PORNO DE ANDAR POR CASA
Todo empieza con un espejo. A veces la pornograf¨ªa es un espejo, c¨®ncavo y convexo para los amantes urgentes. Las parejas hacen el amor, las parejas ven pel¨ªculas pornogr¨¢ficas. Las parejas se filman haciendo el amor. Las parejas ponen play y hacen el amor vi¨¦ndose hacer el amor. Consumir tu propia pornograf¨ªa es una forma de canibalismo. El onanismo de autor. Algo que s¨®lo se hace en privado.
Los v¨ªdeos amateurs, con su sucia factura, sus ¨¢ngulos torpes y su ardor desenfocado, conservan la magia de lo real y ordinario, el gesto del aficionado que el vouyerista de Internet codicia. Su calidad reside en el morbo que le otorga su condici¨®n de art¨ªculo de uso dom¨¦stico, pero sobre todo su calidad consiste en ser de mala calidad.
?Les gusta a las parejas lo que ven en el espejo?
Hace poco le¨ª un anuncio que me hizo notar que algo est¨¢ cambiando en los confines del autoporno. Dec¨ªa: "Realizamos tus v¨ªdeos". Estaba dirigido a parejas que "desean hacer realidad sus fantas¨ªas delante de la c¨¢mara y tener su propia pel¨ªcula porno" pero -y aqu¨ª precisamente iba puesto el ¨¦nfasis- "de calidad". La productora, llamada, claro, Ruta 69, ofrece a los c¨®nyuges el "equipo t¨¦cnico y humano" para grabar un DVD "en tu piso, en un hotel, en una casa alquilada, en la playa, en la monta?a". El costo oscila entre 300 y 1.000 euros, dependiendo del n¨²mero de escenas, y se garantiza la entrega de los originales, as¨ª como el borrado in situ de la tarjeta de memoria.
Son tiempos raros, raros, raros. Hoy, que la industria porno busca calcar el amateur y su aspecto descarnado, el amateur de verdad anhela profesionalizarse.
?El gui¨®n? Las parejas por lo general quieren hacer lo que han visto en otras pel¨ªculas: la escena de la ducha, el repartidor de pizzas, esas cosas. Dicen los productores que incluso alguna vez se han descubierto talentos escondidos del porno entre las cuatro paredes de un chalet de jard¨ªn recortado en el que juegan ni?os.
Pero lo m¨¢s importante es que las nuevas pelis de andar por casa se plantean como el regalo perfecto de aniversario o cualquier otra celebraci¨®n de la monogamia, una pel¨ªcula hasta que la muerte los separe. Me pregunto qu¨¦ har¨¢n con la peli cuando se divorcien. Una modesta proposici¨®n: colgar lit¨²rgicamente una copia en Internet para despedir su intimidad.
Gabriela Wiener es autora de 'Sexograf¨ªas' (Editorial Melusina)
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