Volver al trabajo no es una enfermedad

A Luc¨ªa, de 39 a?os, le gusta su trabajo de peluquera. Pero cuando regresa de vacaciones, sin saber por qu¨¦, es un manojo de nervios; durante unos d¨ªas le cuesta dormir y se descubre con cierta ansiedad. Seg¨²n la ¨²ltima moda del bienestar, esta mujer sufrir¨ªa el llamado s¨ªndrome posvacacional, un t¨¦rmino relacionado, en la vida moderna, con la vuelta a la rutina laboral y la tiran¨ªa del despertador. Si se encuentra m¨¢s fatigado que de costumbre, sin apetito, se muestra m¨¢s irritable, triste o nervioso podr¨ªa estar afectado por este supuesto s¨ªndrome.

Pero la mayor¨ªa de expertos consultados dicen que el tal s¨ªndrome posvacacional es s¨®lo un mito. Nada de enfermedad, sino una adaptaci¨®n a los cambios. La patologizaci¨®n de la vida cotidiana ha provocado que socialmente se considere "enfermedades" a numerosos contratiempos del d¨ªa a d¨ªa, aseguran. Como sucede con el llamado s¨ªndrome posvacacional.

'Patologizar' la vida cotidiana convierte los contratiempos en enfermedades

Estar triste por volver a trabajar no tiene nada que ver con una depresi¨®n

"Es un agravio comparativo considerar las pocas ganas de volver a trabajar como s¨ªndrome o depresi¨®n posvacacional. La depresi¨®n es una enfermedad de mucha entidad, con un alto nivel de suicidios", opina Enric ?lvarez, jefe del Servicio de Psiquiatr¨ªa del Hospital de Sant Pau de Barcelona. "Es evidente que cuando te lo has pasado bien cuesta volver a trabajar y estar triste por ello no tiene nada que ver con estar deprimido", a?ade.

Para muchos, las vacaciones deben servir de b¨¢lsamo para recargar las pilas. Quiz¨¢ pocos lo consiguen: seg¨²n varias encuestas, hasta uno de cada tres trabajadores afirman pasar cansancio, des¨¢nimo e incluso falta de ilusi¨®n durante los primeros d¨ªas de retorno a la actividad laboral. Sin embargo, para Mikel Urretavizcaya, psiquiatra responsable de la Unidad de Depresi¨®n Resistente del Hospital Universitario de Bellvitge (l'Hospitalet de Llobregat), esos sentimientos "son s¨®lo estados emocionales normales" que afectan "m¨¢s o menos, seg¨²n la personalidad". Otra cosa ser¨ªa si los s¨ªntomas de tristeza intensos se alargan mucho en el tiempo. "Lo peligroso ser¨ªa considerarlo como malestar por el regreso y que enmascaren una depresi¨®n real, que es lo que tienen los pacientes que nos llegan a consulta", dice.

Pocas profesiones sufren un cambio tan brusco como los docentes. Para Ivonne, profesora de un instituto p¨²blico de ense?anza de Barcelona, la vuelta del verano es un peque?o shock. El nerviosismo le invade, sobre todo el d¨ªa antes de iniciar el curso. De poco le sirve su larga experiencia. "Tenemos unas vacaciones largas y cada curso nuevo comenzamos de cero. Hay nuevos alumnos y tambi¨¦n nuevos profesores. A los pocos d¨ªas, todo vuelve a la normalidad".

De ser ciertas las cifras de afectados por el citado fen¨®meno, la atenci¨®n primaria deber¨ªa recibir una avalancha de personas angustiadas, ¨¢vidas de pedir la baja. No parece ser el caso, seg¨²n la Sociedad Espa?ola de Medicina de Familia y Comunitaria (SEMFYC), que public¨® hace unos a?os una serie de recomendaciones para facilitar una mejor adaptaci¨®n en los primeros d¨ªas de trabajo. "No apoyamos la existencia de un s¨ªndrome posvacacional como un proceso de enfermedad, s¨®lo es un documento de prevenci¨®n", afirma Mar¨ªa Jes¨²s Cerecedo, coordinadora del grupo de Salud Mental de la SEMFYC.

Sin embargo, algunas instituciones han tomado en serio esta problem¨¢tica. El Ayuntamiento de Valencia, que considera el supuesto s¨ªndrome como un fen¨®meno "social", organizar¨¢ en la segunda quincena de septiembre -y por segundo a?o- un curso especializado para prevenir en la poblaci¨®n los posibles desarreglos f¨ªsicos y ps¨ªquicos.

"La gente resuelve muy bien sus propios problemas cotidianos, reconoce lo que le est¨¢ pasando y no acude a consulta por ello", a?ade Mar¨ªa Jes¨²s Cerecedo. Mercedes, de 48 a?os, empleada de la limpieza, es un ejemplo de claridad mental. A pesar de haber pasado las vacaciones en casa, "por la crisis", reconoce que siempre vuelve a su actividad laboral contenta. "S¨®lo me faltar¨ªa pasarlo mal en el trabajo", dice. Pedro, funcionario de la administraci¨®n desde hace m¨¢s de dos d¨¦cadas, ha visitado a su familia en un pueblo soriano. Despu¨¦s se recorri¨® la Expo de Zaragoza. "Mis vacaciones me permiten reorganizar mi vida. Me ilusionan antes de que lleguen y luego son una especie de recompensa", cuenta. Se acaba de reincorporar "sin problemas", incluso cuando ha regresado de viaje una hora antes de fichar a las 8 de la ma?ana. "Si est¨¢s bien en tu lugar de trabajo, es sencillo", asegura.

