Estafados convertidos en esp¨ªas
Afectados por Riviera Invest vigilaron a Tabarot para que no se fugara
Sus vacaciones fueron diferentes. Dedicaron su tiempo libre a deambular por el aeropuerto de L'Altet, vigilar las oficinas de Riviera Invest y seguir los pasos de Roch Tabarot, presidente de Riviera Coast, la empresa inmobiliaria a la que la Polic¨ªa le atribuye una presunta estafa de 60 millones de euros que afecta a centenares de propietarios en Alicante.
Sin embargo, la Audiencia Nacional dej¨® en libertad, con una fianza de 100.000 euros, aunque con la prohibici¨®n de abandonar Espa?a, al presidente Tabarot y al consejero delegado, Francisco Fern¨¢ndez, por un presunto delito de apropiaci¨®n indebida.
"Hay delitos del siglo XXI pero tenemos una Justicia del XX"
Los afectados por la presunta estafa empezaron a organizarse a mediados de julio. Algunos propietarios oyeron rumores de que la empresa iba mal, ten¨ªan otros negocios en el extranjero y se estaban "fugando con dinero". La primera cita fue en una cafeter¨ªa, luego se organiz¨® otra asamblea, mucho m¨¢s multitudinaria en la Universidad. "Fuimos a inmobiliarias, a los garajes, pusimos anuncios en prensa y llamamos a vecinos y conocidos, as¨ª localizamos a 200 propietarios afectados", recuerda Agust¨ªn Sancho, propietario de seis estudios en la primera fase por los que pag¨® 180.000 euros. Lleg¨® a cobrar beneficios durante 22 meses, pero desde abril no ve ni un euro. En estas reuniones acordaron constituirse en asociaci¨®n de afectados para personarse ante los juzgados.
Miguel Cancela, otro afectado, y el abogado Jos¨¦ Luis Escobar asumieron las riendas: "Nos llamaron discretamente para seguir a Tabarot". Los afectados se distribuyeron en patrullas y vigilaron por turnos al empresario. "Estuve una tarde en el aeropuerto esperando su coche, y no lleg¨®, y cuando me volvieron a llamar ya fue el d¨ªa que lo pillaron", asegura Sancho. La tarde del mi¨¦rcoles 10 de septiembre se precipit¨® toda la operaci¨®n. En el aeropuerto de L'Altet hab¨ªa decenas de propietarios montando guardia, ten¨ªan la confirmaci¨®n de que Tabarot y otros cinco socios pretend¨ªan coger un avi¨®n privado para irse a Casablanca (Marruecos).
El abogado, Jos¨¦ Luis Escobar, relata que el momento ¨¢lgido fue cuando comunicaron al juzgado de guardia, al fiscal de Alicante que los autores de la presunta estafa se iban a ir. Tambi¨¦n presentaron sendas quejas ante la Audiencia Nacional y el CGPJ "de que se iban y no hab¨ªa orden de detenci¨®n, porque el juez de la Audiencia, Santiago Pedraz, no orden¨® nada, fue la Polic¨ªa la que intervino", afirma Escobar, que decidi¨® plantarse en la Comisar¨ªa de L'Altet y denunciar: "Estos presuntos estafadores se escapan, as¨ª que s¨®lo tenemos dos opciones o los detienen ustedes o lo haremos nosotros". La Polic¨ªa entonces les escolt¨® hasta el avi¨®n y les detuvo con la intervenci¨®n de la Brigada de Asuntos Econ¨®micos de Madrid. Los estafados, que se convirtieron en esp¨ªas por unos d¨ªas, respiraron tranquilos cuando vieron, y grabaron con sus c¨¢maras la detenci¨®n. "Fue de pel¨ªcula", resume Miguel Cancela.
Enrique Brehem, otro de los afectados, recuerda con pasi¨®n aquel momento. "Hab¨ªa m¨¢s de 20 personas en el aeropuerto y ten¨ªamos claro que o lo cazaba la Polic¨ªa o nosotros". Durante las semanas que espiaron al empresario estuvieron en contacto permanente con la Brigada de Delincuencia Econ¨®mica de Madrid. Ten¨ªan todo registrado, horarios, reuniones, coches de lujo, viajes a Ibiza para ir a fiestas privadas, amistades o las comidas en el restaurante Emilio de Alicante. La sede de la empresa, ubicada en la anterior sede del Liceo Franc¨¦s en La Albufereta, tambi¨¦n fue vigilada durante d¨ªas. "Era indignante ver el nivel tan alto en el que se mov¨ªan, y nosotros sin cobrar, una desfachatez tremenda", asegura Brehem, que acab¨® invirtiendo en la residencia Ulyss porque su padre y el de Tabarot eran pied-noirs argelinos que escaparon cuando la Guerra de la Independencia. "Eran amigos y se conoc¨ªan, yo antes de firmar pregunt¨¦ en Francia y me dijeron que era un negocio rentable y fiable".
Ahora tras semanas de ser protagonistas de esta pel¨ªcula de espionaje, los afectados no ocultan su desaz¨®n y frustraci¨®n al ver c¨®mo este empresario ha pagado la fianza y est¨¢ en la calle. "Hay delitos del siglo XXI, pero tenemos una justicia del siglo XX, que estas personas despu¨¦s de atribuirles una presunta estafa de 70 millones de euro est¨¦n libres es muy fuerte. ?Qu¨¦ sistema judicial tenemos?", se pregunta Sancho. "La indignaci¨®n es total, los ¨¢nimos est¨¢n por los suelos. S¨®lo aspiramos a recuperar la gesti¨®n de los estudios", admite Brehem.
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