La educaci¨®n, el campo de tiro pol¨ªtico
La politizaci¨®n de la ense?anza lastra lo m¨¢s importante: su calidad - La Iglesia vuelve a alentar las protestas por mantener su poder en las aulas - Y la historia se repite
Siete de cada 10 leyes org¨¢nicas que se han aprobado en el Parlamento a lo largo de la democracia han contado con el consenso del principal partido de la oposici¨®n. Las educativas, cero. Y se han aprobado 11. La educaci¨®n se ha convertido en lucha ideol¨®gica, los debates son encarnizados y las pol¨¦micas abren profundas heridas hist¨®ricas, religiosas, ling¨¹¨ªsticas, morales y de poder. La v¨ªctima: la calidad.
El 71% de las leyes org¨¢nicas cuenta con consenso. De las educativas, ninguna
Los obispos ya se manifestaron hace 25 a?os contra una ley de educaci¨®n
Estos debates distraen sobre los verdaderos problemas
La pol¨¦mica sigue en las comunidades con la historia o las lenguas oficiales
El uso pol¨ªtico de la educaci¨®n se ha acusado a lo largo de la democracia a medida que los objetivos m¨ªnimos sobre los que es dif¨ªcil discrepar, como la plena escolarizaci¨®n, se han ido cumpliendo. En otros pa¨ªses, como el Reino Unido o Francia, el enfrentamiento pol¨ªtico por la educaci¨®n est¨¢ tambi¨¦n a la orden del d¨ªa. Pero en Espa?a esto incluye un elemento clave y diferente: la intervenci¨®n de la Iglesia, con toda su influencia social, para luchar por no perder su poder.
La intromisi¨®n ha vuelto a quedar patente con la dura oposici¨®n de la Iglesia cat¨®lica a la nueva asignatura obligatoria de Educaci¨®n para la Ciudadan¨ªa. Alegan motivos morales. El PP les apoya. Esta alianza ha llegado a una situaci¨®n extrema en dos comunidades gobernadas por los populares. Raya lo grotesco el caso de la Comunidad Valenciana -donde se ense?a la materia, pero en ingl¨¦s entre un profesor de filosof¨ªa o ¨¦tica y otro de ingl¨¦s, que hace de traductor- y lo legalmente discutible el caso de Madrid. Esta comunidad est¨¢ amparando por escrito la objeci¨®n de conciencia. En Valencia, los inspectores enviados por la comunidad aut¨®noma para vigilar si los centros imparten la materia en ingl¨¦s acusaron de "politizaci¨®n" al Gobierno regional y los directores de la mayor¨ªa de los institutos se han rebelado contra el Gobierno regional. Auguran un suspenso general este curso para todos los alumnos.
Este nuevo episodio de manipulaci¨®n de la educaci¨®n abre claros interrogantes: ?Es l¨ªcito, ¨¦tico y razonable utilizar la educaci¨®n como arma pol¨ªtica arrojadiza? ?Ha empezado esta politizaci¨®n a hacer mella en la eficacia del sistema con tantos cambios legales?
El primer aspecto del que se resienten los ciudadanos son los cambios legales. Las leyes que promovi¨® el PP las cambi¨® Zapatero en la pasada legislatura. Rajoy ha dicho que, si llega al poder, eliminar¨¢ la asignatura Educaci¨®n para la Ciudadan¨ªa, lo que abre la puerta a un cambio legal porque los populares tampoco comparten la filosof¨ªa de fondo de las leyes socialistas, basada en la llamada educaci¨®n comprensiva (un modelo presente, por ejemplo, en Suecia, Finlandia y EE UU), que apuesta por compensar las desigualdades de partida de los alumnos m¨¢s desfavorecidos.
Estas modificaciones implican cambios en la estructura de las ense?anzas, en las repeticiones de curso, en los contenidos, en los libros de texto... Cada ley viene seguida de una mara?a de desarrollos, estatales y auton¨®micos. Espa?a ha tenido desde que empez¨® la democracia 11 leyes educativas (ocho no universitarias y tres universitarias).
De las 220 normas org¨¢nicas aprobadas en Espa?a en la democracia, el 71% ha salido adelante con el apoyo del principal partido de la oposici¨®n, seg¨²n el estudio Consensus and parliamentary opposition: the case of Spain, publicado en 2006 en la revista de Ciencia Pol¨ªtica Government & Opposition por Alejandro M¨²jica e Ignacio S¨¢nchez-Cuenca, que analiza las normas aprobadas hasta 2004. Ninguna era educativa. Tampoco se ha contado con ese apoyo en las dos leyes de 2006 y 2007. En la actualidad, hay tres org¨¢nicas en vigor, una de ellas es la m¨¢s b¨¢sica (de 1985), la Constituci¨®n de la educaci¨®n: la Ley Org¨¢nica del Derecho a la Educaci¨®n (LODE) [v¨¦ase vi?eta].
