Wolfgang Vogel, negociador de la guerra fr¨ªa
Fue el art¨ªfice del primer intercambio de prisioneros
Dijo una vez que sus "caminos no fueron ni blancos ni negros, a la fuerza tuvieron que ser grises, no hab¨ªa otro modo". Durante la guerra fr¨ªa, el abogado Wolfgang Vogel se paseaba con su gran Mercedes dorado por las zonas de sombra que proyectaba el muro de Berl¨ªn. Su limusina pasaba sin contratiempos por los controles fronterizos y su orondo propietario se mov¨ªa con agilidad de anguila por las aguas turbias pobladas de esp¨ªas, agentes dobles y delegados pol¨ªticos que gestionaban acuerdos y cambalaches secretos entre los bloques.
Desde su despacho en Berl¨ªn Oriental y como "representante personal del secretario general del SED
[Partido de Unificaci¨®n Socialista, el ¨²nico en la antigua Rep¨²blica Democr¨¢tica Alemana, RDA] para asuntos humanitarios", Vogel negoci¨® la venta de 33.775 represaliados de la RDA, que cruzaron el tel¨®n de acero con su mediaci¨®n y previo pago de miles de marcos por parte del "enemigo de clase" que gobernaba la Rep¨²blica Federal de Alemania (RFA). Otros 215.000 alemanes orientales, muchos de ellos ni?os, pudieron pasar a instancias de Vogel, que aplic¨® programas de reunificaci¨®n familiar.
Seg¨²n algunos c¨¢lculos, la RFA pag¨® 3.500 millones de marcos (unos 1.250 millones de euros al cambio actual) en aquellas operaciones. Las dotes de Vogel para la negociaci¨®n llevaron a establecer las liberaciones pagadas en una pr¨¢ctica rutinaria que supon¨ªa una extraordinaria fuente de divisas para el "Estado de los obreros y campesinos". Se estima que tambi¨¦n el mediador percibi¨® sumas millonarias.
La reputaci¨®n de Vogel se dispar¨® a ambos lados del muro con el ¨¦xito del primer intercambio de prisioneros entre el Este y el Oeste. Fue el 10 de febrero de 1962, en el puente de Glienicke que une Berl¨ªn con Potsdam sobre el r¨ªo Havel. Sobre aquel paso fronterizo, conocido en Estados Unidos como "puente de los esp¨ªas", cruzaron sus caminos Rudolf Abel y Gary Powers. El capit¨¢n Powers, agente de la CIA y piloto del U2 derribado por los sovi¨¦ticos en 1960, volv¨ªa a Estados Unidos v¨ªa Berl¨ªn Oeste. Como contrapartida, el Gobierno de EE UU liberaba a Abel, cuyas audacias al servicio del KGB en Norteam¨¦rica hab¨ªan facilitado los primeros ensayos at¨®micos en la URSS. Muchos otros esp¨ªas cruzar¨ªan m¨¢s tarde el Havel por el puente de Glienicke, muchos de ellos gracias a los canjes orquestados por Vogel.
Fue tambi¨¦n Vogel quien movi¨® los engranajes que devolvieron a la RDA a G¨¹nter Guillaume en 1981. El c¨¦lebre esp¨ªa, condenado a 13 a?os de c¨¢rcel por alta traici¨®n, hab¨ªa sabido ganarse la confianza del canciller Willy Brandt, de quien fue estrecho colaborador hasta su detenci¨®n en 1974. El esc¨¢ndalo le cost¨® a Brandt la canciller¨ªa.
Mediante cobros o nuevos intercambios, Vogel organiz¨® el retorno al bloque occidental de otros 150 esp¨ªas procedentes de 23 pa¨ªses. La mayor¨ªa de aquellas transacciones pasaban inadvertidas a la opini¨®n p¨²blica.
El puente de Glienicke es, en principio, un escenario excelente para las transacciones, puesto que la frontera quedaba alejada de los centros de poblaci¨®n. No obstante, los dos ¨²ltimos canjes fueron espectaculares. El 11 de junio de 1985, 23 agentes capturados en el bloque oriental cruzaron el Havel. En direcci¨®n contraria lo hicieron cuatro agentes de distintas nacionalidades. Ocho meses m¨¢s tarde, el intercambio dio la libertad al notorio disidente judeo-ruso Anatoli (Natan) Sharanski y a otros tres presos, a cambio del regreso a la RDA de cinco agentes orientales.
Tras la unificaci¨®n de las dos Alemanias en 1990, la estrella de Vogel cay¨® en barrena. El letrado, notario y catedr¨¢tico de derecho se vio en el banquillo, acusado de chantaje por algunos de los que asesor¨® para abandonar la RDA. Seg¨²n el fiscal, Vogel presion¨® a los pr¨®fugos para que renunciaran a sus propiedades al abandonar el pa¨ªs. En un proceso que dur¨® nueve a?os, el Tribunal Federal lo declar¨® inocente de chantaje. Los jueces lo encontraron culpable de falsificaci¨®n de documentos y perjurio.
Vogel falleci¨® el pasado d¨ªa 22 en Baviera, a la edad de 82 a?os.
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