Las obras amenazan la fisonom¨ªa de los cascos hist¨®ricos de X¨¤bia y D¨¦nia
Las obras amenazan con cambiar la identidad y la forma de vida de dos de los paisajes urbanos m¨¢s emblem¨¢ticos de D¨¦nia y X¨¤bia, dos escenarios que durante d¨¦cadas han constituido un lugar de encuentro para los habitantes y han formado parte de sus principales atractivos tur¨ªsticos. La plaza de Baix y los otros enclaves que rodean la impresionante iglesia-fortaleza de Sant Bertomeu de X¨¤bia y la plaza Mariana Pineda de D¨¦nia, el coraz¨®n del barrio portuario de Baix la Mar, viven d¨ªas de pol¨¦mica por culpa de proyectos que pueden alterarlas para siempre.
Las eternas obras para remodelar el casco antiguo de X¨¤bia, que comenzaron hace tres a?os y que a finales de julio provocaron una multitudinaria manifestaci¨®n de comerciantes y vecinos, tienen ahora la culpa de que los hosteleros de la plaza de Baix hayan dado por perdida su temporada econ¨®mica de agosto. Pese a las promesas municipales, taladradoras, excavadoras y radiales han conquistado ese entorno por cuarta vez en los ¨²ltimos meses. Una de las costumbres m¨¢s ancestrales en este escenario urbano, compartida por forasteros y aut¨®ctonos, la de acudir a comer o a cenar en las terrazas de alguno de los numerosos restaurantes, se ha convertido en una desaconsejable batalla contra el ruido y el polvo. Este proyecto de reforma amenaza con modificar la fisonom¨ªa original de un barrio con casi seis siglos de antig¨¹edad por la decisi¨®n de la empresa adjudicataria de recubrir las calles con un pavimento de granito y hormig¨®n que no tiene nada que ver con el de canto rodado que es tradicional en X¨¤bia.
En D¨¦nia, despu¨¦s de a?os de demandas vecinales, el anterior gobierno de la socialista Paqui Viciano peatonaliz¨® la plaza de Mariana Pineda para que la poblaci¨®n recuperara uno de sus espacios m¨¢s sentimentales a escasos metros del puerto de la ciudad. Ahora, el nuevo ejecutivo de la popular Ana Kringe pretende modificar tanto el mobiliario urbano como el sistema de iluminaci¨®n as¨ª como los imbornales, lo que significar¨ªa volver a alzar la calzada. La actual alcaldesa cree que s¨®lo as¨ª se corregir¨ªan las "graves deficiencias" de la actuaci¨®n de su antecesora.
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