Los tanques que frenaron al Pacto de Varsovia se subastan como chatarra
El Ej¨¦rcito retira los componentes militares y reciclables antes de venderlos
Durante d¨¦cadas, los carros de combate M-60 formaron la espina dorsal de las unidades blindadas del Ej¨¦rcito de los Estados Unidos y sus aliados de la OTAN. Su misi¨®n era frenar el avance de las columnas de tanques del Pacto de Varsovia en las llanuras de Centroeuropa. El tratado de reducci¨®n de fuerzas convencionales (CFE), al final de la Guerra Fr¨ªa, los trajo de segunda mano a Espa?a, donde sustituyeron en la d¨¦cada pasada a los veteranos M-47 y M-48 de la Guerra de Corea.
La peripecia de varias decenas de ellos ha terminado en la Base de San Pedro (Colmenar Viejo), sede la Agrupaci¨®n de Apoyo Log¨ªstico n? 11, donde el Ej¨¦rcito de Tierra los ha agrupado para venderlos al peso. Y su peso no es despreciable: 50 toneladas por unidad.
Para evitar que el ganador de la subasta pretenda seguir utiliz¨¢ndolos, aunque s¨®lo sea para impresionar a sus vecinos (el M-60 circula a 48 kil¨®metros por hora y tiene una autonom¨ªa de 450 kil¨®metros), el Ej¨¦rcito de Tierra retira cualquier componente de car¨¢cter militar -incluidos, por supuesto, el ca?¨®n de 105 mil¨ªmetros y las dos ametralladoras- , as¨ª como todos los elementos que sean reciclables o potencialmente contaminantes, de forma que quedan desguazados y reducidos a un gran mont¨®n de chatarra.
Los M-60 ganaron la Guerra Fr¨ªa contra la Uni¨®n Sovi¨¦tica y la m¨¢s caliente primera Guerra del Golfo contra Irak, pero no han podido vencer al tiempo. A medida que el Ej¨¦rcito de Tierra va recibiendo los nuevos carros de combate Leopardo, fabricados por General Dynamics-Santa B¨¢rbara Blindados en Sevilla bajo licencia alemana, jubila a los M-60 A3. De los 232 con que contaba, 10 fueron dados de baja hasta noviembre pasado y otros 37 desde entonces.
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