?Qu¨¦ elijo, cama o dinero?
3.44 de la madrugada. Estoy esperando que empiece la emisi¨®n del Espa?a-China. Mientras tanto, veo remo, que es casi tan interesante como mirar el cielo oscuro. Pero, principalmente, desear¨ªa estar dormido todav¨ªa. Se me ocurri¨® el disparatado plan de ver el partido en directo, pensando que ser¨ªa entretenido leer mis divagaciones de la noche/madrugada en un semihomenaje a Bill Simmons. Ahora mismo, mi cama suena mucho mejor que todo lo que pudiera crear con el cerebro y la punta de los dedos. 3.54. No consigo encontrar el partido en la televisi¨®n, as¨ª que miro a toda prisa en Internet, con la esperanza de encontrarlo. La NBC dice que est¨¢ emitiendo el torneo de baloncesto en la Red. El sistema parece funcionar como una almohada de tachuelas, as¨ª que no tengo muchas esperanzas. Las esperanzas resultan prof¨¦ticas porque todo lo que veo es Espa?a 17-China 14 en un marcador. Esto va a ser muy aburrido si s¨®lo tengo una jugada en tiempo real para guiarme.
3.56. Claro que siempre puedo volver al remo. Unos alemanes acaban de ganar la eliminatoria de cu¨¢druple scull, algo que no s¨¦ qu¨¦ diablos significa. 3.58. Empieza a entrarme el p¨¢nico porque me estoy despertando. El plan era ver esto y volver a dormir, sabiendo que lo ¨²ltimo podr¨ªa ser un reto, pero comprendiendo que lo primero me proporcionar¨ªa cierto alivio c¨®mico m¨¢s tarde cuando leyese mis sandeces nocturnas sobre un partido de baloncesto. 4.03. Premio gordo. Diferente canal. En concreto, MSNBC. La emisi¨®n empez¨® a las cuatro de la madrugada. China acaba de tomar la delantera con una canasta de tres puntos metida por un tipo bajito. Y acabo de darme cuenta de que voy a ir con los chinos. Lo siento, espa?oles, pero va a ganar mi afinidad con el perdedor.
4.05. El comentarista Doug Collins acaba de decir, "parece que Marc Gasol tiene buenas manos", como si acabaran de regal¨¢rselas. (Eso va a ser mucho menos gracioso cuando lo traduzcan). 4.08. Dicen que los chinos son indistinguibles. Pero yo creo que el equipo de baloncesto espa?ol es el que mejor se adapta a ese estereotipo. Todos los que est¨¢n en el campo tienen el pelo moreno y parecen haberse dejado la navaja de afeitar en el control de seguridad de Madrid. 4.16. No consigo explicarme por qu¨¦ Ricky Rubio lo hace bien. Pero as¨ª es. 4.17. Un chino mete un triple; los chinos van nueve arriba. Doug Collins dice que los espectadores est¨¢n entusiasmados. Es posible, pero en lo que a fervor se refiere, prefiero a 5.500 menorquines que a 18.000 chinos. 4.22. Hablando de entusiasmo. Yao Ming celebrando recuerda a un Robocop borracho. 4.24. A Rudy le hacen falta y se comporta como si un francotirador le hubiese dado en un hombro. Va a tener que dejar ese jueguecito cuando llegue a Portland. 4.26. Carlos Jim¨¦nez acaba de lanzarse a lo Superman contra alguien. Como casi se rompe el cr¨¢neo y parece ser uno de los favoritos del p¨²blico, no dir¨¦ nada acerca de que parec¨ªa un monociclo intentando alcanzar a un Lamborghini.
4.43. Empieza el segundo tiempo, y estoy cambiando de favorito. He aqu¨ª por qu¨¦: todos tendr¨¢n que admitir que su amor por el deporte es caprichoso. Un espa?ol gana unas cuantas carreras de moto y de repente todo el mundo se aficiona a las carreras GP. Nadal se anota unos cuantos partidos y todo el mundo se aficiona al tenis. El equipo de baloncesto logra unos cuantos campeonatos internacionales y los ni?os empiezan a lanzar balones en lugar de darles patadas. Si este equipo empieza a perder, dejar¨¢ de importarles el baloncesto, lo cual hace menos probable que mi antiguo equipo de Menorca llegue a pagarme. Ahora animo a Espa?a. Y s¨ª, mi afecto tiene precio. Recuerden, soy estadounidense. 4.59. Toma de un aficionado espa?ol. Estaba insultando a un ¨¢rbitro. Estoy escandalizado. 5.04. Hoy, a mi hombre Sun Yue parece que s¨®lo se le dan bien las faltas. Por lo visto han entrado en raz¨®n y ya no le dejan mover el bal¨®n patosamente por la cancha. 5.09. Estoy listo para que Espa?a remonte. 5.10. Como si respondiera a una orden, Felipe Reyes da un buen salto y encesta. Gracias, Felipe. Te perdono las veces que casi me destrozas el pecho con el hombro cuando mi equipo jugaba contra el tuyo.
5.18. China anota un triple, Rudy corre por la cancha y marca un enceste de dos puntos. Es realmente bueno, algo que de verdad no me sorprende. En uno de mis d¨ªas libres, cuando jugaba en el Joventut, le vi anotar 52 puntos en un partido de juveniles. Para ser completamente sinceros, en aquella ¨¦poca me parec¨ªa demasiado delgado para triunfar a largo plazo. Por eso me mantengo alejado de los pron¨®sticos. 5.23. Navarro empata. 5.24. Navarro comete una estupidez. 5.25. En serio, Espa?a tiene que salir bien de ¨¦sta. No creo que soporte ver a Yao Ming dando bandazos tras la euforia del partido. 5.26. No estoy seguro de que Marc Gasol est¨¦ en el puesto adecuado marcando al hombre m¨¢s alto del baloncesto profesional... pero, de nuevo, me equivoco. Empate. 5.27. Por favor, que no haya pr¨®rroga. Necesito dormir. He vuelto a cambiar de bando. Acepto una celebraci¨®n rara si con eso puedo irme a dormir. Ver¨¢n, no soy tan estadounidense. Prefiero dormir al dinero. 5.30. Maldita sea. Pr¨®rroga. El remol¨®n que hay en m¨ª quiere abandonar. Pero persevero, aunque eso signifique m¨¢s cansancio ma?ana.
5.33. Acaba de ocurr¨ªrseme lo rid¨ªculo que es esto. Cre¨ªa que ni siquiera tendr¨ªa que ver la segunda mitad del partido, y aqu¨ª me tienen, viendo la pr¨®rroga. A las 5.33 de la ma?ana. 5.36. Sun Yue le pasa la pelota directamente al equipo equivocado. Me sujeto la cabeza con las manos. No deber¨ªan permitirme hablar de jugadores de baloncesto a menos que sea para darles mala suerte. 5.41. Falta un minuto. Espa?a va a ganar. Como para a?adir ¨¦nfasis, Gasol machaca. Por una parte, los chinos me dan l¨¢stima; es como ver a un adolescente robarle la bicicleta a su hermano peque?o. Por otra parte, tengo sue?o, y si Espa?a ha tenido que ponerse las pilas para que yo me vaya a la cama, mirar¨¦ hacia el otro lado para no ver la travesura.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.