De repente, una hermana
Las gemelas reencontradas como adultas en Canarias piden indemnizaciones millonarias por los da?os psicol¨®gicos
A los 20 a?os, Julia (nombre ficticio), que ahora tiene 35 y vive en Las Palmas, sufri¨® una leucemia grave. El ¨²nico remedio era un trasplante de m¨¦dula ¨®sea. Entre sus familiares, los m¨¦dicos del hospital Insular de Las Palmas no encontraron a nadie compatible y tuvieron que probar con un autotrasplante que, por suerte, funcion¨® y Julia pudo curarse. Por entonces, ella no sab¨ªa que sus padres y hermanos no eran, en realidad, su familia biol¨®gica. Fue a los 28 a?os cuando supo que a pocos kil¨®metros, tambi¨¦n en Las Palmas, s¨ª hab¨ªa alguien compatible: su gemela Mar¨ªa (tambi¨¦n este nombre es ficticio), con quien comparte el 100% de su ADN. Han crecido sin saber de su existencia porque un error en el hospital del Pino de Las Palmas las separ¨® nada m¨¢s nacer.
La ley sanciona a los responsables del error hasta con un a?o de c¨¢rcel
"El cambio siempre ha estado en el imaginario de los padres", dice Urra
La consejer¨ªa de Sanidad est¨¢ dispuesta a abonar 700 euros a cada una
El intercambio de beb¨¦s ha hecho que a sus 30 a?os su identidad se tambalee. M¨¢s all¨¢ de compartir material gen¨¦tico, el impacto psicol¨®gico est¨¢ claro. Julia y Mar¨ªa son dos gotas de agua. Se peinan igual, visten igual y se expresan igual. Los abogados luchan por conseguir que el Servicio Canario de Salud pague por los da?os morales.
El nuevo panorama ha impactado sobre cuatro vidas. Por un lado, en la de Julia, la gemela que ha vivido sin saberlo con una familia adoptiva que adem¨¢s le ha dado la espalda. Cuando decidi¨® interponer la demanda, tuvo que marcharse de casa porque la relaci¨®n con sus padres lleg¨® a ser insoportable. "A los padres les preocupaba el qu¨¦ dir¨¢n", explica el abogado Socorro.
Aunque ha podido conocer a su hermana y a su madre, jam¨¢s conocer¨¢ a su padre biol¨®gico porque muri¨® hace unos a?os.
Por otro lado, est¨¢n la madre biol¨®gica, que ha descubierto el cambiazo que le dieron en el hospital, y Mar¨ªa, la gemela id¨¦ntica que s¨ª ha vivido con ella pero que ha crecido junto a otra chica, una supuesta melliza con la que no guardaba ning¨²n parecido. Esta tercera chica, quiz¨¢s la menos atendida por los medios de comunicaci¨®n, ha descubierto que ni su madre ni su hermana lo son desde el punto de vista biol¨®gico ?Podr¨ªa ser la mujer con quien se ha criado la otra gemela separada? "En estos momentos, no sabe qui¨¦n es su madre biol¨®gica porque no se han realizado pruebas de ADN", explica Jos¨¦ Antonio Peregrina, el abogado que lleva la causa de estas tres mujeres y que pide una indemnizaci¨®n por el da?o moral m¨¢s modesta, 360.000 euros. El letrado Sebasti¨¢n Socorro exige mucho m¨¢s: una indemnizaci¨®n de tres millones de euros para la gemela Julia. La consejer¨ªa de Sanidad ha anunciado que, a lo sumo, estar¨ªa dispuesta a indemnizar a las gemelas con un m¨¢ximo de 700 euros. El Juzgado n¨²mero 3 de Las Palmas deber¨¢ resolver las reclamaciones interpuestas por los abogados, que est¨¢n ultimando las pruebas que aportan para que el juez cuantifique los da?os morales.
El parentesco est¨¢ m¨¢s que demostrado. Las pruebas de ADN lo acabaron de confirmar en 2003, cuando las gemelas se conocieron a trav¨¦s de una amiga. En el Servicio de Medicina Forense de la Facultad de Ciencias M¨¦dicas y de la Salud de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria todav¨ªa recuerdan cuando acudieron a solicitarlas. "Cuando las vimos entrar el comentario fue: pero para qu¨¦ necesitamos hacerles la prueba, si son iguales", recuerda Yessica Lara, t¨¦cnica del laboratorio.
Todav¨ªa quedan por esclarecer los detalles sobre las circunstancias en que ocurri¨® el cambio, aunque empiezan a conocerse datos. "Se conserva el expediente administrativo con los datos m¨¦dicos. Toda esa documentaci¨®n demuestra que las tres ni?as estuvieron 11 d¨ªas juntas, en la misma sala de prematuros", explica el letrado Sebasti¨¢n Socorro. La Administraci¨®n reconoce el intercambio, pero entiende que no hay responsabilidad, a?ade. Lo m¨¢s probable es que un intercambio de cunas por un despiste de las enfermeras truncase sus caminos.
