La consulta hacia la independencia

La ciudadan¨ªa sabe que para el PNV la estrategia de la consulta es necesaria para cerrar filas, para enarbolar una bandera de enganche que les permita jugar al victimismo y concentrar el voto nacionalista. Pero sobre todo para mantenerse en el poder. Se supone que han hecho sus c¨¢lculos para sumar votos, pero si las cuentas fallan, la divisi¨®n en el PNV explotar¨¢ con crudeza al d¨ªa siguiente de las elecciones. Yo conf¨ªo en la decisi¨®n pol¨ªtica de la ciudadan¨ªa vasca para poner fin a una larga etapa en la que el nacionalismo gobernante ha pretendido contaminarlo todo, confundiendo pa¨ªs con proyecto nacionalista y reduciendo la vitalidad de la sociedad vasca con premisas excluyentes.

El PSE-EE debe compartir identidades, fortalecer Euskadi, su econom¨ªa, su vida social y cultural

Desde siempre, la estrategia del PNV ha jugado a dos barajas. De un lado, expone la cara amable estatutista, y, del otro, el discurso radical. Conociendo a su electorado, pretende hacer equilibrios entre los autonomistas convencidos y los independentistas. Y ahora m¨¢s que nunca, busca concentrar el voto nacionalista pescando entre el electorado de EA, EB y Aralar. Incluso aspira a captar votos dentro del electorado de Batasuna.

Pero esta vez la jugada no deber¨ªa salirle bien al PNV, porque mantiene contradicciones irresolubles. Los discursos de Egibar, Ibarretxe, Urkullu, Imaz, Arzalluz... m¨¢s que un ejemplo de pluralismo interno son la demostraci¨®n de un partido en crisis.

Pero lo m¨¢s grave es que con la "legitimidad" de un voto prestado quieren meter al pueblo vasco en un callej¨®n sin salida, con ETA a la desesperada dispuesta a todo. Mientras, fr¨ªvolamente, el PNV juega con las identidades en un pa¨ªs harto de tanta bronca. Es el ejemplo de Urkullu con su deseo futbol¨ªstico "que gane Rusia a Espa?a" o la devoci¨®n del PNV por el proceso hacia la independencia de Kosovo. Ambas expresiones son la constataci¨®n del sentimiento del PNV hacia la Espa?a democr¨¢tica. Eso me lleva a pensar que en algo nos habremos equivocado los vascos no nacionalistas.

Ante estas realidades pol¨ªticas, sumadas al grado de confusi¨®n y hartazgo de buena parte de la ciudadan¨ªa vasca, me pregunto qu¨¦ podr¨ªa hacer el PSE-EE. De entrada, tiene que dejar bien claro, de manera pedag¨®gica, que con la llamada consulta pretenden iniciar una v¨ªa hacia la independencia. As¨ª de simple. Dig¨¢moslo claro para que nadie se enga?e. EA no se cansa de repetirlo a diario, y l¨ªderes del PNV, tampoco. Referirse a esa consulta como "el derecho a decidir" forma parte de la ceremonia de la confusi¨®n. En ese terreno y con t¨¦rminos tan enga?osos, el PNV se siente c¨®modo porque oculta el objetivo final de este laber¨ªntico proceso que es la independencia, respetable pero no alcanzable a cualquier precio y con cualquier tipo de apoyo ciudadano.

El panorama vasco aparece plagado de incertidumbres, con un lehendakari mermado en su credibilidad. Por tanto, es imprescindible despertar confianza entre la ciudadan¨ªa en una coyuntura pol¨ªtica como ¨¦sta y en medio de una crisis econ¨®mica que ataca el empleo y el bienestar de las personas. El PSE-EE ha de plantear nuevas ideas sobre una gesti¨®n democr¨¢tica y participativa para recuperar la confianza de la poblaci¨®n vasca en las instituciones y en el futuro del pa¨ªs, sin mostrar prisas ni obsesiones por el poder. Y su candidato deber¨¢ dejar bien claro que no formar¨¢ gobierno con el PP, y que para aprobar las leyes y proyectos estrat¨¦gicos para Euskadi buscar¨¢ apoyos transversales s¨®lidos.

Patxi L¨®pez y el PSE-EE representan una alternativa que, para liderar la sociedad vasca en esta etapa de renovaci¨®n hist¨®rica, trabajan a favor de compartir identidades y fortalecer Euskadi, su econom¨ªa, su vida social, cultural y su imagen en el mundo. Sin necesidad para ello de confrontarse con Espa?a y sin alentar el conflicto entre identidades.

El candidato socialista debe convencer de que gobernar¨¢ mejor, con m¨¢s calidad democr¨¢tica, contando con la energ¨ªa que aportan las ciudades como San Sebasti¨¢n y poniendo al frente de los diferentes cargos a los hombres y mujeres m¨¢s preparadas, tengan o no carnet del PSE-EE. Esto es decisivo en un pa¨ªs que tiene todo tipo de organismos copados por personas con carnet del PNV.

Frente a la radicalizaci¨®n del PNV, el compromiso socialista ha de ser el de reforzar el autogobierno vasco para que resulte m¨¢s ¨²til al pa¨ªs, a la vida y felicidad de la ciudadan¨ªa y a la causa de la paz. Y a la vez debi¨¦ramos apostar por incorporar contenidos concretos al proyecto pendiente del federalismo, buscando un modelo de lealtad federal entre los pueblos y de lealtad con el Estado en esta Espa?a plurinacional.

Od¨®n Elorza es alcalde de San Sebasti¨¢n.