Sospecha nuclear 2
El incidente de Vandell¨°s plantea dudas que deben ser aclaradas cuanto antes
El PP ha pedido la comparecencia en el congreso de la presidenta del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), Carmen Mart¨ªnez Ten, y CiU, la del consejero de Interior de la Generalitat, Joan Saura, en el Parlamento de Catalu?a, en ambos casos, para dar explicaciones sobre el incendio que ha obligado a paralizar la central nuclear Vandell¨°s 2, en Tarragona. El incidente ha puesto a prueba los mecanismos, recientemente reforzados, de actuaci¨®n en casos de emergencia.
Los responsables del CSN han tenido inter¨¦s en resaltar que, esta vez, la informaci¨®n sobre el incidente fue r¨¢pidamente transmitida, lo que permiti¨® activar con celeridad las medidas previstas. Ese inter¨¦s se comprende a la vista de que todav¨ªa, la semana pasada, el Consejo propuso sanciones de hasta 22 millones de euros a la planta Asc¨® 1, de la misma empresa, por la desastrosa gesti¨®n de una fuga radiactiva registrada en noviembre y ocultada hasta abril. Sin embargo, hay dudas sobre si desajustes detectados hace meses y no corregidos pueden estar en el origen del incendio, algo de lo que la empresa no inform¨® y que ahora investigan tres inspectores del Consejo.
El incendio no afect¨® a la parte propiamente nuclear de las instalaciones, por lo que no hubo riesgos de ese tipo; pero era l¨®gico tomar precauciones: aunque en condiciones muy diferentes, fue un incendio iniciado en las turbinas lo que ocasion¨® una cadena de efectos que determinaron el cierre de Vandell¨°s 1, en 1989.
El incidente fue serio; los bomberos de la central necesitaron hora y media para extinguir las llamas, los da?os tardar¨¢n en ser reparados y la central deber¨¢ permanecer paralizada durante semanas para investigar las causas. Aunque no hubiera peligro, el incidente era una ocasi¨®n para probar las medidas de seguridad. En general, funcionaron bien, pero parece haber habido un problema de coordinaci¨®n con el Centro de Emergencias de la Generalitat, al que se avis¨® una hora despu¨¦s de la inicial alarma; las dotaciones de bomberos que acudieron (sin haber sido llamadas desde la planta) llegaron cuando el incendio hab¨ªa sido dominado, lo que provoc¨® cierta confusi¨®n.
Los antecedentes justifican, por tanto, la exigencia de explicaciones; pero no es l¨®gico sembrar por adelantado la sospecha ante cualquier comportamiento o exposici¨®n por parte de los responsables de la seguridad de la energ¨ªa nuclear.
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