?C¨®mo se cuantifica el da?o por haber estado privada de crecer con un familiar por un error m¨¦dico? Julia ha tenido que estar en tratamiento desde que conoci¨® la noticia. "Mi clienta se ha encontrado con una doble p¨¦rdida de identidad personal, el descubrir una hermana gemela de la que no ha podido gozar y el rechazo de su familia adoptiva", explica Socorro.
En el caso de las gemelas de Canarias, visten igual, se peinan igual, incluso han explicado en algunas entrevistas que las dos se han sentido deprimidas en ¨¦pocas que coinciden. Para Juan Ram¨®n Orda?ana, psic¨®logo y coordinador del registro de gemelos de Murcia, el ¨²nico que existe en Espa?a, estas reacciones no se deben a una conexi¨®n rom¨¢ntica, sino "a una cierta influencia de su coincidencia gen¨¦tica, ya que hay ciertos genotipos con tendencia a reaccionar con sintomatolog¨ªa depresiva ante ciertos eventos estresantes". La investigadora norteamericana Nancy Segal, autora de un completo estudio sobre los gemelos, explica que "son un buen modelo para estudiar la influencia de la gen¨¦tica y el ambiente".
Por ejemplo, seg¨²n un estudio sobre gemelos id¨¦nticos publicado por la investigadora en Science, entre un 50% y un 70% de su desarrollo intelectual depende de la gen¨¦tica y el resto del ambiente.
En el caso de las gemelas de Las Palmas, para valorar los da?os, adem¨¢s de analizar el impacto psicol¨®gico, tambi¨¦n se deber¨¢ estudiar si el haber crecido en ambientes diferentes puede haber condicionado su desarrollo, reconoce Segal.
Otro experto que colaborar¨¢ en el caso es Antonio Garrido-Lestache, pediatra que lider¨® la implantaci¨®n del DNI para reci¨¦n nacidos por huella dactilar, que se aplica desde el a?o 2000. Afirma, sin dudar, que el caso infringe la convenci¨®n de derechos del ni?o, que establece como derecho fundamental una perfecta identificaci¨®n personal y familiar. "La vulneraci¨®n de este derecho fundamental del ni?o cuenta con antecedentes penales en Espa?a, como el caso del intercambio de beb¨¦s ocurrido en el hospital Juan XXII de Tarragona, a cuyas familias se indemniz¨® con m¨¢s de cinco millones de pesetas a cada una", explica. De hecho, el C¨®digo Penal sanciona a los profesionales sanitarios que produzcan el extrav¨ªo con la pena de prisi¨®n de seis meses a un a?o.
Los intercambios de beb¨¦s en los hospitales espa?oles son muy pocos y se detectan r¨¢pido. "No hay que crear alarmismo, son casos muy espor¨¢dicos y excepcionales", afirma Javier Urra, psic¨®logo y que fue el primer Defensor del Menor de Espa?a. "Es algo que siempre ha estado en el imaginario de los padres", a?ade. Pero nadie quiere que le toque.
No existen registros sobre estos sucesos, pero una revisi¨®n a las hemerotecas desvela que en los ¨²ltimos 20 a?os en los medios de comunicaci¨®n se han recogido doce casos. Casi todos se han descubierto pronto. El ocurrido en el hospital Juan XXIII de Tarragona es el que tard¨® m¨¢s en detectarse: 19 d¨ªas despu¨¦s de que los beb¨¦s y sus madres se fuesen a sus casas. El de las gemelas de Las Palmas en 1973, que han permanecido separadas durante 28 a?os sin saberlo, es el m¨¢s flagrante que se conoce en Espa?a.
En todos los casos, las pruebas de ADN han permitido esclarecer la situaci¨®n y devolver el beb¨¦ a sus padres biol¨®gicos r¨¢pidamente. Algunos laboratorios consultados en los que se realizan pruebas de paternidad reconocen que reciben solicitudes de identificaci¨®n de beb¨¦s de algunos hospitales, aunque no pueden desvelar cu¨¢les. As¨ª lo explica Isabel Navarro, jefa del laboratorio Centro de An¨¢lisis Gen¨¦ticos de Zaragoza: "Hemos tenido varios que nos han mandado las muestras de los beb¨¦s y de la madre porque creen que los han confundido". Jorge Puente Prieto, director t¨¦cnico de LabGenetics, puntualiza que cuando solicitan sus servicios los hospitales no acostumbran a explicarles el motivo. Sin embargo afirma que "en cuatro a?os, debemos haber hecho una docena de pruebas por este motivo, no m¨¢s, porque realmente est¨¢ muy controlado".
