Nueva versi¨®n del racismo blanco
Vuelve la herencia poscolonial: los blanqueadores de piel y la cirug¨ªa para redondear rasgos faciales triunfan entre asi¨¢ticos y africanos - El est¨¢ndar de belleza y modernidad es occidental
La promesa: aclarar uno o dos o tres tonos el color de la piel. Millones de mujeres -y cada vez m¨¢s, hombres- de todo el mundo han convertido las cremas que dicen blanquear la piel en un fil¨®n para la industria cosm¨¦tica que, consciente de ello, las anuncia de forma agresiva y sin ambages, especialmente en la India y en los pa¨ªses del sureste asi¨¢tico, lo que le ha otorgado el dudoso honor de ser acusada de abanderar una nueva -y multimillonaria- vanguardia racista: lo blanco es hermoso; lo negro, vergonzante. Una herencia maldita, pero todav¨ªa vigente en las sociedades poscoloniales. Esto es, en la mayor¨ªa del mundo.
La tendencia tambi¨¦n llega a las minor¨ªas raciales de Estados Unidos
La industria fomenta la idea de que lo negro es vergonzante
Estrellas de Bollywood han reabierto el debate racista en India
En Corea se recurre a la cirug¨ªa de p¨¢rpados para dar aspecto occidental
?frica es el vertedero de las cremas t¨®xicas, y, por tanto, baratas
Para muestra, un bot¨®n. El anuncio de White Beauty (Belleza Blanca), una crema de Pond's, de la filial india de Unilever. Priyanka Chopra, una de las actrices m¨¢s guapas y famosas de Bollywood, sufre porque su novio, Saif Ali Khan, el h¨¦roe indio del momento, se ha ido con la otra guapa del plat¨®, Neha Dhupia. La chica abandonada recuperar¨¢ su amor cuando logre tener una piel m¨¢s p¨¢lida -gracias a White Beauty-.
El desarrollo de este famos¨ªsimo tri¨¢ngulo amoroso, anunciado por entregas en la televisi¨®n india ha reabierto el debate sobre la gran obsesi¨®n por la piel blanca en aquel pa¨ªs, donde la mayor¨ªa de la poblaci¨®n es de piel oscura. "Es un esc¨¢ndalo, es un anuncio muy racista, que aumenta los prejuicios por el color de la piel en un pa¨ªs con complejos poscoloniales", dice Subashini Ali, presidenta de Aidwa, ala feminista del Partido Comunista de la India, promotora de la campa?a contra el anuncio.
Para Hindust¨¢n Unilever, "no hay intenci¨®n alguna de discriminar". "Como compa?¨ªa valoramos y respetamos la diversidad de las necesidades y aspiraciones de nuestros clientes", dice su portavoz, Prasad Pradhan, que recuerda que en la India se usan de forma tradicional remedios caseros para blanquear la piel, por lo que la compa?¨ªa s¨®lo est¨¢ aportando un producto que el mercado requiere. Sin embargo, para el profesor de la Escuela de Negocios Ross de la Universidad de Michigan (EE UU) y estudioso de la campa?a de Unilever, Aneel Karnani, el anuncio refuerza antiguos prejuicios, "no tradiciones inexistentes".
Karnani se muestra preocupado tambi¨¦n por el sexismo de la publicidad -"la mujer tiene que estar guapa para satisfacer al hombre"- y recuerda que, en cambio, Unilever comercializa en Occidente la marca Dove, responsable de iniciar una campa?a para "liberar a la nueva generaci¨®n de estereotipos de belleza".
El anuncio en la India ha encendido las alarmas por tratarse de tres superestrellas. Pero no es el primero ni el ¨²nico. Las cremas blanqueadoras llenan los estantes de las tiendas indias, accesibles a todos los bolsillos -empezando desde lo equivalente a menos de un euro-. Y la gran mayor¨ªa tienen deslumbrantes anuncios. Infinidad de firmas locales, pero tambi¨¦n multinacionales como Nivea, L'Or¨¦al, Procter and Gamble, The Body Shop, Avon, Clinique o Revlon comercializan sus productos. Y es que el mercado indio gasta en el "cuidado de la piel" m¨¢s de 640 millones de d¨®lares al a?o (450 millones de euros), seg¨²n un estudio de mercado de AC Nielsen, una cifra que crece a pasos agigantados.
