Hipnotik cierra convocando a 10.000 personas en el CCCB

No deja de sorprender que en tiempos digitales y audiovisuales, la palabra siga pautando el ocio y la m¨²sica de los j¨®venes. Cierto que el hip hop ha tardado 30 a?os en ser etiquetado como moda, pero hoy ya es lo que anta?o fue el rock: la m¨²sica que siente como propia una generaci¨®n.

Esa generaci¨®n, arrancando en la adolescencia y llegando hasta poco m¨¢s all¨¢ de los 20 a?os, fue la que este pasado fin de semana se cit¨® en el Centre de Cultura Contempor¨¢nea de Barcelona (CCCB) atra¨ªda por el festival Hipnotik, que en s¨®lo cuatro ediciones ya ha dado un salto en su capacidad de convocatoria, llegando este a?o a las 10.000 personas.

A pesar de algunos desajustes de producci¨®n, el festival se desarroll¨® sin problemas considerando la complejidad de un acto que implica competiciones de break, de recitadores que se retan improvisando rimas (Pelea de Gallos), escritura de grafitos y conciertos.

Fueron, claro, los conciertos de la noche del s¨¢bado los m¨¢s concurridos, a mayor gloria de Falsalarma, Tote King y Violadores del verso. Si bien la actuaci¨®n m¨¢s exitosa fue la de los ma?os (Violadores son las estrellas del hip hop espa?ol), cabe destacar la intenci¨®n de un Tote que actu¨® con banda (bajo, guitarra, bater¨ªa) para sumar detalles a sus bases, disparadas por un pinchadiscos. Combinando piezas de su ¨²ltimo trabajo, Un tipo cualquiera, con ¨¦xitos de anta?o como Matem¨¢ticas y avanzando temas del disco que saldr¨¢ en noviembre, el sevillano se reivindic¨® letrista yendo m¨¢s all¨¢ de los lugares comunes propios del hip hop. Fue el suyo el ¨¦xito de la palabra, esa arma que, como dice Mucho Muchacho, otro de los mejores recitadores de Espa?a, "es un arma mucho m¨¢s peligrosa que las pistolas que usan los pandilleros". Palabra de hip hop.