Aqu¨ª un humilde jugador de baloncesto
Me han pedido que aporte alguna idea sobre el torneo de baloncesto de los Juegos Ol¨ªmpicos. Lo ¨²nico que me capacita para ello es que he jugado para un par de equipos profesionales de baloncesto (16), que he escrito un libro sobre varias de esas experiencias y que tengo un incre¨ªble y amplio conocimiento del idioma espa?ol. Lo ¨²ltimo es mentira. Y pido disculpas por ello. En realidad, lo he escrito como prueba. Ver¨¢n, estoy escribiendo esto en ingl¨¦s. Mi editor de EL PA?S va a traducir mi trabajo al espa?ol y despu¨¦s me lo va a enviar y, luego, mi novia, medio espa?ola, y mi hermano, profesor de espa?ol, me ayudar¨¢n a decidir si mi d¨¦bil tentativa de dar un tono humor¨ªstico ha quedado reflejada. La mayor prueba ser¨¢ la siguiente: ?se percibir¨¢ el sarcasmo? De mis escasos encuentros con chicas espa?olas (anteriores a mi novia) aprend¨ª que el sarcasmo traducido, la mayor¨ªa de las veces, es como una mirada vac¨ªa o una altiva sacudida de melena.
El baloncesto en los Juegos |
As¨ª que, por favor, nada de miradas vac¨ªas. Ni sacudidas de melena. De todas formas, yo no voy a entender qu¨¦ sucede, dada mi actual ubicaci¨®n en Estados Unidos.
Una cosa m¨¢s antes de empezar: s¨¦ que no tengo excusa por no hablar mejor espa?ol. He estado viviendo todo un a?o en Espa?a, hasta el pasado viernes. ?se parece ser un buen sitio para aprender espa?ol. Pas¨¦ la mayor parte del tiempo en la isla de Menorca, jugando para un equipo que odiaba dos cosas por encima de todo: calentar la pista y pagar a los jugadores a su debido tiempo. Pero no es que eso tenga nada que ver conmigo y el idioma espa?ol. Pido disculpas por mis p¨¦simas habilidades ling¨¹¨ªsticas. Pero, recuerden, soy un humilde jugador de baloncesto. Se supone que somos tontos. Resultar¨ªa confuso para la gente que yo pudiera colar un bal¨®n en un aro y, adem¨¢s, hablar seis idiomas.
Como podr¨¢n imaginarse, es posible que mi mayor desaf¨ªo tenga que ver con la longitud. (No, no me refiero a eso, espa?oles mal pensados). Me refiero a la longitud del art¨ªculo. La palabra verborrea me define. Incluso en este momento estoy derrochando palabras.
Venga, Shirley, al art¨ªculo deportivo.
Est¨¢ bien, vamos all¨¢.
Carmelo Anthony es un p¨ªvot de 2,05 metros que navega entre el poder y peque?as versiones de esas posiciones. Hasta ahora, sus experiencias ol¨ªmpicas...
Esperen. D¨¦jenme coger el cuchillo m¨¢s cercano. ?Por qu¨¦? Porque ese tipo de an¨¢lisis hace que quiera cortarme la primera arteria que encuentre. No me gusta leer siempre lo mismo, prosa regurgitada como la de las p¨¢ginas deportivas. As¨ª que, si lo que buscan es un r¨¢pido resumen de la filosof¨ªa del equipo estadounidense respecto a los contraataques, m¨¢s les vale seguir buscando. Aqu¨ª no vamos a ser tan profundos, se?ores. Claro que tambi¨¦n a?adir¨¦ la perla de rigor sobre la sabidur¨ªa baloncest¨ªstica. He jugado para 47 equipos profesionales. (Ese n¨²mero seguir¨¢ aumentando, vayan haci¨¦ndose a la idea). Pero es m¨¢s probable que lean "me pregunto si el equipo griego oler¨¢ mejor o peor que el angole?o; y, de ser as¨ª, ?lo utilizar¨¢n como estrategia a su favor?", que cualquier tipo de rollo aburrido al estilo de Bob Ryan (*).
Objetivo: diversi¨®n. Al fin y al cabo, estamos hablando de un juego.
Y con esto les dejo por hoy. Mi l¨ªmite de palabras se est¨¢ agotando y no quiero que el jefe se enfade conmigo; no me sobran amigos espa?oles. Sintonicen ma?ana, cuando comience mi an¨¢lisis de 12 partes sobre la importancia cultural de los tatuajes de Allen Iverson.
(Vale, eran dos pruebas en una. Allen Iverson no forma parte del equipo. Os estaba probando, queridos lectores. La otra era de nuevo para mi editor. Quer¨ªa que gritase bien alto: "?En qu¨¦ est¨¢bamos pensando cuando contratamos a este estadounidense para escribir para nosotros?"). Tranquilos, amigos. No habr¨¢ ning¨²n debate sobre tatuajes en este espacio. Quiero decir que no habr¨¢ ning¨²n debate que no incluya la frase "otra maravillosa muestra de expresi¨®n art¨ªstica por parte de (insertar nombre de jugador estadounidense)".
Ahora s¨ª que he acabado. Gracias por leerme. Volver¨¦ pronto.
(*) Ryan es un famoso periodista deportivo estadounidense. Es conocido por ser un buen periodista deportivo, aunque podr¨ªamos decir que pertenece a la vieja escuela mientras que un servidor pertenece a la que podr¨ªamos llamar nueva escuela. O, m¨¢s acertadamente, a la no escuela, ya que me titul¨¦ en Ingenier¨ªa.
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