Conejo con chicharro, igual a carne de rata
Un grupo de aventureros se embarca en una traves¨ªa por mar en busca de Kaolai, m¨ªtica isla donde residen las fuentes de las que surgi¨® el Pac¨ªfico, "el rey de los oc¨¦anos". As¨ª arranca Las fuentes del Pac¨ªfico, la ¨²ltima novela del escritor zamorano Jes¨²s Ferrero. Un relato de aventuras viajeras en el que los protagonistas atraviesan el mundo del siglo XIX atracando en las islas griegas, Bombay, Filipinas...
?Qu¨¦ hay del Pac¨ªfico?
Pas¨¦ una buena temporada en Manila, la capital filipina.
Recomi¨¦ndenos algo.
La iglesia neog¨®tica de San Sebasti¨¢n. Al entrar, uno siente como si estuviera en Espa?a. Y en la calle sorprende casi todo. Empezando por la carne de perro, de rata...
?Las prob¨®?
S¨ª, pero no me gustaron nada. El perro sabe a una mezcla de cabrito y cerdo, y la rata es como juntar el conejo con el chicharro. En todo caso, creo que cualquier puerto de aqu¨ª al Pac¨ªfico te deja boquiabierto.
?Por ejemplo?
Bombay, que es infinita. Pasear por el barrio de Colaba es una experiencia impagable. Est¨¢ plagado de gente, de cines, con ese kitsch indio tan empalagoso e impactante. No hay nada como ver una pel¨ªcula de Bollywood de tres horas (con el intermedio de rigor) donde el p¨²blico canta durante la proyecci¨®n.
?Qu¨¦ otros viajes le han inspirado para escribir la novela?
Varios. Aunque probablemente los destinos isle?os han sido fundamentales. Recuerdo un recorrido sorprendente en barco por las islas griegas.
?Qu¨¦ le sorprendi¨®?
Los paisajes del interior, la vegetaci¨®n mediterr¨¢nea que se descubre en islas que se anuncian como masas de roca pelada, como Patmos o Rodas. Tambi¨¦n las huellas for¨¢neas, como el impresionante cementerio turco de Rodas, sus mezquitas desacralizadas...
Y el contraste de personalidades.
?A qu¨¦ se refiere?
En Patmos, por ejemplo, el car¨¢cter de los que viven en Skala, en la costa, es muy diferente al de los que viven en Chora, en la cima. Les separa una distancia de unos minutos, y, sin embargo, los primeros son hospitalarios, y los segundos, ariscos.
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