Los analistas consultados muestran su preocupaci¨®n por la facilidad con la que este racismo global -y sus anuncios- es aceptado en Asia, y especialmente en China, Jap¨®n, Filipinas y Corea. En este ¨²ltimo pa¨ªs, la cirug¨ªa est¨¦tica en los p¨¢rpados para lograr unos ojos redondos es uno de los remedios favoritos para lograr un aspecto m¨¢s occidental. Aunque el cambio no es radical, s¨ª se logra el efecto de unos ojos m¨¢s grandes, dicen los especialistas. En Estados Unidos, ¨¦sta es la tercera cirug¨ªa est¨¦tica m¨¢s buscada, s¨®lo tras la liposucci¨®n y el aumento de pechos. Los descendientes de asi¨¢ticos son los que m¨¢s la piden y anualmente se hacen unas 120.000 operaciones a gente de esta comunidad, seg¨²n la Asociaci¨®n Estadounidense de Cirujanos Pl¨¢sticos.
"En muchos pa¨ªses asi¨¢ticos, mantener una piel blanca era un rasgo femenino, pero ahora, adem¨¢s, con campa?as agresivas y racistas, tiene un signo de modernidad y es aceptado por toda la sociedad", explica Amina Mire, profesora del Departamento de Antropolog¨ªa y Sociolog¨ªa de la Universidad de Carleton (Canad¨¢). El mercado de blanqueadores est¨¢, de acuerdo con Mire, perfectamente asentado en el continente asi¨¢tico, el tercero en beneficios despu¨¦s de EE UU y Europa (donde se comercializan para mujeres blancas como producto antiedad o antimanchas).
Pero el incremento en el consumo de cosm¨¦ticos no se limita al subcontinente indio y al continente asi¨¢tico. En Estados Unidos tambi¨¦n se practica aunque en menor medida por el vigor del movimiento por los derechos civiles entre la poblaci¨®n negra. Al igual, de acuerdo con Amina Mire, que en ?frica, "donde el emblanquecimiento se ha asociado a la opresi¨®n colonial blanca y los que lo practican son acusados de tener complejo de inferioridad, de odiarse. Por ello, se practica a escondidas". Dado que blanquear la piel es algo de lo que avergonzarse, los productos se venden clandestinamente.
"?frica es el vertedero de las cremas t¨®xicas, por lo tanto m¨¢s baratas", asegura Mire que a?ade que como la gente los usa a escondidas, s¨®lo llegan al m¨¦dico cuando los productos t¨®xicos ya han causado da?o, a veces irreparable. En muchos pa¨ªses africanos han prohibido el uso de determinados productos por su riesgo para la salud y llevado a cabo campa?as para promover la belleza est¨¦tica local, lo que, de acuerdo con Margaret Hunter, especialista en pol¨ªticas raciales y de g¨¦nero de la Universidad Mills de California es "un trabajo crucial dado que el mensaje de superioridad blanca satura el mercado".
Para Hunter, este nuevo racismo global, originado por ideolog¨ªas coloniales (las personas de razas mixtas de complexi¨®n m¨¢s blanca dispon¨ªan de situaciones de privilegio por encima de las m¨¢s oscuras) y por un racismo interiorizado en las ex colonias, viene espoleado adem¨¢s por visiones de un nuevo orden mundial. ?ste tiene como premisa la exportaci¨®n por parte de Estados Unidos y de sus medios de la belleza blanca. Y, ocasionalmente, la de mujeres negras de piel clara. Cuanto m¨¢s clara, mejor, vista la reciente pol¨¦mica creada por el supuesto emblanquecimiento, mediante Photoshop, de la piel de la cantante Beyonc¨¦ en un anuncio de L'Or¨¦al.
Por todo el mundo, "en la televisi¨®n, cine, Internet o la prensa se prima a la mujer rubia y blanca ya no como el ideal cultural, sino como el imperativo cultural", dice Hunter. Y se sigue premiando. Estudios recogidos por Hunter apuntan a que, en Estados Unidos, los latinos y los afroamericanos de piel m¨¢s blanca disponen de mayor acceso a trabajo, estatus, dinero o a encontrar pareja. Algo que tambi¨¦n sucede en la India, donde las mujeres m¨¢s morenas tienen m¨¢s problemas para encontrar marido y su dote se encarece. En las secciones de matrimoniales, donde los padres buscan pareja a sus hijos, la palabra fair, de piel blanca, resalta en todos los anuncios.
