Otegi vuelve a defender el di¨¢logo y la negociaci¨®n a su salida de prisi¨®n

"On verra". "Veremos", respondi¨® ayer, en franc¨¦s, Arnaldo Otegi a la pregunta sobre su futuro, minutos despu¨¦s de abandonar la c¨¢rcel de Martutene, en la que ha pasado los ¨²ltimos quince meses por un delito de enaltecimiento del terrorismo. Camino del coche en el que se dirig¨ªa a su domicilio en Elgoibar, le susurr¨® a un simpatizante que le felicitaba por su libertad: "A ver cu¨¢nto dura".

El portavoz se encuentra con una Batasuna clandestina y reducida al m¨ªnimo

El principal dirigente de la izquierda abertzale durante los diez ¨²ltimos a?os dejaba ver as¨ª las dudas y los riesgos que alberga ese futuro para ¨¦l, empezando por la situaci¨®n de la propia izquierda abertzale y terminando por las cuatro causas pendientes que a¨²n tiene y que pueden devolverle a prisi¨®n en cualquier momento.

En una breve declaraci¨®n que realiz¨® a las mismas puertas de la prisi¨®n, indic¨® que al igual que a su ingreso en la c¨¢rcel hace 15 meses, existe en Euskadi "un problema pol¨ªtico de fondo sin resolver". "Yo, personalmente, sigo pensando que es un problema que s¨®lo se resolver¨¢ a trav¨¦s del di¨¢logo y la negociaci¨®n", a?adi¨®. Por esas v¨ªas, insisti¨®, "este pa¨ªs tiene que conocer un escenario de paz y democracia que le permita seguir su futuro y, al mismo tiempo, dentro de ese proceso, liberar a todos los presos y presas pol¨ªticos vascos". A ellos y a sus familiares hab¨ªa dirigido antes "un abrazo muy especial".

El vicesecretario general del PSOE, Jos¨¦ Blanco, asegur¨® en una entrevista a Europa Press: "No hay ninguna posibilidad de retomar el di¨¢logo. Todas las puertas se han cerrado. La ¨²nica posibilidad que tiene la izquierda abertzale es convencer a la banda terrorista ETA para que abandone las armas".

Otegi ha cumplido los 50 a?os en la c¨¢rcel y ayer le esperaban en la puerta su mujer y su hijo mayor, de 26, adem¨¢s de sus padres. Les arropaban unas decenas de simpatizantes abertzales, sin apenas caras conocidas, m¨¢s all¨¢ de hist¨®ricos apartados del mando como Tasio Erkizia, Txomin Ziluaga o el ex secretario general de LAB Rafa D¨ªez Usabiaga.

La familia de Otegi entr¨® al recinto de la c¨¢rcel junto con su abogada, Jone Goirizelaia, pasadas las siete de la ma?ana, para reaparecer con ¨¦l veinte minutos despu¨¦s. Con cuatro kilos menos -"los partidos de pala", explic¨® a quienes le saludaban-, Otegi abraz¨® efusivamente a varios de los presentes, entre quienes se contaban tambi¨¦n los ex parlamentarios Ant¨®n Morcillo y Rakel Pe?a, el responsable de las Gestoras pro Amnist¨ªa, Juan Mar¨ªa Olano, y la representante de ANV, Arantxa Urkaregi. Ninguno de los actuales parlamentarios abertzales acudi¨®.

Lo que Otegi encuentra a su salida de la c¨¢rcel es una Batasuna descabezada y en la clandestinidad, reducida a la m¨ªnima expresi¨®n, y unas organizaciones de sustituci¨®n, el Partido Comunista de las Tierras Vascas (PCTV) y ANV, suspendidas y en trance de ilegalizaci¨®n. En suma, un contexto en el que dif¨ªcilmente encaja una personalidad como la suya, hecha para la actividad, la proyecci¨®n p¨²blica y la comunicaci¨®n.

La subordinaci¨®n a los intereses y designios de ETA, de nuevo plasmada en la marcha atr¨¢s en las conversaciones del proceso de paz, completa un escenario poco propicio para que encare una nueva etapa de protagonismo y liderazgo pol¨ªtico.

Parece dif¨ªcil igualmente que tras el fracaso de los dos intentos de negociaci¨®n que Otegi ha protagonizado, primero con el PNV en 1998 y despu¨¦s con el PSOE y el PSE en 2006, su solvencia como interlocutor sea suficiente como para confiarle un tercer intento. Pendiente de obtener un permiso para pasar una semana de vacaciones en Italia, Otegi aguarda tambi¨¦n la celebraci¨®n de cuatro juicios m¨¢s.