D¨ªa de reyes
Bolt destroza el r¨¦cord de 100m en una final ¨²nica - Phelps, m¨¢s sobrenatural que nunca, iguala en la mariposa los siete oros de Spitz - Espa?a pega el tir¨®n con Llaneras y las chicas del tenis
En la retina ol¨ªmpica quedar¨¢ para siempre la jornada de ayer, el d¨ªa en el que dos deportistas imperiales, Michael Phelps y Usain Bolt, llevaron al l¨ªmite la naturaleza humana. Entre la gesta de uno y otro, despeg¨® Espa?a, lanzada por el oro de uno de sus irreductibles, el corredor de pista Joan Llaneras -el primer espa?ol con medalla en tres Juegos consecutivos- y las tenistas Anabel Medina y Virginia Ruano, que hoy disputar¨¢n la final de dobles frente a las hermanas Venus y Serena Williams. Al mismo tiempo, Rafael Nadal discutir¨¢ por el mismo premio con el chileno Fernando Gonz¨¢lez. Tras una sesi¨®n inolvidable, Espa?a ya tiene cinco medallas, con la preponderancia del tenis y el ciclismo, y un hueco para la esgrima. Suficiente para aliviar el aplastamiento sufrido por la selecci¨®n de baloncesto, una marioneta en manos de la NBA (119-82), una apisonadora para el equipo de A¨ªto Garc¨ªa Reneses, que nunca tuvo predicamento ante el despertar del gigante estadounidense.
En medio del optimismo espa?ol, un jamaicano se convirti¨® en el hombre m¨¢s r¨¢pido del planeta al correr los 100 metros en 9,69s, nuevo r¨¦cord mundial. Fue una final ¨²nica no s¨®lo por el turbo de Bolt, sino por las varias cuadras que sac¨® a sus adversarios, descolgados de principio a fin, muy alejados de la estela del caribe?o. El campe¨®n del mundo, Tyson Gay, hab¨ªa quedado eliminado en las semifinales y Asafa Powell, su compatriota y, en principio, gran rival, se fren¨® en el quinto puesto. No hubo batalla y el jamaicano, de 21 a?os, cruz¨® la meta silbando. Su tiempo, tres cent¨¦simas menos que el anterior r¨¦cord que ¨¦l mismo pose¨ªa (9,72s), no parece que vaya a perdurar mucho.
A este velocista de gran altura y poderosa zancada no se le adivinan barreras. No hay fronteras para ¨¦l. Lo demostr¨® con creces en una final singular que certific¨® el mapa actual de la velocidad: seis caribe?os y dos estadounidenses. Desde los Juegos de San Louis 1904 no se daba una final en la que no hubiera alg¨²n representante de los otros continentes.
Tampoco hay muros para Michael Phelps, que a primera hora de la ma?ana igual¨® el registro de Mark Spitz en 1972 -siete oros en unos mismos Juegos- tras una final emotiva como pocas. En los 100 metros mariposa, el descarado serbio Milorad Cavic exigi¨® lo mejor del herculiano nadador de Baltimore, sometido durante toda la semana a un esfuerzo descomunal, con un calendario torturador para cualquiera. Extenuado, Phelps lleg¨® el pen¨²ltimo al viraje de los 50 metros. Estaba fundido, el estupor era general. El estadounidense, ayer m¨¢s sobrenatural que nunca, se repuso y en un largo remont¨® hasta el primer puesto, aunque fuera por una u?a, lo que origin¨® la infructuosa reclamaci¨®n de la delegaci¨®n balc¨¢nica. Hoy, en los 4x100 estilos, el chico, que suma 15 medallas ol¨ªmpicas, es muy probable que supere la haza?a de Spitz.
Otra heroicidad fue la del mallorqu¨ªn Joan Llaneras, un valor seguro. A sus 39 a?os, el gran pistard espa?ol gan¨® la prueba de puntuaci¨®n, un calvario de 40 kil¨®metros en el que una treintena de ciclistas se vigilan unos a otros. Una vez m¨¢s, como en Sidney 2000 (oro) y Atenas 2004 (plata), Llaneras fue el m¨¢s l¨²cido. "En este deporte gana el que mejor piensa con 180 pulsaciones", sostuvo el espa?ol, que, tras recibir las felicitaciones de la Reina y el presidente Zapatero, ratific¨® su retirada. Un sello magn¨ªfico para una hoja de servicios de la que muy pocos deportistas espa?oles pueden presumir.
Con Llaneras y los tenistas, Espa?a ha pegado un tir¨®n cuando est¨¢n a punto de irrumpir sus mejores bazas. Hoy mismo, Gervasio Deferr, Marta Dom¨ªnguez y los regatistas Iker Mart¨ªnez y Xabi Fern¨¢ndez. Las medallas contagian y, tras una jornada como la de ayer, todo es posible en Pek¨ªn, sede de unos Juegos magn¨ªficos, tan bien organizados como ambientados y competidos.
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