Inmigrantes y escuela
El aluvi¨®n de escolares genera colapsos, pero separar a los reci¨¦n llegados no es la soluci¨®n
El aluvi¨®n migratorio registrado en Espa?a durante el ¨²ltimo quinquenio se concentra en algunas ciudades, y, dada su dimensi¨®n imprevista, ha desembocado en el colapso de ciertas aulas y escuelas: al alto porcentaje de alumnos reci¨¦n llegados, se suma el n¨²mero de sus lenguas de origen, a veces superiores a la veintena. En ausencia de un serio programa espec¨ªfico de adaptaci¨®n e integraci¨®n efectivas, la calidad educativa capota, para des¨¢nimo de las familias; los maestros quedan desbordados, y as¨ª la integraci¨®n de los nuevos alumnos deviene imposible. El mecanismo tradicional para digerir este reto, los refuerzos docentes individualizados, es insuficiente.
Con el prop¨®sito declarado de buscar soluciones que salven la calidad educativa y faciliten la integraci¨®n, la Generalitat ha puesto en marcha un plan piloto, en Reus y en Vic, de espacios de bienvenida, que tienen como objetivo declarado aclimatar durante un periodo indeterminado a los j¨®venes inmigrantes, antes de su efectiva escolarizaci¨®n. Salvada la intenci¨®n de quienes lo han dise?ado, es evidente que ese plan contraviene requisitos legales, desoye las doctrinas pedag¨®gicas y contradice las mejores pr¨¢cticas europeas. Urg¨ªa buscar soluciones, pero ¨¦sta exhibe graves deficiencias.
As¨ª, se evita la obligaci¨®n de escolarizaci¨®n universal y el imperativo de que los programas de adaptaci¨®n para quienes llegan una vez iniciado el curso sean "simult¨¢neos" a su integraci¨®n "en los grupos ordinarios" (art¨ªculo 79 de la LOE). No hay garant¨ªa sobre el car¨¢cter voluntario y no obligatorio de dichos "espacios". Tampoco de que su aterrizaje en ellos no acabe eterniz¨¢ndose, al no fijarse un l¨ªmite temporal. Y, sobre todo, algunos de esos cursos se prev¨¦n en centros distintos de los ordinarios, fuera del circuito escolar, contra lo que ocurre en Francia, Alemania, Reino Unido o Canad¨¢.
Este ¨²ltimo es el peor defecto del plan. Con todos los refuerzos necesarios, ni?os y j¨®venes deben socializarse en el mismo ambiente, en el mismo circuito, en el mismo patio, evitando l¨ªneas separadas. ?se es precisamente el designio que alumbr¨® la inmersi¨®n ling¨¹¨ªstica en catal¨¢n, que -incluyendo sus imperfecciones- ha evitado segregaciones y ha ofrecido resultados acad¨¦micos y sociales al menos equivalentes, si no mejores, a los de otros territorios. Tambi¨¦n por eso extra?a que ahora se conculquen sus principios.
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