El mar como escuela
El Proyecto Urdaneta, dirigido a reinsertar en un barco a j¨®venes con problemas, concluye su primer curso
"El mar es movimiento y con ¨¦l se mueve todo", afirma el doctor en Antropolog¨ªa Criminal Jos¨¦ Barrio. Tan seguro est¨¢ de sus palabras que, hace un par de a?os, convenci¨® al emprendedor Luis Lasurtegi, medalla de plata en remo en los Juegos Ol¨ªmpicos de Los ?ngeles, para que destinara el velero que acababa de traer de Turqu¨ªa a una iniciativa novedosa en Espa?a. La idea era embarcar durante diez meses en la goleta Urdaneta un grupo de j¨®venes con problemas escolares y familiares y darles formaci¨®n profesional y atenci¨®n psicoterape¨²tica, ayud¨¢ndoles as¨ª a su reinserci¨®n laboral y social. "Rompen con su ¨¢mbito habitual, bien sea un centro de acogida o su hogar, en el que est¨¢n anclados y desmotivados, y eso les ayuda a ver otras posibilidades", defiende Barrio.
"A bordo rompen con su ¨¢mbito habitual, en el que est¨¢n anclados"
"Cuando me cont¨® sus planes por primera vez, me pareci¨® que me hablaba de marcianos, pero empez¨® a tirarme y, al final, me anim¨¦", recuerda Lasurtegi. Naci¨® as¨ª el Proyecto Urdaneta. "Creo que nadie apostaba realmente por ¨¦l", apunta su ide¨®logo. El caso es que lograron la ayuda econ¨®mica del Gobierno vasco, la Diputaci¨®n de Guip¨²zcoa y el Consejo de los Pirineos Atl¨¢nticos e iniciaron el peculiar curso el pasado mes de octubre con seis j¨®venes a bordo, la mayor¨ªa menores de edad: una chica y un chico del Pa¨ªs vasco franc¨¦s y cuatro chicos de Guip¨²zcoa, uno de ellos de origen marroqu¨ª acogido por la instituci¨®n foral. Junto a ellos embarcaron una terapeuta corporal, una psic¨®loga y un profesor de inform¨¢tica, adem¨¢s del capit¨¢n del barco, un mec¨¢nico y un marinero.
El primer curso concluy¨® a finales de julio con luces y sombras. Est¨¢ sirviendo ahora para organizar mejor el segundo, que arrancar¨¢ el pr¨®ximo octubre y en el que tomar¨¢n parte ocho j¨®venes, cuatro franceses y cuatro guipuzcoanos. Barrio hace un balance "positivo" por la evoluci¨®n que han experimentado los chicos. "Se han hecho m¨¢s responsables, han comprendido el valor del esfuerzo y el trabajo en equipo". Pero admite que no ha sido una traves¨ªa f¨¢cil. Han tenido que superar problemas de financiaci¨®n y algunos episodios violentos que acabaron con la expulsi¨®n de un menor de Mendaro. "Nos estaba rompiendo el grupo y tuvimos que echarlo", relata. Pero su estancia "no fue un fracaso". Ten¨ªa un problema de drogadicci¨®n y ¨¦l mismo solicit¨® ingresar en un centro de desintoxicaci¨®n.
Pero si hay un punto negro que es preciso reparar es el de los cambios de personal, tanto en el equipo psicoeducativo como en el de mariner¨ªa. En el primer caso, no queda nadie del grupo inicial. "Al parecer, hubo problemas con los marineros", comenta el psic¨®logo Jes¨²s Mu?oz, que se sum¨® al proyecto en marzo y continuar¨¢ en octubre. "Es muy importante que se mantenga el mismo equipo durante todo el a?o. Hubo un punto y aparte y se not¨®. Hubo que construir casi de cero. Los chavales necesitan tener un referente constante y potente, porque los cambios les descolocan".
Gaizka Larruskain es el ¨²nico que queda del grupo original de marineros. "Ha fallado tanto cambio de equipo; eso se paga", constata quien ha ejercido, y lo seguir¨¢ haciendo, de mec¨¢nico y cocinero, pero tambi¨¦n de amigo y confidente de los chicos. "Te tienen que gustar los chavales, porque hay que implicarse con ellos", advierte.
Y es que, si bien cada uno tiene su papel, es fundamental que todos arrimen el hombro en el d¨ªa a d¨ªa con los j¨®venes. El plan es compartir las comidas y las labores de limpieza. La disciplina resulta primordial. Seg¨²n el calendario previsto, el despertador suena a las 8.00. Tras desayunar, empiezan las clases, donde este a?o los chicos han dado un m¨®dulo de iniciaci¨®n profesional para reparar material inform¨¢tico impartido por un profesor del centro Cebanc. Tres de los cinco que acabaron el curso han aprobado, por lo que realizar¨¢n pr¨¢cticas en empresas durante tres meses, entre octubre y diciembre.
Del velero a las pantallas
Faltan unos d¨ªas para que acabe el curso y parte del equipo del Proyecto Urdaneta recibe a este peri¨®dico a bordo del velero. Los cinco chicos que permanecen en ¨¦l son reacios a detallar su vida personal. Imanol Dom¨ªnguez, de 17 a?os y vecino de Arrasate, es el m¨¢s hablador. "Andaba mal en los estudios, no me concentraba. Aqu¨ª se me ha despertado el instinto del estudio", explica, sin saber a¨²n que en apenas una semana le comunicar¨ªan que hab¨ªa aprobado el m¨®dulo inform¨¢tico.
La francesa Marine Tessier, tambi¨¦n de 17 a?os, asegura que "cuenta los d¨ªas" para marcharse y que no volver¨ªa al barco. Los responsables del proyecto piensan que es m¨¢s bien una pose. "Todo el mundo me pregunta sobre qu¨¦ quiero hacer en el futuro. No pienso en los problemas que puedan venir, porque me pasar¨ªa la vida deprimida", dice.Tessier no aprobar¨¢. Tampoco Jean Camille Labastie. Pero s¨ª Aimar Agirre y Achraf Aknin, Chato, quien sue?a con encontrar un trabajo y ayudar a su familia.
Sus historias m¨¢s ¨ªntimas quedan para s¨ª, pero su experiencia en el barco ha sido recogida por el director ?ngel Amigo en Palabras que vienen del mar, una pel¨ªcula que se preestrenar¨¢ el d¨ªa 4 en San Sebasti¨¢n y se estrenar¨¢ al d¨ªa siguiente en cines de Euskadi y Navarra.
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