La politizaci¨®n se mantiene en Espa?a en alto grado cambiando los argumentos, opina Juan Antonio Ortega y D¨ªaz-Ambrona, que fue ministro de Educaci¨®n con UCD (en 1980 y 1981). "Hace 30 a?os gir¨® sobre si la educaci¨®n hab¨ªa de ser un 'servicio p¨²blico, ¨²nico y laico' o si hab¨ªa que admitir la ense?anza privada subvencionada, con el principio de 'libertad de ense?anza'. Hace unos 20 a?os (entre 1985 y 1990), la pol¨¦mica gir¨® en torno a la preparaci¨®n, aprobaci¨®n y aplicaci¨®n de la LODE y la Ley Org¨¢nica de Ordenaci¨®n General del Sistema Educativo (LOGSE), con especial discusi¨®n sobre la participaci¨®n y la comprensividad. Agotados estos filones, se encontraron otros muy prometedores como el de las humanidades, la ense?anza de la religi¨®n y ahora el asunto estrella (totalmente inadvertido antes) de la Educaci¨®n para la Ciudadan¨ªa, que eclipsa a cualquier otro".
Este ex ministro cree que se trata claramente de una "politizaci¨®n interesada". "Los partidos est¨¢n convencidos de que obtienen ventajas pol¨ªticas en el mantenimiento de la tensi¨®n con un pretexto u otro. La ense?anza se convierte en campo de tiro o terreno para simulacros b¨¦licos. Cada nuevo asunto que se saca de la chistera act¨²a como eficaz marcador identitario con cuerda para un lustro o dos".
La utilizaci¨®n pol¨ªtica se ve tambi¨¦n en las comunidades. Algunas gobernadas por el PP resaltan a menudo la mala situaci¨®n de la educaci¨®n p¨²blica; otras del PSOE ponen pegas a la concertada religiosa. El Pa¨ªs Vasco ha apostado por ambas redes con el objetivo de fondo de euskaldunizar a toda la poblaci¨®n. En Madrid, el Gobierno regional ha apostado por impulsar los conciertos. Se ha convertido en la segunda comunidad de Espa?a con m¨¢s concertada (v¨¦ase gr¨¢fico). Y la pol¨¦mica en Catalu?a o en Galicia se produce por el impulso de sus lenguas oficiales.
El portavoz de Educaci¨®n del Grupo Popular en el Congreso, Juan Antonio G¨®mez Trinidad -que fue director general de Educaci¨®n de La Rioja durante 12 a?os y es catedr¨¢tico de instituto- reconoce tambi¨¦n que la educaci¨®n est¨¢ cada vez m¨¢s politizada. "Se est¨¢ haciendo una instrumentalizaci¨®n de los curr¨ªculos en funci¨®n de programas pol¨ªticos, por ejemplo, sobre historia o geograf¨ªa, en algunas comunidades".
"Educar es una tarea pol¨ªtica en el sentido amplio de la palabra. Otra cosa distinta es cuando se hace una utilizaci¨®n interesada de la educaci¨®n. No se puede imponer a todos lo que piensan unos pocos. ?ste es el error que ha cometido el Gobierno con Educaci¨®n para la Ciudadan¨ªa". G¨®mez Trinidad expone la posici¨®n del PP sobre esta pol¨¦mica: "Se ha intentado dar como admitido por todos lo que algunos pueden no compartir. Es leg¨ªtima esa concepci¨®n distinta". ?Sobre qu¨¦ en concreto? "Hay gente que no comparte que se ense?e que la opci¨®n sexual est¨¢ biol¨®gicamente determinada y que lo cultural no influye", responde G¨®mez Trinidad. "Lo que no se puede decir es que una determinada concepci¨®n es la del Estado, esto es lo que defiende el PP, que se pueda objetar si no se est¨¢ de acuerdo con esto, pero no hemos incitado a la objeci¨®n ni hemos incumplido la ley".
