Argentina deroga la subida de los impuestos agrarios

La presidenta de Argentina, Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner, acept¨® su derrota del jueves en el Congreso y derog¨® ayer la resoluci¨®n que en marzo pasado hab¨ªa elevado el impuesto a la exportaci¨®n de soja del 35% al 45%, aunque sujeto a la cotizaci¨®n internacional con un tope m¨¢ximo del 53%.

Aquel incremento tributario hab¨ªa desencadenado cuatro huelgas de las principales entidades rurales (que agrupan desde latifundistas hasta peque?os agricultores, aunque no campesinos pobres), con el consiguiente impacto en la econom¨ªa, la inflaci¨®n y la estabilidad pol¨ªtica, dado el voto del vicepresidente del Gobierno y presidente del Senado, Julio Cobos, contra el proyecto de la presidenta.

El jefe de Gabinete, Alberto Fern¨¢ndez, fue el encargado ayer de anunciar la decisi¨®n de la presidenta. "Ordenamos dejarlas sin efecto [las subidas de impuestos] para que puedan discutirse en democracia", dijo Fern¨¢ndez. El jefe de Gabinete record¨® que, tras el incremento de marzo, "hubo una escalada de cortes de carretera, desabastecimiento, encarecimiento de los alimentos y agresiones f¨ªsicas y verbales". La violencia provino tanto del kirchnerismo como del ruralismo.

El campo reaccion¨® con satisfacci¨®n a la derogaci¨®n, que retrotrae el impuesto a la soja al 35% y elimina las devoluciones tributarias para peque?os y medianos agricultores, que el Gobierno y la C¨¢mara de Diputados hab¨ªan introducido en los ¨²ltimos meses para convencerlos. "Es una buena noticia", dijo el presidente de la Federaci¨®n Agraria Argentina, Eduardo Buzzi, que defiende los intereses de peque?os y medianos productores.

Si bien la reducci¨®n impositiva implicar¨¢ la p¨¦rdida de 1.000 millones de euros para las arcas p¨²blicas, se pondr¨¢ en marcha la comercializaci¨®n de granos, dado que la mitad de la cosecha permanec¨ªa almacenada a la espera de un cambio normativo. Las exportaciones de soja y sus derivados (harina y aceite) suponen un tercio del total de las de Argentina.

Pero no todo ser¨¢ primavera en el invierno argentino. Adem¨¢s del problema de una inflaci¨®n de alrededor del 25%, subsiste la pelea pol¨ªtica dentro del kirchnerismo. En la noche del jueves, Cristina Fern¨¢ndez habl¨® por primera vez despu¨¦s de la derrota parlamentaria que provoc¨® el voto de su vicepresidente. "Nunca hemos traicionado [a nadie]", dijo la presidenta con relaci¨®n al vicepresidente Cobo, que le acompa?¨® en las listas electorales en octubre pasado despu¨¦s de haber abandonado la Uni¨®n C¨ªvica radical. Tambi¨¦n se refer¨ªa a los senadores y diputados peronistas y aliados que votaron contra su iniciativa. "Algunos tal vez no hayan entendido a la gente all¨¢ por octubre. Alguna vez entender¨¢n o, a lo mejor, alg¨²n d¨ªa se dar¨¢n cuenta", se envalenton¨® la jefa de Estado en un acto p¨²blico en la ciudad de Resistencia (noreste de Argentina). Ayer, se reuni¨® en Buenos Aires con su ministro de Econom¨ªa, Carlos Fern¨¢ndez, para definir la derogaci¨®n y, m¨¢s tarde, con legisladores fieles para evaluar los pasos por seguir.

Cobos, que hab¨ªa aclarado el jueves que no planeaba renunciar a su cargo, le respondi¨® ayer a Cristina Fern¨¢ndez: "El mensaje de octubre es bregar por un pa¨ªs con m¨¢s institucionalidad, inclusi¨®n social, trabajo, generaci¨®n de riqueza y distribuci¨®n de la misma. Por lo menos en mi caso, no me he salido de eso. Deseo que el Gobierno que encabeza la presidenta sea el mejor. Hay que acompa?arla". De acuerdo con la Constituci¨®n argentina, el presidente no puede destituir al vicepresidente. El n¨²mero dos de la Rep¨²blica s¨®lo puede ser destituido en un juicio pol¨ªtico del Poder Legislativo, con el voto de dos tercios de las c¨¢maras de Diputados y Senadores. Pero los leales a Cristina Fern¨¢ndez y a Kirchner, presidente del peronismo, no son tantos, como qued¨® en evidencia en la discusi¨®n del impuesto a la soja.