Obama se refuerza con Biden
La candidatura dem¨®crata gana con el conocimiento de pol¨ªtica exterior del veterano senador - Su perfil puede atraer votos de la clase obrera en Estados clave
Barack Obama apost¨® por la experiencia y por el conocimiento de la pol¨ªtica internacional al elegir al senador Joseph Biden como su compa?ero de candidatura para ganar la Casa Blanca en las elecciones del pr¨®ximo 4 de noviembre. Biden es la versi¨®n dem¨®crata de John McCain, con similar veteran¨ªa y parecido curr¨ªculum, sin su historial militar pero con m¨¢s refinamiento intelectual y, parad¨®jicamente, m¨¢s ra¨ªces populares.
Biden, un cat¨®lico de origen irland¨¦s de 65 a?os con v¨ªnculos en la Am¨¦rica profunda y 35 a?os de vida pol¨ªtica en Washington, parece a priori el complemento perfecto de un negro de 47 a?os, de padre africano y en su primer turno como senador. Cuando ambos aparecieron juntos ayer por primera vez ante el hist¨®rico Capitolio de Illinois, en Springfield, donde Obama anunci¨® su candidatura hace a?o y medio y donde Abraham Lincoln forj¨® su leyenda, parec¨ªan la pareja perfecta, el ticket so?ado, como se dice en el lenguaje pol¨ªtico norteamericano.
El ambiente de desolaci¨®n en las filas de Clinton es indisimulable
"Va a devolver a EE UU la relevancia internacional", manifest¨® Obama
Biden es la versi¨®n dem¨®crata de John McCain, pero con m¨¢s ra¨ªces populares
Su elecci¨®n puede contradecir el mensaje de cambio de Obama
Biden volvi¨® desde Washington cada noche a su casa en tren durante 35 a?os
"Durante meses he estado buscando a un l¨ªder que me ayude a cambiar las cosas en Washington, un l¨ªder que comprenda los desaf¨ªos a los que hace frente Estados Unidos y el mundo, un l¨ªder que comparta mi visi¨®n de hacer que republicanos, dem¨®cratas e independientes trabajen juntos, un l¨ªder que pueda ser presidente", dijo Obama en otro de sus grandes discursos.
"Hoy he vuelto a Springfield", a?adi¨®, "para anunciar que he encontrado a ese l¨ªder". "Joe Biden ha intentado siempre cambiar Washington sin que Washington le cambiara a ¨¦l. Joe Biden ha sido siempre un amigo de los desfavorecidos, ha sido uno de los mejores servidores p¨²blicos de nuestra ¨¦poca. Joe Biden ha sido siempre una voz a favor de nueva forma de librar la guerra contra el terrorismo y de poner fin a la guerra de Irak de forma ordenada. Joe Biden es un estadista que va a devolver a Estados Unidos la relevancia internacional".
"Barack y yo procedemos de diferentes or¨ªgenes pero compartimos los mismos valores", manifest¨® por su parte Joe Biden.
Despu¨¦s de dos d¨ªas de deliberada incertidumbre que contribuy¨® a crear un cl¨ªmax sin precedentes, la campa?a de Obama comunic¨® a sus seguidores el nombramiento del candidato a la vicepresidencia por medio de mensajes de texto y correos electr¨®nicos poco despu¨¦s de las tres de la madrugada de ayer. Un par de horas despu¨¦s el propio Obama escrib¨ªa otro correo en el que lo confirmaba: "Tengo noticias importantes que quiero compartir con vosotros: quiero hacer oficial que he escogido a Joe Biden como mi compa?ero de candidatura".
Joe Biden viene a reforzar a Obama en un momento decisivo de la campa?a, cuando se marcan diferencias con el rival y precisamente cuando el candidato republicano crece en unas encuestas que insistentemente reflejan la desconfianza de los ciudadanos en la capacidad de Obama para manejar los asuntos de seguridad y pol¨ªtica exterior.
Nadie podr¨¢ acusar a Biden de falta de experiencia en ese terreno. Presidente del comit¨¦ de Relaciones Exteriores del Senado, Biden es, probablemente, la m¨¢s reconocida autoridad en la materia dentro de la direcci¨®n del Partido Dem¨®crata. El pasado fin de semana Biden estuvo en Georgia analizando sobre el terreno las consecuencias de la invasi¨®n rusa.
Esa crisis ha recordado a los norteamericanos la importancia de la pol¨ªtica internacional y ha permitido a John McCain exhibir sus credenciales al respecto, dejando en evidencia las carencias de Obama. Con Biden, la candidatura dem¨®crata puede subsanar, por tanto, una de sus principales debilidades.
Su larga experiencia -es senador desde los 29 a?os- puede ser tambi¨¦n, sin embargo, uno de los inconvenientes de su designaci¨®n, en la medida en la que parece contradecir el mensaje de cambio de Obama y su promesa de revolucionar los modos tradicionales de hacer pol¨ªtica en Washington.
Este inconveniente se ve matizado, no obstante, por las l¨®gicas dificultades de John McCain -senador durante un cuarto de siglo- para criticar las largas carreras en el Capitolio, as¨ª como por la propia personalidad de Biden, que siempre ha sido un pol¨ªtico aficionado a volar por libre. "Nunca ha sido una t¨ªpica criatura de Washington", coment¨® ayer Linda Douglas, portavoz de la campa?a de Obama. De hecho, durante 35 a?os, cada noche ha recorrido en tren los 130 kil¨®metros que separan la capital de la naci¨®n de su casa en Wilmington (Delaware) cuando conclu¨ªa su jornada de trabajo.