"Cuando mis hijos nacieron, en vez de preocuparse por saber si estaban sanos, la familia pregunt¨® primero si ten¨ªan piel clara u oscura", cuenta Diya Vig. Ella tiene un moreno claro, pero dice que sent¨ªa presi¨®n de la familia de su esposo, de clase social alta y con menos pigmentaci¨®n. "Quiero ser menos oscuro para que se me acepte mejor. As¨ª tendr¨¦ una novia m¨¢s guapa y mis ganancias aumentar¨¢n porque ser¨¦ m¨¢s carism¨¢tico", dice un joven pillado en un mercado de Nueva Delhi comprando Fair and Handsome (Blanco y Guapo), uno de los productos destinados al consumo masculino.
Si bien el af¨¢n por blanquear la piel cruza el espectro social, es entre las clases medias y bajas donde la industria tiene m¨¢s adeptos. Y eso es lo que m¨¢s critica tambi¨¦n el profesor Karnani: "Los productos se venden a gente joven e impresionable y a mujeres pobres a las que venden envases econ¨®micos. Es explotaci¨®n. Esto no es potenciar a la mujer. Potenciar a la mujer es hacerla sentir bien tal y como ha nacido, de forma que no sienta que tiene que comprar este producto. Y encima, a diferencia de la longitud del pelo, de ser m¨¢s o menos gordo, el color de la piel es imposible de cambiar". Para otros, la cuesti¨®n no tiene nada que ver con supremac¨ªa racial: "La obsesi¨®n por ser blanco en India no tiene cortes racistas, sino que es s¨®lo el concepto de belleza, todos queremos lo que no podemos tener", dice una estudiosa india de conductas del consumidor. Curiosamente en esos pa¨ªses lo que se anhela es una bella piel blanca.
Lej¨ªa en la piel
El t¨¦rmino en ingl¨¦s es skin bleaching, blanquear la piel. Bleach tambi¨¦n significa lej¨ªa. Uno de los productos que, hist¨®ricamente, junto con pasta de dientes, bicarbonato, orina y otros muchos se han usado solos o en combinaciones imposibles para conseguir -o no- acabar con la pigmentaci¨®n oscura de la piel. En la actualidad no se usa lej¨ªa, pero se siguen encontrando productos t¨®xicos en cremas blanqueadoras ilegales. Que se sepa: mercurio, corticosteroides o hidroquinona.
Esta ¨²ltima, como recuerda el vicepresidente de la Sociedad Espa?ola de Medicina Est¨¦tica, Jaume Tufet, es t¨®xica en altas concentraciones, usada por un largo periodo de tiempo. Puede oscurecer y engrosar la piel (el efecto contrario al buscado, denominado ocronosis ex¨®gena), y se la vincula con determinados c¨¢nceres en la sangre.
La UE prohibi¨® su comercializaci¨®n en cremas cosm¨¦ticas en concentraciones superiores al 2%, pero el mercado ilegal de productos sigue provisto de ella, especialmente en el Reino Unido, con una elevada poblaci¨®n asi¨¢tica, africana y caribe?a y donde los dermat¨®logos ya han atendido a pacientes con problemas de salud provocados por hidroquinona o corticosteroides.
Por estos mismos problemas, Tanzania prohibi¨® en 2004 m¨¢s de 80 marcas diferentes de cremas, pero en muchos pa¨ªses se siguen encontrando sin dificultad en mercados o en ventas ambulantes.
En algunos casos las cremas se producen en Europa y en Estados Unidos (para su exportaci¨®n a pa¨ªses africanos y su propia poblaci¨®n). En otros casos es a la inversa. En Espa?a, de acuerdo con Tufet, todav¨ªa no se ha detectado una demanda de estos productos o requerido la atenci¨®n m¨¦dica por sus efectos. Tufet explica que entre la poblaci¨®n inmigrante suramericana, magreb¨ª o asi¨¢tica se consultan las posibilidades de acabar con manchas en la piel causadas por la edad o los embarazos.
Muy diferente es la cl¨ªnica del dermat¨®logo S. K. Bose, que asegura que en su consulta en el Apollo, uno de los hospitales privados m¨¢s lujosos de la India, la mitad de los pacientes acuden pidiendo que se les blanquee la piel. En su opini¨®n, las cremas pueden tener buen resultado, pero tambi¨¦n entra?an riesgos si no est¨¢n "supervisadas" por un dermat¨®logo. "Y con el uso de productos de baja calidad se pueden producir efectos secundarios como manchas blancas o pigmentaci¨®n extra?a", a?ade. Tufet se muestra esc¨¦ptico sobre la efectividad de las cremas blanqueadoras cosm¨¦ticas. "Pueden ayudar un poco, matizar algo el tono, pero yo dir¨ªa que no m¨¢s que apartarse del sol; no hacen ni mal ni bien".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.