"B¨¦lgica no va a morir"
Didier Reynders, a punto de cumplir 50 a?os, es vicepresidente del Gobierno belga y l¨ªder del principal grupo pol¨ªtico franc¨®fono, el Movimiento Reformador ,de ideolog¨ªa liberal, que en las elecciones del pasado a?o arras¨® a un Partido Socialista tiznado de corrupci¨®n. Estrella emergente en el polarizado y fragmentado paisaje pol¨ªtico belga, Reynders ha sonado estos d¨ªas como potencial relevo del democristiano flamenco Yves Leterme, a quien, sin embargo, dice profesar fidelidad como 'n¨²mero dos' del Gabinete y cuya continuidad, confirmada por el rey Alberto II, defiende en esta entrevista celebrada antes de la resoluci¨®n de la crisis gubernamental. El pol¨ªtico de Lieja elude hablar de su hipot¨¦tico futuro como jefe de Gobierno, posici¨®n que no ocupa un franc¨®fono desde hace una treintena de a?os, pero cultiva la imagen de hombre comprensivo con las ambiciones autonomistas de Flandes. No cree que la marcha hacia el confederalismo sea letal para el pa¨ªs. "B¨¦lgica no va a morir", asegura.
"Todas las estructuras federales est¨¢n en continua evoluci¨®n"
Pregunta. >?Cu¨¢l es su diagn¨®stico de esta la crisis?
Respuesta. Me qued¨¦ muy sorprendido por su desencadenamiento y por la dimisi¨®n del primer ministro, porque en el Gobierno se hab¨ªa ultimado un programa de reformas socioecon¨®micas, se hab¨ªa preparado un presupuesto equilibrado para sostener el empleo y la actividad econ¨®mica en general y, sobre todo, la capacidad de poder adquisitivo, muy afectada por la alta inflaci¨®n que tenemos en B¨¦lgica. Tambi¨¦n hab¨ªa en marcha un debate sobre la reforma del Estado, como ocurre con frecuencia en los pa¨ªses federales, sobre c¨®mo organizar el reparto de competencias entre el estado federal y las regiones y comunidades. Hay que reanudar con urgencia el trabajo sobre el acuerdo para poner en marcha las reformas socioecon¨®micas y despu¨¦s abrir la v¨ªa a un di¨¢logo entre nuestras grandes comunidades, entre neerland¨®fonos y franc¨®fonos sobre la transferencia de nuevas competencias del Gobierno federal a las regiones, sobre la revisi¨®n del sistema de financiaci¨®n y sobre el muy dif¨ªcil debate en torno a la organizaci¨®n del centro del pa¨ªs, la regi¨®n de Bruselas y de su territorio
P. Usted no cre¨ªa en la ca¨ªda del Gobierno
R. Yo lo descart¨¦. No s¨¦ que partido podr¨ªa quererla. La crisis es un problema de confianza entre el norte y el sur sobre la capacidad de evolucionar en el Estado federal belga.
P. Algunos ven agotado ese ordenamiento federal y reclaman una profundizaci¨®n descentralizadora que lleve al confederalismo. ?Le parece aceptable?
R. Es cuesti¨®n de intensidad en la adquisici¨®n de m¨¢s competencias. El problema principal es que cada vez que en B¨¦lgica se habla de nuevas competencias para comunidades y regiones se piensa que son transferencias a Flandes. Pero son tanto a Flandes como a Bruselas y a Valonia. No hay raz¨®n para que Bruselas y Valonia no asuman responsabilidades adicionales. El aumento de la autonom¨ªa es para todos. Es as¨ª en todos los Estados federales. No me opongo a la idea de ir m¨¢s lejos. Se puede ir a un Estado confederal, como dicen algunos. Es un federalismo m¨¢s avanzado. Para hacer eso hay que discutir de financiaci¨®n, c¨®mo se recaudan los impuestos, como se reparten, c¨®mo se garantiza la solidaridad en el conjunto del territorio, la seguridad social?
P. Y resolver la cuesti¨®n de la regi¨®n central del pa¨ªs, que es Bruselas.
R. Bruselas es una regi¨®n biling¨¹e alrededor de la cual hay otras comunas que desde hace 40 a?os envenenan la vida pol¨ªtica del pa¨ªs porque est¨¢n f¨ªsicamente enclavadas en Flandes, pero habitadas fundamentalmente por franc¨®fonos. Si se pudiera encontrar una soluci¨®n a este problema, que garantice determinados derechos, se podr¨ªa llegar a una soluci¨®n para el resto del pa¨ªs: m¨¢s competencias, m¨¢s autonom¨ªa de las tres grandes regiones y las tres comunidades.
