"Aqu¨ª todo va bien"
Los inmigrantes mienten a sus familias por miedo a decepcionarlas
"Sue?o con marcharme de aqu¨ª. Es demasiado dif¨ªcil vivir sin comida, trabajo ni techo. No hay perspectivas. Tengo hermanos que se han ido a Barcelona y para ellos todo anda bien. Tienen trabajo y un coche. Se les han acabado los problemas. Yo tambi¨¦n quiero ir all¨ª y tener mi oportunidad", confesaba Abdula, un joven senegal¨¦s de 29 a?os, hace unos meses, sentado en una playa de Dakar, la capital del pa¨ªs. Miraba el mar como so?ando con un horizonte lejano y mejor. Hoy Abdula vive en la capital catalana. No quiere decir c¨®mo ha llegado, puede que sea demasiado doloroso. La esperanza se ha desvanecido en su mirada y de aquellos sue?os ya le queda poca cosa. "Llegu¨¦ y fue un choque. Mis familiares viven todos en pisos min¨²sculos y sobreocupados. No tienen trabajo y lo poco que ganan, vendiendo todo tipo de objetos, lo mandan a casa. Casi no pueden ni comer", se lamenta.
"No puedo decir la verdad y regresar sin nada, ser¨ªa un fracaso"
"Hay d¨ªas en que no como para ahorrar m¨¢s dinero y enviarlo a la familia"
Como Abdula, miles de inmigrantes llegan cada a?o a Catalu?a en busca de una vida mejor, de un empleo que les permita sostener a su familia o para conseguir el reagrupamiento familiar.
Catalu?a est¨¢ a la cabeza de Europa en porcentaje de ciudadanos extranjeros, con el 15% de inmigrantes, de los cuales entre el 25% y el 30% est¨¢n en situaci¨®n irregular, seg¨²n un informe del Centro de Estudios de Temas Contempor¨¢neos. Muchos de estos inmigrantes desconocen c¨®mo es el pa¨ªs que los acoge y llegan con una idea muy distinta de lo que les espera. Lo que se encuentran est¨¢ muy lejos de sus expectativas. Sus conocidos no les cuentan su verdadera situaci¨®n y eso crea una visi¨®n distorsionada de la realidad. Aqu¨ª es donde radica el problema principal. La mayor¨ªa de ellos mienten por miedo al fracaso y a la presi¨®n familiar que deben soportar. Temen la posibilidad de volver a su pa¨ªs de origen sin haber conseguido ingresos suficientes para mantener a sus familiares -muchos de los cuales viven en condiciones de extrema pobreza- y el hecho de haber invertido los ahorros de toda una vida en el viaje para nada.
Said, marroqu¨ª de 22 a?os, explica su caso: "?Qu¨¦ le digo a mi familia?, ?que vivo con 30 personas en 70 metros cuadrados? No les puedo hacer esto. A veces me gustar¨ªa cont¨¢rselo. Hay d¨ªas en que no como para ahorrar m¨¢s dinero y mand¨¢rselo. Me siento solo y quiero volver, pero es imposible, ¨¦ste es mi destino y lo tengo que aceptar". La presi¨®n familiar y la verg¨¹enza del fracaso, pues, empujan a unos a mentir y embellecer su situaci¨®n, y a otros a so?ar con un pa¨ªs ficticio e id¨ªlico. Por eso, "hay diversas campa?as en marcha para mostrar la realidad de Espa?a. Se les pasan telediarios, por ejemplo, donde se ven pateras llegando", explica Isabel Mart¨ªnez, de SOS Racismo. Y a?ade que es "una situaci¨®n m¨¢s propia de los subsaharianos".
Las cosas a¨²n son m¨¢s complicadas para los inmigrantes que est¨¢n en situaci¨®n irregular, los llamados sin papeles. A todas las dificultades se a?ade la incertidumbre de la ilegalidad, que los hace m¨¢s propensos a sufrir el s¨ªndrome del inmigrante con estr¨¦s cr¨®nico y m¨²ltiple, conocido como s¨ªndrome de Ulises. Los pa¨ªses europeos, por ejemplo Italia, est¨¢n endureciendo la legislaci¨®n, y la propia Uni¨®n Europea hace lo mismo.
Muchos de ellos se arrepienten de haber dejado su pa¨ªs, como Diouf, un joven de 30 a?os que duerme en los bancos del Raval. "Llegu¨¦ hace nueve meses de Senegal. Esto es mi casa [el banco], no tengo nada m¨¢s. Me gustar¨ªa volver, pero no puedo. Mi familia cuenta conmigo y no sabe lo que est¨¢ pasando aqu¨ª. Les digo que todo va bien, no puedo decirles la verdad y regresar sin nada. Ser¨ªa un fracaso", explica Diouf.
La mentira es la norma. Guadalupe, de 36 a?os y originaria de M¨¦xico, lleg¨® a Espa?a hace cuatro a?os con la esperanza de encontrar un trabajo y poder reunirse en este pa¨ªs con su hijo de seis a?os, al que criaba la abuela. Su marido los abandon¨®. "All¨ª era muy dif¨ªcil. Para las mujeres sin estudios como yo no hay nada. Y como quer¨ªa que mi hijo se criara bien, decid¨ª dar el paso y me vine sola para hacerlo venir m¨¢s tarde. Cuando llegu¨¦, las cosas no fueron f¨¢ciles. Conoc¨ª a una chica cubana que estaba en la misma situaci¨®n que yo. Se prostitu¨ªa y ganaba mucho dinero. Opt¨¦ por la v¨ªa f¨¢cil, empec¨¦ como ella y vi que ingresaba mucho en poco tiempo. Ya llevo tres a?os. Ahora mi hijo va a una buena escuela, come cada d¨ªa y vive bien en M¨¦xico. Esto es lo m¨¢s importante para m¨ª. De momento, el ni?o no vendr¨¢, nadie de mi familia sabe lo que estoy haciendo. Mi madre cree que soy administrativa y as¨ª es feliz. Dentro de unos a?os volver¨¦ para vivir con ellos".
Barcelona, ¨²ltimamente, se ha convertido, con Madrid, en el principal lugar de concentraci¨®n de la inmigraci¨®n. El drama tiene un tama?o considerable y el n¨²mero de familias y personas afectadas por este fen¨®meno no deja de aumentar. Es un c¨ªrculo vicioso. Para miles de inmigrantes en situaci¨®n ilegal, la llegada a Espa?a significa el final de la vida y el inicio de la supervivencia. Y todos repiten: "Aqu¨ª todo va bien".
M¨¢s informaci¨®n en Kalipedia:
Efectos de la migraci¨®n
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