La fatiga del ¨¦xito pasa factura a Obama

Barack Obama pasa unos d¨ªas en su ciudad natal de Honolul¨² (Hawai) descansando de la tortura de una campa?a infernal. O quiz¨¢ dejando espacio para que los ciudadanos descansen de ¨¦l. Un 48% de los encuestados por Pew Reserch declara esta semana haber o¨ªdo hablar "demasiado" del aspirante dem¨®crata a la presidencia de Estados Unidos, cuya candidatura sufre s¨ªntomas de fatiga, que se reflejan en sus propuestas, en la acogida que ¨¦stas tienen en los medios de comunicaci¨®n y en los sondeos de opini¨®n.

La aceptaci¨®n entre los electores es del 46,6%, la misma de junio

Los expertos temen una ca¨ªda del 50% de las peque?as donaciones

No hay motivo de alarma, estima el portavoz del candidato dem¨®crata, Bill Burton. "El senador s¨®lo quiere pasar unos d¨ªas con su familia, eso es todo", afirma. "Creo que mis hijas y mi mujer merecen un poco de cari?o", ha confirmado el candidato a los periodistas.

Obama est¨¢ acompa?ado en Honolul¨² por algunos de sus m¨¢s cercanos asesores, analizando desde la serenidad de las playas del Pac¨ªfico un panorama electoral que ha adquirido un aspecto extra?o. En ocho meses, Obama ha pasado de pelear por la notoriedad frente a la mujer m¨¢s famosa del mundo, a padecer una crisis de sobreexposici¨®n al p¨²blico que puede hacerle aparecer arrogante y, en ¨²ltima instancia, complicarle su carrera electoral. De la obamaman¨ªa se ha pasado a la obamafatiga.

No se han encendido todav¨ªa las luces rojas. El candidato dem¨®crata mantiene una ventaja promedio de cinco puntos en las encuestas hechas p¨²blicas esta semana y conserva la iniciativa pol¨ªtica en distintos aspectos, desde los problemas energ¨¦ticos hasta los de seguridad. Pero todas esas encuestas confirman un estancamiento de Obama respecto a los dos ¨²ltimos meses o bien un ligero repunte del candidato republicano, John McCain, quien ha comenzado a ofrecer un perfil m¨¢s di¨¢fano.

"Si todo en las ¨²ltimas semanas ha sido tan positivo para Obama, ?por qu¨¦ no se manifiesta eso en las encuestas?", se pregunta el director de sondeos de la cadena ABC, Gary Langer.

En las ¨²ltimas semanas se han conocido datos que confirman que el Partido Dem¨®crata goza de mayor apoyo que nunca desde los a?os setenta. Las ¨²ltimas semanas han acentuado una crisis econ¨®mica que lleva a 8 de cada 10 norteamericanos a pensar que el pa¨ªs camina en la direcci¨®n equivocada y hace falta un cambio. Han sido las semanas del ba?o de masas de Obama en Berl¨ªn, las de su viaje en helic¨®ptero sobre Bagdad junto al general David Petraeus y su exitosa llamada de atenci¨®n sobre la gravedad de la situaci¨®n en Afganist¨¢n. Han sido tambi¨¦n las que ¨¦l o su mujer, Michelle Obama, han ocupado m¨¢s portadas de revistas (de People a Ebony) y m¨¢s minutos en televisi¨®n.

Tantos que McCain lleg¨® a compararlo en un anuncio con figuras del coraz¨®n como Paris Hilton o Britney Spears. El anuncio, por la vulgaridad de los argumentos, provoc¨® bastantes reacciones cr¨ªticas contra McCain. Pero sirvi¨® para establecer la imagen de un Obama demasiado distante, viviendo en el Olimpo, junto a las grandes estrellas.

De la mano de Steve Schmidt, un viejo colaborador de Karl Rove, la campa?a de McCain ha ganado la dureza tradicional de los candidatos republicanos. Quiz¨¢ algo del moderado McCain se ha perdido en el camino, pero los resultados parecen demostrar que vale la pena el sacrificio.

"Obama puede haber tocado techo. En los dos meses transcurridos desde que consigui¨® la nominaci¨®n ha sido incapaz de obtener ganancias significativas en ning¨²n segmento del electorado", afirma el diario The Politico.

El promedio que elabora peri¨®dicamente la p¨¢gina web especializada RealClearPolitics daba esta semana a Obama un grado de aceptaci¨®n entre los electores del 46,6%, el mismo del que gozaba en junio. Ese estancamiento tiene su manifestaci¨®n tambi¨¦n en la recolecci¨®n de dinero. La cascada de peque?as donaciones que llenaron las arcas de la campa?a de Obama durante el entusiasmo de la primavera se ha contenido, y los responsables han tenido que salir al mercado de tradicionales grandes donantes para compensar.

En junio, en la c¨²spide de su popularidad, Obama recaud¨® 31 millones en donaciones inferiores a los 200 d¨®lares. A¨²n no se conocen, por supuesto, los datos de este mes, pero los expertos auguran una ca¨ªda de, por lo menos, el 50%. Con lo que las donaciones superiores a los 1.000 d¨®lares pasar¨¢n a constituir, probablemente, m¨¢s de la mitad del total de lo recaudado.

Queda, desde luego, mucho tiempo de campa?a y acontecimientos importantes (convenciones, designaci¨®n de candidato presidencial, debates electorales) como para modificar el curso de la carrera de una forma significativa. Obama conserva a¨²n muchos de los m¨¦ritos que le hicieron ascender vertiginosamente -su mensaje de cambio, su atracci¨®n entre los votantes independientes, su capacidad para movilizar a los j¨®venes electores y los nuevos votantes- y sigue sorprendentemente en cabeza en Estados tradicionalmente republicanos como Virginia y Colorado, o pelea codo con codo con McCain en circunscripciones decisivas, como Florida y Ohio. Es decir, el recuento minucioso de sondeos estatales que realiza RealClearPolitics todav¨ªa le augura una amplia victoria en noviembre.

Pero, ciertamente, no existe en estos momentos un clima de triunfalismo en el Partido Dem¨®crata. "Los dem¨®cratas est¨¢n preocupados. Hemos tenido la experiencia de dos duras ¨²ltimas elecciones presidenciales y es f¨¢cil perder la confianza", afirma el analista Tad Devine, que fue uno de los responsables de la campa?a de John Kerry.

El diario The Washington Post publicaba esta semana un reportaje en el que varios portavoces dem¨®cratas expresaban preocupaci¨®n por la falta de respuesta de Obama a la nueva estrategia agresiva de McCain. "Hay que contraatacar", dec¨ªa uno de ellos. Sin embargo, Obama no est¨¢ c¨®modo en el intercambio de golpes bajos y no es probable que acuda a esos m¨¦todos. "Esta campa?a no se va a guiar por lo que digan los analistas en la televisi¨®n", asegura Bill Burton.

Obama y McCain estar¨¢n, por primera vez, juntos sobre un escenario el pr¨®ximo s¨¢bado, con ocasi¨®n de un encuentro de grupos religiosos en California. Ser¨¢ la primera oportunidad de conocer si en las arenas hawaianas se ha generado una nueva de estrategia. O un nuevo Obama.