P. ?Tiene salida este laberinto?
R. Yo soy un optimista de la voluntad. Llevo diez a?os en un Gobierno federal, como ministro de Finanzas y he tenido muchos problemas dif¨ªciles sobre la mesa que ha habido que resolver. La crisis de hoy es profunda porque a las dificultades de la situaci¨®n internacional se agrega un aut¨¦ntico debate existencial sobre la organizaci¨®n del Estado, sobre el reparto de poderes. Hablo en ocasiones de estos asuntos con mis colegas en otros pases federales, como Alemania o Espa?a? Cuando hablo son Pedro Solbes sobre el sistema de financiaci¨®n espa?ol veo que es muy complejo, con diferencias entre autonom¨ªas. Yo creo en B¨¦lgica debemos hablar de ello. Para las elecciones regionales de junio del a?o que viene hay que tener preparado un verdadero programa de edificaci¨®n de la estructura del Estado federal para darle estabilidad durante un tiempo largo. En todas partes del mundo la estructura federal est¨¢ continua evoluci¨®n, con peticiones de m¨¢s competencias y de mayor autonom¨ªa.
P. ?Est¨¢ B¨¦lgica a punto de morir?
R. No. Eso es un eslogan de un partido de extrema derecha en Flandes. B¨¦lgica no va a morir. Est¨¢ en trance de evoluci¨®n. Venimos de una estructura unitaria, que se ha transformado en federal en el curso de las ¨²ltimas d¨¦cadas. Pero en momentos de globalizaci¨®n como los actuales, la gente, en Europa y en otras partes, siente la necesidad de ra¨ªces locales y regionales. Cuando m¨¢s se ampl¨ªa la UE, m¨¢s quieren los ciudadanos ser reconocidos por su singularidad. No somos el ¨²nico pa¨ªs europeo en el que ocurre esto. Pero aqu¨ª ocurre sin violencia, lo que es una situaci¨®n mucho m¨¢s agradable a la hora de la negociaci¨®n pol¨ªtica.
P. En un pa¨ªs con una clase pol¨ªtica muy polarizada usted suena ecum¨¦nico, como contando con los intereses de todos. ?Se ve como futuro primer ministro?
R. Ya tenemos un primer ministro, Yves Leterme, que gan¨® las elecciones en Flandes. Yo asumo un papel especial por ser l¨ªder de la primera formaci¨®n pol¨ªtica franc¨®fona en B¨¦lgica. Por eso convoco reuniones con responsables pol¨ªticos franc¨®fonos para definir una posici¨®n com¨²n. A pesar de nuestras posturas sociopol¨ªticas muy diferentes, los franc¨®fonos tenemos una posici¨®n com¨²n sobre el debate institucional belga. Como ministro de Finanzas llevo diez a?os intentando encontrar soluciones de consenso para la financiaci¨®n del Estado federal y de las comunidades. Eso crea el h¨¢bito de proponer soluciones satisfactorias para todos. Lo intent¨¦ antes con Guy Verhofstad, el anterior primer ministro, que era un colega liberal, y trabajo mano a mano con el actual primer ministro. Hemos conseguido en el pasado diversas reformas del Estado que ped¨ªa Flandes y espero que podamos conseguir otras con el actual primer ministro. Lo que ocurre es que Leterme y su partido han estado mucho tiempo en la oposici¨®n y eso les hace m¨¢s dif¨ªcil entrar en este debate. Adem¨¢s, tienen una alianza electoral con un partido nacionalista. En todos los pa¨ªses los partidos nacionalistas tienen exigencias m¨¢s altas en materia de autonom¨ªa.
P. ?Son conscientes del inter¨¦s con que esta crisis se sigue en Espa?a y otros pa¨ªses?
R. Algunos nos ven como un espejo, quieren ver c¨®mo se puede conseguir un nuevo equilibrio en un pa¨ªs con tensiones tan fuertes. Es un fen¨®meno al que no hay que oponerse, hay que ver c¨®mo se puede crear autonom¨ªas suficientemente fuertes como para que se sientan reconocidas en su identidad, pero que tambi¨¦n participen en la pol¨ªtica nacional y en la construcci¨®n europea en un mundo globalizado.
P. Se les acusa a los pol¨ªticos de irresponsables por enzarzarse en este tipo problema en vez de gobernar para tiempos de crisis econ¨®mica.
R. Todos los responsables pol¨ªticos reflejan el pensamiento de la opini¨®n p¨²blica que les eligi¨®. Ahora, efectivamente, hay que centrarse en los problemas econ¨®micos.
Aprender a vivir juntos
El rey Alberto II pidi¨® ayer a los belgas "inventar nuevas formas de vivir juntos" para solucionar la grave crisis pol¨ªtica que sufre el pa¨ªs. En el discurso por la fiesta nacional, que se celebra hoy, el monarca reconoci¨® que B¨¦lgica atraviesa "serias dificultades", aunque recalc¨® que "las crisis son tambi¨¦n ocasiones para recuperarse". "La uni¨®n y la tolerancia", dijo el monarca, son "la ¨²nica v¨ªa en una sociedad democr¨¢tica".
Alberto II rechaz¨® el jueves la dimisi¨®n presentada el lunes pasado por el primer ministro, el democristiano flamenco Yves Leterme, y nombr¨® a tres mediadores para que elaboren un plan de reforma del Estado. Los mediadores har¨¢n una propuesta sobre la composici¨®n del equipo negociador y el calendario.
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