?Juande comer¨¢ Christmas Pudding?

"Espa?a tiene una gran y muy seria cultura futbol¨ªstica y Juande Ramos es la mejor expresi¨®n de ella".

-James Lawton, laureado periodista deportivo del The Independent de Londres.

Los entrenadores de las grandes Ligas de f¨²tbol se merecen todo lo que les pagan, y m¨¢s. Apenas comenzada la temporada, Juande Ramos del Tottenham Hotspur, uno de los m¨¢s bien pagados, est¨¢ atravesando lo que se podr¨ªa convertir muy pronto -por ejemplo hoy, si no gana en casa contra el Wigan- en un v¨ªa crucis, en una dolorosa prueba para su salud emocional.

El espa?ol tom¨® las riendas del hist¨®rico club londinense hace poco menos de un a?o y en cuesti¨®n de tres meses se convirti¨® en h¨¦roe y redentor, en la promesa de un glorioso futuro. El primer reto fue salir de la zona de descenso y lo logr¨® con facilidad. El segundo, clasificarse para la Copa UEFA: tambi¨¦n.

Las ¨²ltimas semanas de la temporada pasada fueron un paseo, una larga preparaci¨®n para el gran reto que el mismo Ramos se propuso: acabar con el cuadropolio aplastante que ejercen el Manchester United, el Chelsea, el Liverpool y el Arsenal sobre la Premier League.

Hoy el Tottenham ocupa el ¨²ltimo puesto de la tabla (un punto en cuatro partidos) y, tras una trabajada victoria en casa en la UEFA el jueves contra un equipo polaco, vislumbra la posibilidad de abandonar la competici¨®n B europea a la primera. Ramos, admirado casi tanto en la primavera por la prensa deportiva inglesa como por la encandilada afici¨®n del estadio de White Hart Lane, corre el riesgo hoy, como dice la expresi¨®n inglesa, de ir from hero to zero; de h¨¦roe a don nadie. Lo cual ser¨ªa triste y cruel. Ramos es un tipo taciturno, y aparentemente duro, pero competir en la Liga inglesa le ilusiona como a un ni?o. Siempre le ha gustado el f¨²tbol ingl¨¦s, desde tiempos de Bobby Charlton, uno de los ¨ªdolos de su juventud. Est¨¢ convencido de que la Premier es la mejor competici¨®n del mundo; que es el lugar donde los grandes del deporte se tienen que poner a prueba.

Lo dijo hace seis meses: "Tengo cuatro a?os de contrato. En el f¨²tbol nunca se sabe, pero quisiera cumplirlos, y quiz¨¢ muchos m¨¢s. Estamos muy contentos en este pa¨ªs". Le¨ªa lo que dec¨ªan los grandes periodistas deportivos ingleses ("l¨ªder con autoridad"; "clara visi¨®n del juego"; "respeto autom¨¢tico"; "asombrosa transformaci¨®n") y se pon¨ªa m¨¢s contento a¨²n.

Pero durante el verano pasaron cosas que desequilibraron la fr¨¢gil composici¨®n qu¨ªmica del equipo, minando de manera sutil pero innegable su autoridad. El mejor jugador, el b¨²lgaro Dimitar Berbatov, se fue al Manchester United; el m¨¢s aguerrido, Robbie Keane, al Liverpool. Los nuevos, como el ruso Roman Pavlyuchenko, no dan se?ales todav¨ªa de adaptarse al fren¨¦tico juego ingl¨¦s. Y como consecuencia, la confianza del equipo, el elixir m¨¢gico del f¨²tbol, est¨¢ por los suelos.

Ramos tiene que recuperarla, y r¨¢pido. En eso consiste la primera misi¨®n de todo entrenador. Si no, en vez de comer pudding, est¨¢ Navidad, comer¨¢ turr¨®n.