Biden une su voluntad de independencia con su fama de decir lo que piensa. Eso le ha costado m¨¢s de un disgusto a lo largo de su trayectoria pol¨ªtica. Uno que ahora ha venido a la mente de todos es su referencia a Obama, en los estadios iniciales de la campa?a electoral, cuando el propio Biden compet¨ªa por ser presidente, como "el primer afroamericano articulado, limpio y elegante". En aquel momento, Biden se extendi¨® tambi¨¦n en algunas referencias a la inexperiencia de Obama que ya han sido explotadas propagand¨ªsticamente por la campa?a de McCain. "No ha habido cr¨ªtico m¨¢s claro de la falta de experiencia de Obama que Joe Biden", declar¨® ayer Ben Porrit, portavoz de McCain.
Brillante en su expresi¨®n y en su argumentaci¨®n, con Biden el Partido Dem¨®crata tiene a un gran contendiente para el debate entre los candidatos a la vicepresidencia -la pr¨®xima semana se conocer¨¢ el designado por McCain- y la prensa tiene a una magn¨ªfica fuente de la que extraer titulares. El influyente columnista David Brooks dec¨ªa esta semana que elegir a Biden ser¨¢ el m¨¢s claro signo de inteligencia que pod¨ªa ofrecer Obama.
Al hacerlo, sin embargo, Obama ha tenido que descartar a otros que podr¨ªan haber aportado otros valores. Esto es cierto, principalmente, para Hillary Clinton, que se queda fuera y con ella todo su mundo de influencias pol¨ªticas, sus 18 millones de votos en las primarias y la legi¨®n de mujeres que le profesan afecto y lealtad.
El comentarista conservador Dick Morris recordaba ayer a McCain que ¨¦ste es el momento de incluir a una mujer en su candidatura y atrapar el voto de los seguidores de Clinton. La ex primera dama emiti¨® ayer un comunicado en el que alud¨ªa al nombramiento de Biden casi como un gesto de rutina y mencionaba que "como siempre ha ocurrido, se ha elegido a un fuerte y experimentado l¨ªder". El ambiente de desolaci¨®n en las filas de Clinton es indisimulable.
Biden, no obstante, puede sustituir algo de lo que se pierde con Clinton. Por ejemplo, su buena comunicaci¨®n con los votantes de clase obrera que juegan un papel tan importante en Estados electoralmente decisivos como Pensilvania (su Estados natal), Ohio o Michigan.
En esos escenarios y en otros en los que el Partido Republicano ha hecho circular con ¨¦xito el fantasma de la falta de ra¨ªces americanas de Obama, la presencia de Biden, un cl¨¢sico producto de Am¨¦rica, si es que se puede definir ese concepto, puede ser una gran compensaci¨®n.
No es f¨¢cil encajar f¨¢cilmente a Biden dentro del campo de los moderados o de los liberales del Partido Dem¨®crata. Aunque su trayectoria de voto en el Senado tiene un cierto acento de izquierda, el flamante candidato a la vicepresidencia ha llegado a numerosos acuerdos con los republicanos y es un viejo amigo del principal representante del partido conservador en el comit¨¦ de Exteriores, Richard Lugar.
Biden vot¨® en su momento a favor de la autorizaci¨®n de la guerra de Irak, pero se arrepinti¨® p¨²blicamente de ese paso en varias ocasiones despu¨¦s. Es un firme cr¨ªtico de la Administraci¨®n de George W. Bush, a la que recientemente se refiri¨® como "probablemente la peor Administraci¨®n de la historia de Estados Unidos".
Ninguno de los seguidores de Obama en la izquierda del partido puede sentirse frustrado por el nombramiento de Obama, pero tampoco su designaci¨®n va a generar alarmas entre los c¨ªrculos conservadores o las oficinas de Washington envueltas en el manejo de los asuntos de seguridad. Su visi¨®n de la pol¨ªtica exterior se ajusta b¨¢sicamente a los c¨¢nones exigidos para mantener a unos Estados Unidos fuertes frente a los enemigos tradicionales. Fue un firme defensor de la intervenci¨®n de Estados Unidos en los Balcanes y, en la actualidad, es partidario de una mayor involucraci¨®n en Pakist¨¢n para perseguir a Al Qaeda y advierte del riesgo que representa Ir¨¢n.
Sus credenciales en materia de seguridad se ven reforzadas por su paso anterior por el comit¨¦ de Asuntos Judiciales del Senado, donde se mostr¨® como un pol¨ªtico de gran firmeza contra la delincuencia.
Su inclusi¨®n en el ticket hace, por tanto, menos vulnerable la candidatura de Obama en casi todos los aspectos en los que ¨¦sta hab¨ªa manifestado alguna debilidad. Algunos han comparado su designaci¨®n con el nombramiento de Dick Cheney, un viejo zorro de Washington, como vicepresidente del novato George W. Bush. Al margen de lo acertado o no de esa comparaci¨®n, si Obama gana las elecciones, Biden puede ser, como Cheney, un vicepresidente con gran poder de decisi¨®n dentro de la Administraci¨®n.
Pero las elecciones, en todo caso, no las ganan los vicepresidentes. Por mucho que ayude Biden, ser¨¢ Obama el que tenga que disipar las reservas que subsisten entre el electorado norteamericano para hacerle presidente. La Convenci¨®n Dem¨®crata, que ma?ana comienza en Denver, es una gran oportunidad para hacerlo.
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