Julio Madurga, el 'ojo' del cine espa?ol

Ha sido el mejor "operador de c¨¢mara", un t¨¦rmino que se utiliza en casi todos los pa¨ªses, mucho m¨¢s preciso que el un tanto despectivo de "segundo operador" que utilizamos en Espa?a. Los girasoles ciegos y Las 13 rosas son algunos de sus m¨¢s recientes trabajos. Muri¨® con 61 a?os.

Nacido en Zaragoza en diciembre de 1946, nada m¨¢s terminar sus estudios de director de fotograf¨ªa en la Escuela Oficial de Cinematograf¨ªa, realiz¨® su primer trabajo con Rafael Gil y al a?o siguiente, en 1976, hizo la primera pel¨ªcula de Pilar Mir¨®, La petici¨®n y desde aquel d¨ªa se convirti¨® en el ojo de la Mir¨®, con la que particip¨® en toda su filmograf¨ªa.

Algo parecido le ocurri¨® con Carlos Saura, ya que nada m¨¢s conocerse ?Ay, Carmela! (1990), se convertir¨ªa en el operador de c¨¢mara del resto de sus pel¨ªculas. Fue precisamente rodando la ¨²ltima en Italia, a finales de julio, cuando a Madurga se le manifest¨® la enfermedad que en pocas semanas acabar¨ªa con su vida.

En el a?o 1996 dio muestras de su sensibilidad cinematogr¨¢fica al convertirse en coproductor (junto a Jos¨¦ Luis Cuerda, Hansi Burman y Emiliano Otegui) de la ¨®pera prima de Alejandro Amen¨¢bar, Tesis. El resultado fue tan bueno que la relaci¨®n sigui¨® hasta Los otros, en la que Madurga tambi¨¦n llev¨® la c¨¢mara.

Berlanga, Bigas Luna, Gonzalo Su¨¢rez, Eloy de la Iglesia, Aranda, Escriv¨¢, Ch¨¢varri, Camus, Mercero, Eduard Cort¨¦s... Casi todo el cine de estos directores ha sido mostrado al p¨²blico a trav¨¦s del ojo de Julio Madurga.

Su ¨²ltimo trabajo terminado ha sido El caso Wanninkhof, dos cap¨ªtulos emitidos por TVE-1 el pasado verano, dirigidos por Fernando C¨¢mara y yo mismo. C¨¢mara, que trabajaba por vez primera con Julio Madurga, le ha dedicado estas l¨ªneas a su memoria: "Uno de mis mejores recuerdos del rodaje de El caso Wanninkhof es haber trabajado con Julio. Ya me hab¨ªan asegurado que era un tipo ¨²nico. Ciertamente, porque disfrutaba cada plano que hac¨ªa, con su silencio serio, silencio amable, silencio sonriente".

Hac¨ªa lo que m¨¢s le gustaba y creo que por eso nos gustaba a los dem¨¢s. Tambi¨¦n nos gustaba verle comer, con su parsimonia, su destreza operando con los cubiertos igual que con la c¨¢mara. Su masticar tranquilo, su esp¨ªritu sereno, tan necesario para todos.

No soporto perder a la gente de cine que quiero porque en muchos aspectos son mi familia. Hablar sobre Julio me resulta extra?o porque ¨¦l era b¨¢sicamente silencio, era mirada pura, actitud y porte: el caballero de la imagen.

Lo que m¨¢s me duele no es perderle, porque el recuerdo lo sostiene, sino sospechar la cantidad de cosas que ya no podremos hacer juntos. "Con Julio me caso", me dec¨ªa ingenuamente yo, pensando en tantos otros encuentros, en tantas m¨¢s comidas sosegantes y cin¨¦filas, porque con ¨¦l, adem¨¢s, se pod¨ªa hablar de cine, que es nuestro verdadero alimento.

Profesionales como ¨¦l no abundan mucho. Se?ores de su calado, todav¨ªa menos.

Pedro Costa es realizador, director y productor.