Antes part¨ªa que perif¨¦rica
Rom¨¢n Perpi?¨¢ Grau (Reus 1902-1991) fue uno de los m¨¢s destacados economistas espa?oles. Tras licenciarse en Ciencias Econ¨®micas en Deusto, con una beca de la m¨ªtica Junta de Ampliaci¨®n de Estudios, se acab¨® de formar en Alemania, en la l¨ªnea del estructuralismo econ¨®mico. Al servicio de Camb¨®, fund¨® el Seminario de Estudios Econ¨®micos de la CHADE, que ser¨ªa el primer servicio de estudios econ¨®micos de Espa?a. Tras la Guerra Civil se traslad¨® a Madrid y fue nombrado Consejero de Econom¨ªa Nacional. Ense?¨® en la Universidad Complutense de Madrid y en la Pontificia de Salamanca. Al crearse los Premios Pr¨ªncipe de Asturias, le fue otorgado el primero de Ciencias Sociales (1981). Disc¨ªpulos suyos fueron grandes economistas, de tan variadas tendencias como Fuentes Quintana, Velarde Fuertes y Tamames.
El coste por tonelada transportada por carretera o por ferrocarril ha de ser sumamente elevado
Me he entretenido en presentar sucintamente al p¨²blico no especializado la trayectoria del profesor Perpi?¨¢ Grau (que los economistas conocen mucho mejor que yo) porque, de lo contrario, tal vez no se dar¨ªa cr¨¦dito a su opini¨®n sobre las v¨ªas de transporte en Espa?a. En su libro De estructura econ¨®mica y econom¨ªa hispana (Madrid, 1952) insiste tenazmente en la gran diferencia, desde el punto de vista de la estructura econ¨®mica, entre el centro y la periferia de Espa?a. Parte de la afirmaci¨®n de que "el desconocimiento de la estructura de nuestra poblaci¨®n es fuente de errores de nuestra pol¨ªtica econ¨®mica". La Espa?a interior tiene mayor extensi¨®n pero menor poblaci¨®n y potencia econ¨®mica que la perif¨¦rica o mediterr¨¢nea. Denuncia los "errores primitivos en el trazado de los transportes en Espa?a", el principal de los cuales es la opci¨®n radial, cuando el movimiento econ¨®mico principal es circular y perif¨¦rico. Recuerda que ya en 1762 B. Ward escribi¨® un Proyecto econ¨®mico, publicado p¨®stumamente en 1779, que propon¨ªa seis caminos grandes, todos partiendo de Madrid, dirigidos a La Coru?a, Badajoz, C¨¢diz, Alicante y, hacia Francia, uno a Bayona y otro al Rosell¨®n. Jovellanos, en su famoso informe, supon¨ªa ya empezada la construcci¨®n de aquellas v¨ªas radiales. Este fue el sistema adoptado cuando en la segunda mitad del siglo XIX se inici¨® la red ferroviaria espa?ola. "Nuestro sistema radial de comunicaci¨®n -comentaba Perpi?¨¢- de una periferia rica a una meseta pobre cuyo punto de convergencia s¨®lo tiene una poblaci¨®n de poco m¨¢s del 10% de la poblaci¨®n de la periferia, pone de manifiesto que el desequilibrio de nuestro sistema de transportes se dar¨ªa, aun suponiendo que la poblaci¨®n del interior produjera la misma riqueza que la periferia: 90 de riqueza en la periferia y s¨®lo 10 de contrabalanceo. El equilibrio es inestable. La direcci¨®n es ¨²nica y no hay contradirecci¨®n. El coste unitario por tonelada transportada sea por carretera o por ferrocarril ha de ser, por tanto, sumamente elevado porque en Espa?a son muy dif¨ªciles los retornos. Hay largos y largos kil¨®metros sin carga ni pasajeros para los transportes espa?oles. De ah¨ª que el coste de la construcci¨®n pese fuertemente sobre las pocas unidades transportadas".
Estos datos han cambiado considerablemente, por la fuerza de una pol¨ªtica econ¨®mica centralista. Hoy ya no podr¨ªa escribir Balmes que Madrid est¨¢ en medio de un gran desierto, porque hace tiempo que lo circunda un formidable cintur¨®n industrial. El hispanista franc¨¦s Jacques Mayriat contaba que el abad del Valle de los Ca¨ªdos, Fray Justo P¨¦rez de Urbel (que no era economista pero ten¨ªa buenos contactos con los jerifaltes del r¨¦gimen) le hab¨ªa dicho que los catalanes presumen de ser los m¨¢s industrializados y ricos, pero no se dan cuenta de que Franco ha impulsado la industrializaci¨®n de Madrid y de toda Castilla; adem¨¢s, la principal industria catalana es la textil, que est¨¢ en decadencia, mientras que en Madrid se ha fomentado la industria que tiene m¨¢s futuro: qu¨ªmica, el¨¦ctrica, farmac¨¦utica, etc. (La Peninsule Ib¨¦rique, Institut d'?tudes Politiques, curso 1956-1957, p¨¢g. 485). Aun as¨ª sigue b¨¢sicamente v¨¢lido el an¨¢lisis de Perpi?¨¢ Grau, de la mayor vitalidad de la periferia, y de que el movimiento de viajeros y mercanc¨ªas es sobre todo circular, y as¨ª deber¨ªa ser preferentemente la estructura de las v¨ªas de transporte. Seguramente saldr¨ªa ahora en defensa del eje mediterr¨¢neo y criticar¨ªa que en los ¨²ltimos decenios, al sobreponer a las antiguas carreteras la red de autopistas, y a la red ferroviaria convencional las l¨ªneas de gran velocidad, se haya persistido en el sistema radial y se haya hecho del kil¨®metro 0 de la Puerta del Sol el umbilicus Hispaniae.
"Antes una Espa?a roja que una Espa?a rota", clam¨® un d¨ªa Jos¨¦ Calvo Sotelo. Ahora la divisa parece ser "antes part¨ªa que perif¨¦rica".
Hilari Ragu¨¦ es historiador y monje de Montserrat.
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