El obispo de la proximidad
Joan Carrera, obispo auxiliar y vicario general de la archidi¨®cesis de Barcelona, fallecido ayer en el hospital Vall d'Hebron a los 78 a?os, se propuso aproximar la Iglesia a la realidad de los nuevos tiempos: al mundo obrero, a la democracia, a la cohesi¨®n espiritual del pa¨ªs. Para m¨ª ha sido el obispo de la proximidad. Ejerci¨® su funci¨®n episcopal sin el empaque de jerarqu¨ªa eclesi¨¢stica. Supo dialogar con todos los que se aproximaban a ¨¦l. Sab¨ªa escuchar.
Nacido el 12 de mayo de 1930 en Cornell¨¤ de Llobregat (Barcelona), yo lo conoc¨ª a mediados de los a?os sesenta. Era p¨¢rroco de Llefi¨¤, en Badalona; uno de los muchos suburbios que rodeaban Barcelona, crecidos en la miseria y sin ning¨²n criterio urban¨ªstico. La parroquia en estos suburbios era frecuentemente el ¨²nico referente de acogida de los reci¨¦n llegados a Catalu?a.
Joan Carrera se hizo pr¨®ximo a sus convecinos, a los que luchaban por los derechos de la clase obrera, durante la dictadura franquista. Foment¨® el cooperativismo de viviendas. Ayud¨® al movimiento obrero y se comprometi¨® en la defensa de los derechos humanos. Todav¨ªa hoy muchos militantes obreros reconocen su compromiso nacido en la parroquia de Llefi¨¤.
Pero el obrerismo de Joan Carrera ten¨ªa como punto de referencia su compromiso personal, institucional, con la Iglesia. En toda su vida fue consecuente con esta actitud.
En la parroquia de Sant Isidor de l'Hospitalet convivi¨® con mos¨¦n Bonet i Balt¨¤, historiador de la Iglesia catalana del siglo XIX y principios del XX. Joan Carrera siempre mantuvo como fundamental su compromiso de catalanidad de la Iglesia. Ten¨ªa como referentes a obispos como Morgades o Torras i Bages, a poetas como Verdaguer, Joan Maragall o Bofill. Arquitectos como Gaud¨ª, que desde su cristianismo tanto hab¨ªan aportado a Catalu?a como naci¨®n. ?l y yo est¨¢bamos comprometidos para el pr¨®ximo noviembre a unas sesiones de estudio sobre Carles Card¨®, que hab¨ªa definido a nuestra Iglesia catalana como un elemento fundamental de nuestra naci¨®n, de un modo constructivo y dialogante con la sociedad civil y en contraste con otras actitudes eclesiales m¨¢s aferradas a su poder pol¨ªtico.
Era una persona pr¨®xima a los pol¨ªticos de cualquier tendencia. Siendo sacerdote no eludi¨® su compromiso pol¨ªtico personal. Milit¨® en Uni¨® Democr¨¤tica hasta que le nombraron obispo. Fue promotor de Converg¨¨ncia cuando Uni¨® particip¨® inicialmente en su fundaci¨®n. Sigui¨® la trayectoria pol¨ªtica de su amigo Ant¨®n Canyellas.
En su ministerio episcopal se propuso continuar la obra del cardenal Jubany en la di¨®cesis de Barcelona, dirigiendo a la vez un cierto relevo generacional. Sin embargo, el sucesor del cardenal Jubany mir¨® siempre con recelo la herencia que le hab¨ªa legado. Desconfiaba de la cultura eclesial de la di¨®cesis de Barcelona. As¨ª se produjo la ruptura entre el sucesor del cardenal Jubany y su obispo auxiliar. Joan Carrera fue coherente y a la vez supo conllevar esta situaci¨®n con gran dignidad.
Siempre estuvo dispuesto a estar presente en todos los ¨¢mbitos de la sociedad que le requer¨ªa, por lejanos que se sintieran de la Iglesia. Aprovechaba su presencia para dar un mensaje coherente, de profundidad intelectual sobre su pensamiento eclesial.
Hab¨ªa pedido el relevo de su funci¨®n de obispo auxiliar de Barcelona por razones de edad y de salud. De hecho, nos ha dejado estando en activo, colaborando con el cardenal Mart¨ªnez Sistach. No pudo disfrutar de su anhelado retiro. Echaremos en falta a este obispo de la proximidad de la Iglesia ante la contempor¨¢nea sociedad catalana.
Joan Rigol es ex presidente del Parlamento de Catalu?a.
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