La hero¨ªna repunta en la calle
La polic¨ªa aprehende en un solo d¨ªa casi el doble que en todo 2007 - Sanidad niega una tendencia al alza aunque aumenta el consumo juvenil
Hubo un tiempo en que la hero¨ªna era la reina de las drogas. En los a?os 80 se convirti¨® en una sustancia de moda con una relativa aceptaci¨®n social. Pero pas¨® el tiempo y la sociedad vio sus efectos. Muchos enganchados al caballo ten¨ªan como rasgo com¨²n el sida, la demacraci¨®n, y la delincuencia. Desde finales de los 90, el uso de la sustancia fue en ca¨ªda libre hasta ahora. Pero sigue viva. Est¨¢ muy lejos de la fuerza que tuvo y, aunque Sanidad niega una tendencia al alza, lo cierto es que el consumo entre los j¨®venes ha subido en los ¨²ltimos a?os y que los ¨²ltimos decomisos policiales muestran que todav¨ªa se mueve mucha mercanc¨ªa.
La ¨²ltima incautaci¨®n fue hist¨®rica. El 1 de agosto, tras un seguimiento de meses, la polic¨ªa localiz¨® un barco velero en el puerto deportivo de Sitges (Barcelona) con 316,5 kilos de hero¨ªna. Son m¨¢s que los intervenidos en todo el a?o pasado (197), y el mayor alijo que se ha aprehendido jam¨¢s en Espa?a, s¨®lo comparable a algunas operaciones de la d¨¦cada pasada que se hac¨ªan en varias fases. Fue la Operaci¨®n Teide, tutelada por el juez Baltasar Garz¨®n. Ten¨ªa, adem¨¢s del gran volumen de droga, otra peculiaridad llamativa para la polic¨ªa: vino en barco, presuntamente, desde Turqu¨ªa.
El Plan Nacional Sobre Drogas se mantiene "en guardia" Los agentes est¨¢n sorprendidos de la entrada por mar de la mercanc¨ªa
La procedencia no es lo sorprendente. Francisco Miguel¨¢?ez, comisario jefe de la Brigada Central de Estupefacientes de la polic¨ªa, explica que casi toda la droga que entra en Espa?a sale de las plantaciones de opio de Afganist¨¢n y est¨¢ controlada por grupos de narcotraficantes turcos, que la exportan a casi en su totalidad a Europa. "Pero no ¨¦ramos conscientes de que lo hiciesen por mar. Siempre ven¨ªa por carretera a trav¨¦s de los pa¨ªses del Este", cuenta.
El esquema se sol¨ªa repetir: un grupo turco compra la mercanc¨ªa en los laboratorios que, supuestamente, est¨¢n en Ir¨¢n. Utilizan transportistas del Este, generalmente rumanos o b¨²lgaros, que esconden la mercanc¨ªa en coches, camiones o furgonetas y los introducen en Espa?a. Aqu¨ª contactan con los distribuidores, que son habitualmente clanes de etnia gitana. De este proceso se interceptan los mayores alijos, de alrededor de 30 kilos. Otra v¨ªa es la que se conoce como mulas. Son peque?os transportadores, normalmente africanos o paquistan¨ªes, que traen cantidades que por lo general no superan los cinco o seis kilos.
Miguel¨¢?ez apunta que este a?o, antes del barco, la polic¨ªa hab¨ªa interceptado en las grandes operaciones poco m¨¢s de 100 kilos de hero¨ªna, tres veces menos de lo que hab¨ªa en el velero. "Si empiezan a traerlo por mar tendremos que cambiar nuestra forma de actuar", explica, tras confesar su sorpresa por este nuevo modus operandi de los narcotraficantes. "Hace muchos a?os, en Turqu¨ªa, se ha cogido alg¨²n barco, pero esto es pr¨¢cticamente in¨¦dito. Estamos acostumbrados a que traigan otras drogas por mar [en lo que va de a?o se han interceptado dos embarcaciones con coca¨ªna y una con marihuana], pero esto es completamente nuevo".
Si con este alijo se ha comprobado que la venta de droga a gran escala maneja cifras considerables, en la calle tambi¨¦n parece haber m¨¢s actividad. Un polic¨ªa que conoce bien el menudeo de hero¨ªna admite no tener datos objetivos, "pero la sensaci¨®n es de que hay m¨¢s movimiento".
No hay forma de saber exactamente cu¨¢nta hero¨ªna se mueve ni cu¨¢nta se vende ni cu¨¢nta se consume. Para calcularlo, las autoridades sanitarias y policiales se fijan en varios indicadores. Uno es el de las incautaciones. Otro, el de la producci¨®n de opio en Afganist¨¢n, el mayor pa¨ªs productor con mucha diferencia. Y ¨¦sta no para de subir. Se ha multiplicado por dos en s¨®lo dos a?os. En 2007 alcanz¨® las 8.200 toneladas, seg¨²n datos de la ONU. No se puede extrapolar a Espa?a, ya que es una producci¨®n para un mercado mundial, pero hay que tomarlo en cuenta como un indicador m¨¢s.
Otros son las encuestas y los estudios del Plan Nacional Sobre Drogas (PNSD), dependiente del Ministerio de Sanidad. El ¨²ltimo publicado es el informe de 2007, que muestra un dato preocupante: aunque el consumo, en general, se mantiene estable, entre los j¨®venes de entre 14 y 18 a?os se ha multiplicado por dos (tomando como referencia la prevalencia del consumo en los ¨²ltimos 12 meses).
La delegada del Gobierno del PNSD, Carmen Moya, descarta que se hayan olvidado los estragos que la hero¨ªna caus¨® en los 80 y se produzca por ello una tendencia al alza.
"No hay ninguna explicaci¨®n a este peque?o aumento de d¨¦cimas entre los j¨®venes", dice. Cree que los datos resultan poco significativos. "Son siempre cifras muy peque?as, por debajo del 1% [el consumo entre personas de entre 15 y 65 a?os est¨¢ en el 0,1%], por eso no se puede interpretar que haya una tendencia. Simplemente nos avisa de que no podemos bajar la guardia".
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