"Cuando los ni?os nac¨ªan en casa esto no ocurr¨ªa", afirma Merc¨¦ Bartrol¨ª, una matrona de Ba?olas (Girona) que tiene 70 a?os y ha atendido cientos de partos a domicilio.
"Con la creaci¨®n de las grandes maternidades y de los nefastos nidos, que separaban a los ni?os de sus madres con el pretexto de que ten¨ªan que descansar se pod¨ªan producir cambios. Adem¨¢s, se les identificaba con pulseras y con la huella plantar (del pie) que no serv¨ªa para nada", explica Garrido-Lestache, que en los a?os noventa, por entonces coordinador del Comit¨¦ de Identificaci¨®n del Reci¨¦n Nacido de la Asociaci¨®n Espa?ola de Pediatr¨ªa, emprendi¨® una cruzada para lograr una identificaci¨®n eficaz del beb¨¦. Seg¨²n estudios realizados junto a la polic¨ªa nacional, se vio en el 73% de los casos que la huella del pie no era un m¨¦todo eficaz porque se van modificando y, adem¨¢s, acababa siendo un borr¨®n. Desde 1999, con la reforma de la Ley del Registro Civil, la ley obliga a los hospitales a incluir en las actas de nacimiento las huellas dactilares del beb¨¦, que permanecen inalterables durante toda la vida.
Hoy en d¨ªa, los intercambios de beb¨¦s son dif¨ªciles, casi imposibles. Si tras el parto, el beb¨¦ y la madre se encuentran bien, van juntos a la habitaci¨®n y no se separan. Para controlar la identidad de los beb¨¦s, los hospitales utilizan brazaletes y una pinza en el cord¨®n umbilical con sistemas de precintado para evitar que caigan, y con sofisticados c¨®digos de identificaci¨®n, comunes para la madre, el beb¨¦ y el historial m¨¦dico. Los hospitales del Insalud toman en la misma sala de partos la huella dactilar. Sin embargo, Garrido-Lestache, afirma que "actualmente todav¨ªa muchas maternidades espa?olas violan sistem¨¢ticamente el derecho de todo reci¨¦n nacido a ser identificado porque no toman las huellas dactilares como es debido, y las pulseras y los brazaletes no dan garant¨ªa al cien por cien".
Doce casos en Espa?a
- 1973. Las Palmas. Hospital del Pino de Las Palmas. Intercambio de gemelas id¨¦nticas.- 1980. Zaragoza. Ciudad Sanitaria de la Seguridad Social. Intercambio de dos reci¨¦n nacidos que nacieron en un intervalo de dos horas. Al vacunarlos y volverlos a sus cunas se produjo el error. Ya en su domicilio, una de las familias, de Zaragoza, se dio cuenta y se realiz¨® el intercambio con la otra familia, de Gallur. No presentan reclamaci¨®n.- 1993. Valladolid. Hospital Cl¨ªnico de Valladolid. Intercambio de dos beb¨¦s al escribir mal en la pulsera de identificaci¨®n el n¨²mero de cama de las madres. El error se detecta cuando los beb¨¦s rechazan el pecho de las madres equivocadas.- 1993. Madrid. Cl¨ªnica privada Nuevo Parque. Intercambio de dos beb¨¦s en una unidad de neonatos.- 1997. Guip¨²zcoa. Hospital de Mendaro. Intercambio de dos beb¨¦s. Pasan dos d¨ªas con sus madres intercambiadas. Las dos se llaman Ainoa. Una de ellas pasa cuatro d¨ªas con su supuesta madre en Ermua (Vizcaya). La otra permanece en el hospital mientras su supuesta madre se recupera de la ces¨¢rea. La madre duda, y el mismo hospital se percata. Se les realiza la prueba de ADN y se les devuelve a sus respectivas madres. No presentan reclamaci¨®n.- 1999. Tarragona. Hospital Juan XXIII. Intercambio de beb¨¦s en la unidad de neonatos. Se le comunica a la familia 19 d¨ªas despu¨¦s.- 2001. Hospital Comarcal de Baza. Las enfermeras entregan un beb¨¦ equivocado a una pareja, aunque se percatan al poco rato.- 2002. Granada. Hospital Virgen de las Nieves. Intercambio de un beb¨¦ var¨®n por una ni?a. Los padres se dan cuenta al llegar a casa y cambiar el primer pa?al.- 2004. Valencia. Hospital 9 de Octubre. Se intercambian dos ni?as en la secci¨®n de neonatos porque se les cayeron las pulseras de identificaci¨®n. La madre de una de ellas se percata cuando le va a dar el pecho.- 2004. Madrid. Hospital Cl¨ªnico San Carlos de Madrid. Intercambio de dos beb¨¦s. Se detecta cuando una madre ya est¨¢ en casa con el beb¨¦ equivocado, y la otra est¨¢ a punto de recibir el alta.- 2005. Ciudad Real. Intercambio de beb¨¦s en el hospital de Alarcos.
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