Propaganda
Mad men (Canal +) ha recibido una lluvia de nominaciones para los Emmy. Una historia de publicitarios ambientada en los a?os sesenta. Y est¨¢ claro en qu¨¦ ¨¦poca viven los personajes porque todos fuman a todas horas.
Estos d¨ªas, en la oficina de los publicitarios est¨¢n d¨¢ndole vueltas a las campa?as presidenciales de Kennedy y Nixon. Nixon ha grabado un aburrido anuncio en el que sale hablando de impuestos. No gusta. Seg¨²n los sabios de la mensajer¨ªa pol¨ªtica: demasiados datos, un mensaje que se recibe y se olvida. En cambio, Kennedy hace unos anuncios con dibujos, "repite la t¨¦cnica de Truman, sencillo, divertido, no complica el mensaje con una lluvia de datos", dicen los hombres malos. Nixon perdi¨® la campa?a, entre otras razones, por salir sudado en un debate televisivo con Kennedy, el lenguaje corporal lo traicion¨®. Convenci¨® m¨¢s en la radio, donde no lo ve¨ªan
No parece que las estrategias para colocar la mercanc¨ªa pol¨ªtica hayan cambiado mucho. Ahora no se fuma en las oficinas, pero se sigue pensando que los pol¨ªticos no han de marear a los ciudadanos con mensajes complicados. En Barcelona hay una exposici¨®n en el centro municipal de la Virreina sobre los anuncios electorales como espect¨¢culo de la democracia. Una antolog¨ªa muy pedag¨®gica. 30 minuts (TV-3) le dedic¨® su programa este fin de semana. Algunos mensajes a retener: los c¨®digos publicitarios son exportables y hay una monta?a de propaganda pol¨ªtica de distintos pa¨ªses que emplea las mismas astucias (un castillo de naipes que se derrumba sirve tanto en Austria como al PP para combatir al PSOE); el desgaste de algunas palabras demasiado usadas como "cambio" y la necesidad que tiene el pol¨ªtico de seducir m¨¢s que de convencer... Uno de los expertos del programa hizo un apunte preocupante: los anuncios en los que est¨¢n ausentes los candidatos dan mayor credibilidad al mensaje, un s¨ªntoma de la confianza que transmiten. La pol¨ªtica enmascarada.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.