"Hay cr¨ªticas que son rid¨ªculas"

Si hay alguien que espera encontrarse en Valencia un gran premio similar al de M¨®naco por aquello de que se disputa en un circuito urbano que est¨¢ abrigado por el mar, que se lo vaya quitando de la cabeza. Al menos, de momento.

Mientras la pista ha sido piropeada por organizadores, pilotos, directores de equipo y, en definitiva, por todo aqu¨¦l con intereses en este circo, tambi¨¦n existe el bando contrario, muy heterog¨¦neo. Hasta hoy, para encontrar a los m¨¢s alborotadores ni siquiera hab¨ªa que salir del circuito. El viernes, los aficionados que compraron entradas de las tribunas 11 o 18, a 420 y 480 euros, estaban furiosos. Los de la primera zona apenas ve¨ªan pasar los alerones de los coches, mientras que desde la segunda el ¨¢ngulo de visi¨®n es tan bajo que no se ve ni eso. Tras muchas reclamaciones en la sede de Valmor, la empresa promotora, y un conato de amotinamiento, la compa?¨ªa prometi¨® reubicar a todo aqu¨¦l que estuviera afectado por el problema. Finalmente fueron unas mil personas, que ayer ya pudieron ver pasar los b¨®lidos durante la sesi¨®n de clasificaci¨®n.

Y luego est¨¢n los que esto de los coches de carreras ni les va ni les viene y tienen que soportar el tremendo estruendo de los motores. "Asumimos todos los fallos que pueda haber, pero creo que estamos recibiendo palos que son injustos", reconoce Jorge Mart¨ªnez Aspar, vicepresidente de Valmor. "Nos estamos dejando la piel para que todo salga bien, pero es la primera vez que nos metemos en algo as¨ª y nuestra prioridad era el aspecto deportivo, del que todo el mundo est¨¢ contento", asegura el ex campe¨®n del mundo de motociclismo. Y apostilla: "Hay cr¨ªticas rid¨ªculas: es evidente que los f-1 hacen ruido".