La mejor prevenci¨®n para evitar un regreso complicado a la vida cotidiana comienza en las mismas vacaciones. Los expertos recomiendan, siempre que sea posible, evitar concentrarlas en un mes. Lo mejor es dividirlas a lo largo del a?o. Y tambi¨¦n, vivir ese tiempo libre como un disfrute, pero marc¨¢ndose objetivos realistas, "porque no van a resolver los problemas de nuestra vida", afirma Mar¨ªa Jes¨²s Cerecedo. Lo importante, aconseja el psiquiatra Enric ?lvarez, es hacer algo completamente diferente que permita a la persona desconectar del entorno laboral. "Por descontado, no ser¨ªa bueno ir a un sitio donde se haga lo mismo y se vea a las mismas personas, pero en pantal¨®n corto. Lo deseable es tener intereses aparte del trabajo, desde la lectura al bricolaje, la jardiner¨ªa o los viajes, para dedicarte en cuerpo y alma, divirti¨¦ndote, y hacer [como al ordenador] un reinicio", sostiene.

Otra manera de mantener el bienestar conseguido en las vacaciones es planificar el regreso, antes de finalizarlas. Y tambi¨¦n, "tener un di¨¢logo interno de aceptaci¨®n, o realizar cambios en lugares donde se tiene un mayor control de la situaci¨®n como es el hogar", comenta Simon L. Dolan, profesor de Recursos Humanos de Esade y psic¨®logo experto en estr¨¦s laboral.

La reincorporaci¨®n no es problem¨¢tica cuando el entorno laboral es positivo. Entonces, ?qu¨¦ sucede cuando no es as¨ª? "Si de partida se est¨¢ en un trabajo que produce insatisfacci¨®n, a la vuelta puede ser mucho peor, porque las vacaciones no lo resolver¨¢n y el que regresa se encontrar¨¢ con la misma situaci¨®n", dice Mar¨ªa Jes¨²s Cerecedo. Lo peor lo tienen quienes trabajen en un entorno laboral desagradable o conflictivo y que sufran estr¨¦s laboral. "Algunas veces no es m¨¢s que una huida ante la aparici¨®n de nuevos problemas. Pero si uno est¨¢ satisfecho en su trabajo, la reincorporaci¨®n y adaptaci¨®n es m¨¢s r¨¢pida", a?ade Cerecedo.

Algunos disienten profundamente. "El llamado s¨ªndrome posvacacional no es nada m¨¢s que el resultado de vivir 11 meses al a?o en un tipo de trabajo o de entorno laboral t¨®xico", asegura el psic¨®logo laboral I?aki Pi?uel.

"Los entornos laborales son cada vez m¨¢s lugares de estr¨¦s, de incidentes, de clima degradado, de envidias y rivalidades, de sobrecarga de trabajo cronificada por no cubrir bajas o despedidos, de inseguridad a nivel organizativo. Es decir, riesgos psicosociales en el trabajo", dice Pi?uel. En estas situaciones, al volver al trabajo el organismo lo indica de muchas maneras, transformando su protesta en una somatizaci¨®n a desarrollar ataques de p¨¢nico, insomnio, dolores musculares y articulares, n¨¢useas e incluso v¨®mitos. "La persona no sabe qu¨¦ le pasa, al cabo de unos d¨ªas vuelve a aclimatarse a esta situaci¨®n an¨®mala, se acostumbra", a?ade Pi?uel.

Las cifras que algunos dan sobre el s¨ªndrome posvacacional son muy parecidas al 38% de empleados que menciona este psic¨®logo. Pero, para Pi?uel este s¨ªndrome no es m¨¢s que un s¨ªntoma de otras causas como estr¨¦s, s¨ªndrome del quemado o acoso laboral. Adem¨¢s, las cifras de afectados por estos problemas coindicen con ese 38% que barajan los expertos. Por ello, las empresas deben cuidar las condiciones psicosociales en el trabajo, afirma Manuel Hidalgo, psic¨®logo del Centro Nacional de Condiciones del Trabajo.

Pero, para la mayor¨ªa de los expertos, la aparici¨®n de este malestar a la vuelta de las vacaciones no es m¨¢s que la consecuencia l¨®gica de un proceso de adaptaci¨®n, de vuelta a la actividad, y no conviene darle la mayor importancia. Si ma?ana comienza a trabajar, la recomendaci¨®n mayoritaria es buscar momentos gratificantes fuera del trabajo, evitar la queja permanente ante sus compa?eros y, si es posible, retomar la actividad progresivamente, porque, como sucede con un autom¨®vil, no se puede pasar de cero a cien en un instante.