pero "eso no le obliga a asumir necesariamente su organizaci¨®n".

El Alarde tradicional de Ir¨²n se privatiz¨® a ra¨ªz de que un grupo de mujeres empezara a reivindicar, hace ya m¨¢s de una d¨¦cada, su deseo de participar en el desfile como soldados. Esta petici¨®n, que tambi¨¦n se plasm¨® en Hondarribia, ha provocado incidentes durante a?os. Los ¨¢nimos est¨¢n algo m¨¢s calmados, pero las f¨¦minas siguen sin lograr su objetivo. Cada municipio celebra dos alardes.