Su hom¨®loga del Grupo Socialista en el Congreso y tambi¨¦n responsable de Educaci¨®n en la Ejecutiva del PSOE, C¨¢ndida Mart¨ªnez -que ha sido consejera de Educaci¨®n de Andaluc¨ªa durante ocho a?os-, desdramatiza el problema: "Se habla mucho de esta politizaci¨®n, de la confrontaci¨®n, pero en el d¨ªa a d¨ªa de los centros escolares estas cosas se notan menos, no afectan. Es m¨¢s un debate medi¨¢tico o pol¨ªtico. Afecta a los centros s¨®lo cuando se dan situaciones como la ense?anza de Educaci¨®n para la Ciudadan¨ªa en ingl¨¦s en la Comunidad Valenciana porque se pone al profesorado en una situaci¨®n complicada y eso s¨ª crea tensi¨®n en los centros escolares. Ya va siendo hora de que pongamos en valor los acuerdos que hay sobre cuestiones b¨¢sicas como la lucha contra el fracaso escolar y apuntar soluciones, no estar resaltando constantemente las diferencias". Esta portavoz socialista en la C¨¢mara baja dice que "el modelo educativo es el que es, es estable y ha avanzado mucho, y es bueno que haya cada vez m¨¢s acuerdos, pero se est¨¢n produciendo entre comunidades en la Conferencia Sectorial".
Algunos mensajes pol¨ªticos est¨¢n provocando que las familias de las clases medias aparentemente laicas est¨¦n llevando a sus hijos a colegios concertados religiosos, porque se dice que los p¨²blicos est¨¢n llenos de inmigrantes y baja el nivel de estudios. "Son mensajes pol¨ªticos interesados, a favor de la concertada religiosa", opina el catedr¨¢tico de Historia Contempor¨¢nea en la Universidad de Zaragoza Juli¨¢n Casanova. "Detr¨¢s de todo hay una utilizaci¨®n pol¨ªtica de la religi¨®n en un pa¨ªs que ya no es tan religioso como antes pero que tiene cordones umbilicales con ella".
El soci¨®logo Enrique Gil Calvo resalta, aparte de la influencia de la Iglesia y de los gobiernos aut¨®nomos, una cuesti¨®n parecida: "La sociedad civil no s¨®lo ha tolerado sino que ha aceptado esta politizaci¨®n. La ciudadan¨ªa no tiene una conciencia profunda de para qu¨¦ sirve la educaci¨®n. De forma que la clase media progresista no tiene inconveniente en dar a sus hijos ense?anza religiosa concertada porque selecciona seg¨²n las relaciones sociales y no seg¨²n la calidad. Piensan que se colocar¨¢n en la sociedad por lo mucho que liguen, por la influencia de relaciones que establezcan y esto hace que les sea indiferente si la ense?anza est¨¢ politizada o no. No tienen voluntad de excelencia sino que lo ven como un instrumento de relaci¨®n y esto favorece la instrumentalizaci¨®n de la ense?anza por la clase pol¨ªtica".
El recuerdo de la ¨¦poca en la que se debati¨® la Ley Org¨¢nica del Derecho a la Educaci¨®n (LODE) sigue provocando pesadillas a los l¨ªderes socialistas que gobernaban entonces. La Iglesia sali¨® a protestar a la calle. Las im¨¢genes de la ¨¦poca en las que se ve a las monjas y los curas bajando por la madrile?a Castellana entre 1983 y 1985 lo evidencian. Ahora, 25 a?os despu¨¦s, han vuelto a salir contra la Ley Org¨¢nica de Educaci¨®n (LOE), sobre todo por Educaci¨®n para la Ciudadan¨ªa.
"Las ¨®rdenes cat¨®licas hab¨ªan ocupado la educaci¨®n de forma masiva por la debilidad del Estado. Ya el Gobierno de UCD encontr¨® mucha resistencia por parte de la Iglesia", explica el soci¨®logo y pol¨ªtico socialista Jos¨¦ Mar¨ªa Maravall, ministro de Educaci¨®n en la ¨¦poca de la LODE (entre 1982 y 1988). El 40% de los ni?os escolarizados en EGB en uno de los ¨²ltimos cursos del franquismo (1976-1977) estudiaba en congregaciones religiosas cat¨®licas. Hab¨ªa 5,5 millones de alumnos ese a?o, casi tres millones de los cuales estaban en centros cat¨®licos. Ya entonces eran subvencionados por el Estado. En las d¨¦cadas anteriores del franquismo su influencia era a¨²n mayor.
