Solos en casa despu¨¦s del cole
Uno de cada cuatro menores pasa la tarde sin compa?¨ªa - Una encuesta revela el cambio del "ni?o mediterr¨¢neo al anglosaj¨®n"
La conciliaci¨®n entre la vida famliar y laboral no funciona en Espa?a. Seg¨²n una encuesta realizada por la Fundaci¨®n SM, la Universidad Pontificia de Comillas y el Movimiento Junior entre 15.000 escolares (de 6 a 14 a?os), uno de de cada cuatro ni?os -el 27%- se siente solo al llegar a casa despu¨¦s del colegio. Ese porcentaje supone que 920.000 menores echan de menos la atenci¨®n de sus padres y no se sienten acompa?ados para jugar o ver la televisi¨®n, hacer los deberes o simplemente charlar. De estos, unos 150.000 ni?os pasan la tarde completamente solos en el domicilio.
Estos datos no suponen s¨®lo el cambio de tendencia del "ni?o mediterr¨¢neo al ni?o anglosaj¨®n", como se?ala el investigador Fernando Vidal, sino que indican la necesidad de un cambio social profundo. En opini¨®n de los expertos, ni los recintos escolares pueden cerrar sus puertas a las cinco de la tarde, desentendi¨¦ndose de una multitud de menores cuyos padres trabajan hasta tarde, ni en los lugares de trabajo pueden seguir estigmatizados quienes acortan su jornada laboral para atender a los hijos.
El 43% de los chicos de seis a once a?os tiene tel¨¦fono m¨®vil
"No se trata s¨®lo de aprobar leyes de conciliaci¨®n, sino de algo m¨¢s profundo", comenta Vidal. Abandonar antes la oficina, convencerse de que los horarios cortos son m¨¢s productivos y no marginar a quienes reducen la jornada es la ¨²nica conciliaci¨®n posible", se?ala. Mientras se modifican tan arraigados h¨¢bitos ?c¨®mo evitar que parte de la infancia se sienta sola?
Los especialistas apuntan a la necesidad de fomentar el asociacionismo y aprovechar los recintos escolares para garantizar un ocio adecuado para los menores. "La estructura social ha cambiado. Las familias son m¨¢s peque?as y los ni?os urbanos rara vez bajan a la calle a jugar. ?Qu¨¦ sentido tiene mantener los horarios escolares de hace un siglo?", se pregunta el catedr¨¢tico de Psicolog¨ªa Evolutiva Josetxu Linaza.
Este experto aboga porque desde el Gobierno central o las consejer¨ªas de las comunidades auton¨®mas se aprovechen las instalaciones deportivas para buscar soluciones "sin la obligaci¨®n de cumplir ning¨²n programa educativo", es decir, al margen de la ense?anza. Para las familias creyentes, Vidal destaca tambi¨¦n el papel que en este mismo sentido pueden desempe?ar las parroquias. "De igual forma que los Gobiernos se plantean c¨®mo atender a los ancianos que est¨¢n s¨®los, algo tendr¨ªan tambi¨¦n que plantearse para los ni?os que est¨¢n solos", dice Linaza.
La encuesta de Infancia en Espa?a 2008, elaborada por los soci¨®logos Fernando Vidal y Rosal¨ªa Mota, revela que parte de los ni?os que se sienten solos no lo est¨¢n f¨ªsicamente: los padres, la ni?era a los abuelos pueden acompa?arles, pero "sin prestarles atenci¨®n", destaca Vidal.
?nicamente el 7,5% de los menores que lamentan su soledad pasa las tardes sin la presencia de un adulto. El resto, hasta ese 27%, se siente solo aunque est¨¦ acompa?ado. Las consecuencias sociales de ese aislamiento pueden resultar "muy preocupantes" para este soci¨®logo, que cita el informe de la Fundaci¨®n Foessa de 2008, a¨²n in¨¦dito, para se?alar el fin del mito de la solidaridad en las barriadas marginales. "Donde hay pobreza econ¨®mica hay tambi¨¦n pobreza de relaci¨®n social. Los ni?os est¨¢n de verdad solos, al igual que los adultos", dice. La encuesta avala que quienes m¨¢s solos se sienten son los hijos de inmigrantes: de cada cien menores consultados, el 40,4% se quej¨® de vivir aislado fuera del colegio.
Otros especialistas, como Vicente Garrido, se muestran menos pesimistas: "Los ni?os tienen una prodigiosa capacidad de adaptaci¨®n. Igual que se han acostumbrado a pasar de las familias numerosas a las monoparentales sin traumas de ning¨²n tipo, har¨¢n lo mismo con la realidad que les ha tocado vivir", afirma este especialista en infancia conflictiva. Internet y el m¨®vil son sus aliados en esta adaptaci¨®n. La encuesta revela que el 43% de los ni?os de seis a once a?os tiene tel¨¦fono propio.
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