Sala de estudio para noct¨¢mbulos
La biblioteca de Ciencias de la Aut¨®noma es la ¨²nica que abre 24 horas todo el a?o
"?Ya toca chapar!". In¨¦s apura una botella de agua antes de enfrentarse de nuevo a los apuntes de fisiolog¨ªa vegetal. Son ya las once y la noche es g¨¦lida en el exterior de la biblioteca de Ciencias de la Universidad Aut¨®noma, la ¨²nica en Madrid que abre las 24 horas durante todo el a?o. Los ex¨¢menes de septiembre est¨¢n a la vuelta de la esquina y cerca de 40 personas hincan los codos en esta sala de estudio.
Apenas media docena de farolas dan la bienvenida a los veh¨ªculos que acceden a la universidad por la entrada principal. A la derecha, un inmenso aparcamiento desierto. Del otro lado de la calle de Kant -la que lleva al rectorado-, la vetusta Facultad de Filosof¨ªa. A trav¨¦s de las ventanas de sus aulas se atisba un halo de luz en los pasillos, aunque ninguna sombra hace pensar que todav¨ªa quede alg¨²n empleado en el edificio. Las paradas de autob¨²s est¨¢n desiertas. Una furgoneta de color azul preside una explanada en la que dentro de unas horas, decenas de alumnos y profesores estacionar¨¢n sus veh¨ªculos. A unos 200 metros, se ven una veintena de coches. Todos los que entran o salen de los veh¨ªculos portan una mochila, una carpeta repleta de apuntes o libros de hasta cinco cent¨ªmetros de grosor.
A la una de la madrugada, cerca de 30 personas siguen estudiando
El transporte es un problema. El que tiene coche debe llevar a los dem¨¢s
"Por las noches me cunde much¨ªsimo m¨¢s. Durante el d¨ªa hace demasiado calor y la biblio est¨¢ llena", cuenta In¨¦s, de 26 a?os, estudiante de Biolog¨ªa en la Universidad de Alcal¨¢. Se est¨¢ tomando un respiro entre tema y tema, acompa?ada de sus dos compa?eros de fatiga, Pedro, de 25, y Natalia, de 23. Los tres est¨¢n sentados en uno de los bancos de cemento que hay al salir de la biblioteca. Han llegado a las ocho de la tarde. "A esa hora se ven pocos sitios vac¨ªos, pero no hay tanta gente como por las ma?anas", asegura Pedro, que prepara las oposiciones para bombero que se celebran dentro de un mes. Compagina los libros con su trabajo de bombero forestal de la Comunidad de Madrid. "Hay d¨ªas que llego muy cansado de trabajar y me tengo que venir aqu¨ª a estudiar, pero no me queda otra", cuenta.
Su amiga In¨¦s tambi¨¦n estudia y trabaja. Le quedan s¨®lo ocho asignaturas para terminar la carrera. "Quiero sacarme cuatro ahora en septiembre. Ya va siendo hora de acabar. Llevo ochos a?os con la licenciatura", afirma. Su primera prueba est¨¢ fijada para el 2 de septiembre.
La tercera en discordia, Natalia, reba?a las ¨²ltimas cucharadas de su tupper. Coge fuerzas para afrontar el tocho de f¨ªsica y ampliaci¨®n de metabolismo que le espera sobre una de las mesas de la biblioteca. Lleva 10 d¨ªas estudiando para sacarse las ocho materias que ha acumulado para septiembre. Siempre por la noche. "Estoy m¨¢s c¨®moda a estas horas y saco m¨¢s partido que si viniera por la ma?ana o a primera hora de la tarde. Todav¨ªa hace demasiado calor", cuenta.
En el apartado de quejas, los estudiantes tienen un par de ellas con may¨²sculas. "Si queremos estudiar por las noches, s¨®lo tenemos esta opci¨®n de la Aut¨®noma. Ninguna universidad abre m¨¢s all¨¢ de las diez de la noche", denuncia Paula, de 19 a?os, estudiante de Psicolog¨ªa. "Es indignante que s¨®lo tengamos una abierta 24 horas durante todo el a?o", reitera Pedro.
Adem¨¢s, la biblioteca de la Aut¨®noma tiene un problema: en ¨¦pocas de gran afluencia de estudiantes, es necesario estar matriculado en esta universidad para entrar en la sala de estudio 24 horas.
El Ayuntamiento de Madrid no considera necesario una ampliaci¨®n especial para la ¨¦poca de ex¨¢menes. Las 27 bibliotecas municipales abren de 8.30 a 20.30 durante agosto. Y en septiembre, de 9.00 a 21.00. La Comunidad tiene en mente una apertura especial entre el 1 y el 20 de septiembre, periodo en el que algunas de las 18 bibliotecas permanecer¨¢n abiertas las 24 horas, seg¨²n una portavoz del Gobierno regional, que sin embargo no ha especificado cu¨¢les.
Las universidades p¨²blicas de la regi¨®n tampoco echan una mano a los estudiantes en este sentido. La de Alcal¨¢ abre la biblioteca de Derecho las 24 horas desde el 16 de agosto y permanece abierta en este horario en ¨¦poca de ex¨¢menes, y la Complutense har¨¢ lo propio con la de empresariales entre el 1 y el 12 de septiembre. "Con este panorama no se puede estudiar", ironiza una futura ingeniera aeron¨¢utica, que tiene que recuperar cuatro asignaturas a partir del 2 de septiembre.
El segundo problema para los estudiantes es el transporte. "O venimos en coche o en Cercan¨ªas. Y desde la estaci¨®n de la universidad hasta la biblioteca tenemos un camino de unos veinte minutos andando", explica un alumno de Navales, que le dedica unas cinco horas al d¨ªa a las cuatro asignaturas que tiene pendientes. Los que van en grupo y tienen veh¨ªculo propio rotan en la funci¨®n de conductor. "El que lleva el coche hace el tour y recoge a los amigos que chapan de noche", cuenta Nacho, de 22 a?os.
La mayor¨ªa de las cerca de 30 personas que permanecen en la sala parecen a¨²n motivadas, a pesar de que ya son las doce y media de la noche. Pero algunos se refrescan la cara u optan por despejarse unos minutos fuera de la biblioteca. Es el caso de Mart¨ªn, de 21 a?os. Acaba de salir con su mochila al hombro. Dice que lleva cerca de dos horas sin despegar la mirada de los apuntes y necesita un descanso. No tiene dudas a la hora de explicar por qu¨¦ estudia por las noches. "Por las ma?anas prefiero sobar. Adem¨¢s, me suelo levantar bastante atontado y no me entra nada en la cabeza", cuenta, mientras se toma un Red Bull y se enciende un cigarro. Le han quedado seis asignaturas y reconoce que tiene que aplicarse, porque empieza el 2 de septiembre.
No todos tienen las mismas fuerzas a la una de la ma?ana. "Hoy, hasta las dos, ?eh?", le propone Arancha a su amiga Lorena. "Me pilla un poco en fr¨ªo. ?Lo dejamos hasta la una y media?", contesta ella con cara de cansancio.
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