"Hacia 1955, s¨®lo uno de cada cinco centros de ense?anza media pertenec¨ªa al Estado, el resto eran sobre todo de los escolapios, jesuitas y dominicos", relata el historiador Juli¨¢n Casanova. "En esas fechas hab¨ªa 70.000 alumnos en centros p¨²blicos en Espa?a frente a 170.000 confesionales cat¨®licos. Es una cifra rid¨ªcula, teniendo en cuenta que la poblaci¨®n rondaba los 30 millones de habitantes. Con esa pol¨ªtica, desde el Estado y la Iglesia se estimulaba la ignorancia", prosigue Casanova.
En 1970, con la Ley General de Educaci¨®n (la que implanta la EGB, el BUP y el COU, que toma su nombre del ministro de entonces) se empezaron a construir m¨¢s colegios p¨²blicos, pero la presencia de los centros religiosos era abrumadora y el Estado no ten¨ªa medios para construir una red p¨²blica alternativa. "Cuando ya s¨ª los tuvo, a finales de los ochenta, se hubiera podido montar una alternativa p¨²blica clara", prosigue Casanova. "El PSOE no lo hizo por la presi¨®n de la Iglesia y porque ten¨ªa que afrontar muchas batallas a la vez: el aborto, el divorcio, la defensa de una sociedad laica, el golpe de Estado [1981], el terrorismo".
El¨ªas Yanes, arzobispo em¨¦rito de Zaragoza y ex presidente de la Conferencia Episcopal (1987- 1993), da su visi¨®n de esa ¨¦poca en el libro Entrevistas con doce obispos espa?oles, de Isidro Catela. El religioso hace referencia a la importancia que tiene para la Iglesia mantener "la integridad de su doctrina" cuando se producen conflictos educativos de tipo moral. En los inicios de la democracia, discut¨ªan lo que se deb¨ªa explicar del aborto en las aulas, un debate que, de fondo, tiene cierto paralelismo con el actual sobre Educaci¨®n para la Ciudadan¨ªa: "Fue en la ¨¦poca de Maravall. Se trat¨® del conflicto surgido con los llamados catecismos escolares, que eran en realidad libros de texto en los que se incorporaron casi textualmente las f¨®rmulas del Concilio Vaticano II sobre el aborto. En el ministerio pensaban que en los centros oficiales no se pod¨ªa ense?ar una doctrina que estaba en contradicci¨®n con las leyes del Estado. ?se fue el problema de fondo. (...) La Iglesia mantuvo su posici¨®n. No hubo voluntad de que de aquella situaci¨®n salieran vencedores ni vencidos, pero creo que se mantuvo la integridad de la doctrina, buscando expresiones adecuadas para que nuestra postura fuera mejor comprendida".
Maravall recuerda bien esa ¨¦poca: "La Iglesia siempre vio una amenaza en la expansi¨®n del Estado. Cuando se extendi¨® la educaci¨®n obligatoria a los 16 a?os, en 1990, les preocupaba a cargo de qui¨¦n se har¨ªa", explica. La LODE establec¨ªa el sistema de financiaci¨®n de los conciertos. ?ste fue el quid de la cuesti¨®n, lo que levant¨® las quejas de las instituciones cat¨®licas. Se regularon a cambio de una serie de obligaciones, las mismas que ten¨ªan los p¨²blicos: respetar los derechos laborales de los profesores, la libertad de conciencia de los alumnos (no les pod¨ªan obligar a ir a misa, por ejemplo) y las reglas de admisi¨®n de alumnos deb¨ªan ser las mismas que en los centros p¨²blicos.
?Es posible que alg¨²n d¨ªa se llegue a un pacto de Estado en educaci¨®n? Iglesia, PP y PSOE dicen que se deber¨ªa poder lograr. Es en lo ¨²nico que coinciden. Juli¨¢n Casanova pone la nota de escepticismo: "Claro que ser¨ªa posible, ya habr¨ªa sucedido sin la Iglesia, pero con ella por medio es impensable. En Espa?a, la Iglesia est¨¢ metida en las negociaciones de la educaci¨®n. En cualquier otro pa¨ªs ser¨ªa impensable".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Leyes Org¨¢nicas
- Orden p¨²blico
- Iglesia Cat¨®lica espa?ola
- Educaci¨®n secundaria
- Protestas sociales
- Educaci¨®n primaria
- Ense?anza general
- Pol¨ªtica educativa
- Legislaci¨®n espa?ola
- Malestar social
- Seguridad ciudadana
- Educaci¨®n superior
- Problemas sociales
- Sistema educativo
- Normativa jur¨ªdica
- Iglesia cat¨®lica
- Educaci¨®n
- Cristianismo
- Legislaci¨®n
- Pol¨ªtica
- Religi¨®n
- Justicia
- Sociedad